La pregunta es una incógnita y su elección un nuevo motivo de polarización entre defensores y detractores del ex presidente, a quien el país le debe algo pero no tanto. Y es una incógnita porque si bien el Álvaro Uribe hizo una labor encomiable para devolverle la fe a este país que estaba descuadernado e inviable por la violencia que registraba, también lo es, que a lo largo de 200 años de historia son muchos los personajes a quienes el país les debe más de lo que pudo haber hecho Uribe. El mismo Gustavo Rojas Pinilla hizo otro tanto por la paz durante su mandato, unido a reformas sociales que hoy el país disfruta. Uribe no hizo reformas. García Márquez es, hoy por hoy, el escritor vivo más importante de la lengua castellana, o el mismo Antonio Nariño lo podrían superar fácilmente porque muchos son los nombres que han sido grandes colombianos en su especialidad; Falcao García, por ejemplo, esta en el 5o puesto como el jugador más caro en la historia del fútbol orbital.
Lo de Uribe sin demeritarlo, fue una elección mediática, que se dio más que en favor de Uribe, en contra de las FARC, un grupo que tenía desangrado y acorralado al país con sus secuestros y acciones criminales por más de 50 años y que fue diezmado durante su gobierno recuperando para Colombia además de su tranquilidad, la confianza en los inversionistas extranjeros y el camino de su desarrollo económico hasta convertirse en la 4o economía del continente. Eso es lo que saben y recuerdan los colombianos que hoy votan. Frente a esto, la lección del Gran Colombiano resultó ser la encuesta del gran elector colombiano en la que Uribe fue el ganador con más de un millón de votos. Los perdedores: History Chanel, que sin saberlo, termino haciendo una encuesta electoral y los demás políticos que fácilmente comprobaron que si Álvaro Uribe encabeza una lista al Senado barrerá en las elecciones de mitaca. Pero las FARC también perdieron porque al votar por Uribe, durante más de dos meses para elegirlo, los colombianos votaron en contra de ellas, así estén sentadas en una mesa de negociación
Posdata: Un millón de llamadas en favor de un personaje, ¡es un millón!, y es absurdo afirmar que sus amigos se dedicaron a llamar hasta completar esta cifra, más sensato decir que Colombia es un país Uribista.