Punta de lanza: ¡Los cretinos!

Por: Senén González Vélez

(Toronto, Canadá, 15 de julio de 2025).

No es fácil lidiar con cretinos, sobre todo si al defecto de la estupidez se le agrega el cinismo, en que la actuación es teatral, hipócrita, mentirosa y descarada. Y… cuando digo que no es fácil, es porque tengo conocimiento de causa, la que desde luego me sirve para ir conociendo los comportamientos y habilidades de las personas que viven de las malas mañas, para alcanzar sus propósitos y metas de cualquier orden.

Esos prototipos de personas saltan como lobos de los sitios menos esperados o se prestan como ‘calanchines’ para alcanzar sucios y desleales intereses. Son leales a sus intereses, pero no a sus principios, que es muy diferente.

Esta es la sensación que me generan las ocurrencias del ex-canciller, Alvaro Leyva Durán, quien es el permanente mensajero (o estafeta, como lo bautizara un afamado general de la República, en su debida oportunidad), que representa al ELN y las Farc, en alianza por ‘’casualidad’’, con Gustavo Petro.

El ex-canciller Leyva Durán es experto en causalidad, como lo es también el Presidente. Ambos se mueven entre la casualidad y la causalidad, para producir efectos que distraen o hacen ‘cortinas de humo’, mientras que, por debajo de la mesa, corre el veneno del mal para destruir la democracia, la institucionalidad y el Estado de Derecho, y en este caso, quedarse de alguna manera en el poder.

Álvaro Leyva/Gustavo Petro. (Imagen: VBM).

Se conoció por algún medio, que el presidente Petro le dijo a la vicepresidente: ‘’Francia, salga usted a decir que Leyva Durán me quiere tumbar’’.  La vice resultó ser más precavida y no quiso mentir. Esto fue en el Consejo de Ministros, al que denominaron la reunión de INFAMES.

Dicen que ella prefirió callar, pues descubrió que se estaba tramando algo sensacionalista cosa, que, si daba a conocer la falsa información, (Golpe de Estado) se desviaría la atención y seguimiento que el país le estaba haciendo al presidente Petro, en que injusta o irresponsablemente, entre comillas, dicen que lo estaban vinculando al atentado del precandidato, doctor Miguel Uribe Turbay, como también tenían en la mira a la precandidata, Vicky Dávila, por estar ambos con cifras altas de favorabilidad entre el electorado.

Yo no creo que el Presidente en estado normal, se le ocurra semejante locura.

La sospecha creció más al asociar el chisme con su viaje a Quito, Ecuador, para saludar al nuevo presidente del hermano país, después de que no quiso reconocer el resultado de dichas elecciones.

Esa visita, dicen que la utilizó de parapeto para cumplir el protocolo, y después poder salirse por el costado, para llegar a la localidad de Manta, para bajarse en la casa, según se dice, de alias ‘FITO’. ¿Qué paso ahí? Y, ¿Quién es Fito? Averígüenlo, ustedes, amables lectores.

Leyva Durán y Petro, son los impulsadores de la paz total. Son ‘gemelos’ para las tramas. Si totalizamos el concepto de paz total, ahí va implícito el cómo sea, metiendo en el canasto a todos, sin discriminación y pasando por encima de las leyes y la paga por las sentencias y las penas. Esa oferta resulta muy agradable para los criminales del país. Pero la paz no justifica la total impunidad.

Cuando el agitador Leyva Durán comienza sus faenas para enfrentar teatral e hipócritamente a Petro, lo hace de común acuerdo. Eso es pura paja de ambos, para utilizar el término del ex-canciller. Ellos operan en asocio, mancomunadamente, no lo duden un instante.

Todo lo que Leyva Durán dice es falso; es para que crean que están en agrias disputas. ¿Cómo opera su causalidad? Pues la generan de la siguiente manera: produce un evento de impacto que es la causa para obtener como resultado un efecto: Humo y caos.

¿Porque hace esto Leyva Durán? Para opacar el escándalo diario de todos los delitos que se cometen en este nefasto Gobierno contra el erario, y las posibles conjeturas que acercan a Petro, para tener en la mira a Vicky Dávila y a Miguel Uribe Turbay.

Yo comparto la suspicacia del dirigente antioqueño, doctor   Jorge Vélez, porque asocia la ida de Petro al Ecuador, con alcances políticos, para desestabilizar el Gobierno Ecuatoriano, y de otra, resulta sospechosa la visita de Gustavo a la casa de ‘FITO’, en Manta, que es un aliado del reconocido terrorista, Iván Márquez, y autor, según dicen, del atentado a Miguel Uribe Turbay, situación que podría acercar a Petro a las autorías intelectuales del ataque al joven dirigente político, y por eso no es descabellado pensar que Leyva Durán arme semejante cortina de humo, para distraer la atención y proteger a Petro.

