En la actualidad este país se encuentra en guerra debido al enfrentamiento entre el general Abdel Fattah Burhan, jefe de las fuerzas armadas, y el general Mohamed Hamdan Dagalo, cabecilla del grupo paramilitar “Fuerzas de Apoyo Rápido” nacido a partir de las notorias milicias Janjaweed de Darfu, que pretenden hacerse con el control de Sudán.

La descomposición social y el debilitamiento de la célula familiar como columna vertebral del país, son aterradoras. Cada día escuchamos en los distintos medios de comunicación feminicidios, intolerancia, y toda clase de delitos y debilidad institucional. Asombra que los distintos gobiernos que hemos tenido no hayan tomado esta situación como una de las problemáticas fundamentales a solucionar rápidamente, ya que se debe fortalecer la credibilidad tanto en las instituciones democráticas como en la justicia.

Mientras Venezuela y Brasil tienen una fuerte diplomacia en todo el continente africano con embajadas en la casi totalidad de sus países, Colombia sufre de complejos de superioridad y no visualiza la importancia del África como socio estratégico desconociendo que fue uno de los creadores del movimiento de los países no Alineados (NOAL), durante el período de la Guerra Fría.

En la charla que sostuvo el día 19 de abril la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, en la Filbo me causó sorpresa la afirmación que hizo relacionada con la noticia de un periodista colombiano sobre la gira de Francia Marques al África que, al parecer, estuvo enmarcada en un supuesto safari. Sobre el particular la señora Ngozi Adichie vio con buenos ojos la gira de la Sra. Márquez, y señaló que el periodista que saco la noticia antes mencionada, debería informarse más sobre el África.

El desconocimiento en Colombia sobre la importancia del posicionamiento del país en el mundo a través de las relaciones internacionales es enorme. Ejemplo de ello, es lo dicho por la representante Erika Sánchez el pasado 12 de abril cuando en el debate al canciller Leyva le dijo “usted no puede ser canciller y defensor de la paz al mismo tiempo”.

Repugnante y vergonzosa la noticia que se conoció en los distintos medios de comunicación el miércoles 12 de abril cuando tuvo que ser interrumpido el debate al canciller Leyva debido a que el representante del Centro Democrático José Jaime Uscátegui golpeó a las afueras del recinto para intentar entrar a la sesión junto con un sinnúmero de personas. Este hecho recuerda a la chusma liderada por el expresidente Trump que se tomó al Capitolio Nacional de los Estados Unidos y que causaron destrozos.

Existen varios hechos que alarman al mundo, y parecería que a la humanidad y en particular a los líderes poco les importa. La invasión de Rusia a Ucrania está cambiando el mapa geopolítico y el equilibrio de poder. Ante la decadencia del Estado de Derecho por parte de las democracias del mundo, el autoritarismo está tomando forma de manera desafortunada, algo que se ha incrementado desde la pandemia del Covid 19.

Parece que a nadie le duele el país. Lo más lamentable es que son los colombianos los primeros que hablan mal de su nación en el exterior; por eso nos ven como narcotraficantes, paramilitares y delincuentes. La ropa sucia debe lavarse en casa. Son bochornosas las palabras del Fiscal General de la Nación en la República Dominicana, al decir que al Presidente Petro quiere legalizar la cadena del narcotráfico.