Como decimos en la Costa Caribe: ‘’Agárrate muela cariada, porque lo que viene es panela’’.

La carta jurídica de Mauricio Gaona para los incrédulos, confundidos e indecisos

(Toronto, Canadá, 8 de julio de 2025).

Más claro ni el agua, es como se puede calificar la misiva enviada por el doctor, Mauricio Gaona, a los periodistas, Julio Sánchez Cristo, Juan Pablo Calvas, Alberto Casas Santamaría, Félix De Bedout, y Luz Elena Fonseca.

Todos son de alta gama. Eso hay que reconocerlo. Pero… vale advertir que, si las leyes se interpretan al acomodo y capricho de un ministro de Justicia, cuya eminencia la pone al servicio de una ideología política, está violando el espíritu de la ley para amoldarle a sus intereses de partido, con lo cual se pasa de una interpretación sana a una descara ‘’leguleyad’’, cuyo título aplicaría para considerar que, lo que hace el ministro, es construir disparates jurídicos de pésima estructura, y eso deja mucho que pensar, sobre todo, de quien se considera una eminencia en derecho. Paradoja, lo derecho se tuerce y el ministro es un típico ejemplo, motivado por los odios, el arribismo y la venganza.

Como he considerado dicho análisis jurídico como un manual para entender porque el ministro construye argumentos que se convierten en disparates, es preferible transcribir el concepto del doctor Gaona, porque el país merece que le hablen claro y no lo embauquen más.

He aquí los que dice el urisconsulto, ese sí, el doctor Gaona.

Carta de Mauricio Gaona

Estimados Julio, Juan Pablo, Alberto, Félix y Luz Helena:

Espero que se encuentren muy bien. Respecto a los documentos, mensajes y audios que he recibido relacionados con la posición expresada por el Ministro de Justicia de Colombia, doctor Luis Eduardo Montealegre, me permito señalar lo siguiente.

La posición del ministro constituye, respetuosamente, un exabrupto jurídico de proporciones históricas sustentado en una disquisición intelectual sesgada sobre principios constitucionales y precedentes jurisprudenciales que, de hecho, contradicen directamente las aseveraciones jurídicas y el argumento de fondo que aquel expresa, a saber: que cualquier autoridad en Colombia puede ejercer la excepción de inconstitucionalidad porque, a juicio y buen saber del ministro, el control constitucional difuso faculta a cualquier autoridad para inaplicar actos que considere contrarios a la Constitución — incluyendo, principalmente (al parecer), al Presidente de la República. Tal consideración reviste, incólume e ineluctable, un juicio de valor constitucional que la historia, la teoría y el derecho constitucional moderno no contemplan.

Eduardo Montealegre/Mauricio Gaona. (Imagen: Colprensa-VBM).

Para sustentar su posición, el ministro hace uso del Principio de ‘’Supremacía Constitucional’’ contenido en el Artículo 4 de la Constitución Política de Colombia de 1991, cuya herencia constitucional e ideológica establece: ‘’la Constitución es norma de normas’’. De acuerdo con la lectura del ministro, tal provisión faculta al Presidente de la República para ejercer control constitucional sobre los actos del Congreso. Tal aseveración es falsa. En ninguna parte del postulado normativo del Artículo 4, se establece la competencia constitucional que el ministro (por vía de decreto) le asigna al presidente. En tal virtud, su posición indefectible no representa una interpretación jurídica —de suyo errada— sino una reforma a la Constitución.

Cabe notar con ineludible certeza que el Principio de Supremacía Constitucional presente en las democracias y sistemas que se rigen por el Estado de Derecho (common law, civil law, EU law) no deroga el principio antecedente y primario de Separación de los Poderes Públicos. De ser así, tal elaboración se erigiría como un exabrupto jurídico inobjetable.

Acto seguido, el ministro utiliza la teoría constitucional y precedentes marco de derecho constitucional comparado (Suprema Corte de los Estados Unidos y Consejo Constitucional de Francia) para avanzar la defensa del decreto del gobierno argumentando que en virtud del control constitucional difuso que se originó en la Suprema Corte de los Estados Unidos hace dos siglos, el Presidente de Colombia está facultado para ejercer control constitucional sobre actos del Congreso, tal y como lo podría hacer cualquier autoridad en el país dado que —argumenta el ministro— la institución del control constitucional difuso comporta la posibilidad de difundir el control constitucional entre las ramas del poder público. Tal interpretación refleja, indefectiblemente, un desconocimiento inexcusable y profundo del sistema constitucional americano.

El antecedente jurisprudencial que el ministro utiliza para entregarle la guarda e integridad de la Constitución al Presidente de la República, esto es, el precedente de principio de la Suprema Corte de Estados Unidos que introduce el control difuso o “judicial review» en la teoría constitucional moderna y en el sistema constitucional americano (Marbury v. Madison 1803, 5 U.S. 137) establece, en efecto, todo lo contrario. La decisión de la Corte que, a prima facie, decide la legalidad y la constitucionalidad de un acto del ejecutivo (v.g., el nombramiento del Juez de Paz William Marbury por parte del Presidente John Adams) con base en un Acto del Congreso de Estados Unidos que autorizaba la creación de cargos judiciales después de perder las elecciones presidenciales de noviembre de 1800 ante el entonces candidato, Thomas Jefferson. Empero, el fallo insignia de la Corte termina resolviendo una cuestión de fondo más crítica para el futuro del andamiaje del sistema constitucional americano, esto es, el rol de la Suprema Corte a través del sistema de revisión y balance entre poderes públicos («checks and balances system»). La opinión de la Corte, articulada y escrita magistralmente por el Presidente de la Suprema Corte de Estados Unidos Chief Justice John Marshall, es incontestable: it is for the judge to say what the law is, and for the legislator to say what the law should be [le corresponde al juez decir cuál es la ley, y al legislador, cuál debería ser] (Véase Boumediene v. Bush 2008, 553 US 723 [reiterando la autoridad constitucional de Marbury v. Madison, 200 años después]).

El significado progresivo e incontestable del control difuso «judicial review» en América estriba en que el control constitucional se esparce («difunde») entre los jueces de la república y no, entre todos los funcionarios públicos (Véase Marbury v. Madison 1803; Fletcher v. Peck 1810, 10 U.S. 87; Martin v. Hunter’s Lessee 1816, 15 U.S 304; ExParte McCardle 1867, 74 U.S. 320; Michigan v. Long 1983, 463 U.S. 1032; véase también J. Mauricio Gaona, Appellate Jurisdiction: Depicting the United States Supreme Court Jurisprudence on Congressional and Constitutional Limitations, American Comparative Law Review HACLR, Vol. 14, páginas 1-17, 2013, disponible en: https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3867655).

En otro tanto, la referencia que el ministro hace al sistema de control constitucional de Francia, si bien interesante, es aún más controvertible. Desde su concepción ontológica hasta su establecimiento institucional en la Constitución de la Quinta República Francesa de 1958, el Consejo Constitucional es la única autoridad que puede ejercer control constitucional en Francia «renvoi préjudiciel», particularmente cuando se trata de vicios de procedimiento en materia electoral (Artículos 58 a 61 de la Constitución de Francia de 1958). Sin extenderme más allá de la función inherente a esta misiva, la integridad y guarda de la Constitución son parte de la misión institucional que antecede y fundamenta la existencia misma de la Corte Constitucional de Colombia (Artículo 241 de la Constitución de 1991), especialmente cuando se trata de «consultas populares» por vicios de procedimiento en su convocatoria y realización (Artículo 41, numeral 3, C.P).

En el caso sub judice, la facultad de suspensión (temporal) constitucional de la Corte Constitucional de Colombia entra en juego, sin menoscabo del control de legalidad (directo) y de constitucionalidad (indirecto) que realice el Consejo de Estado colombiano con ocasión de su convocatoria jurisdiccional y de su estudio eventual sobre la validez o nulidad del decreto expedido por el gobierno.

Por último, para justificar su sesgada y lesiva interpretación del control constitucional en Colombia, el ministro invoca antecedentes jurisprudenciales desarrollados por la otrora Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (Bajo la Constitución de 1886). Tal referencia contradice el legado del propulsor de los sistemas de control constitucional de Colombia y ex Presidente de la Sala Constitucional, Manuel Gaona Cruz (Véase Rodrigo Uprimny, Estudios Constitucionales de Manuel Gaona Cruz: El Control Constitucional en Colombia, Ed. Ministerio de Justicia de Colombia 1988, Tomo II; véase también Julio Cesar Ortiz, «El Control Constitucional en Colombia», Boletín Mexicano de Derecho Comparado, Universidad Autónoma de México UNAM, No. 71, 1991, páginas 481-516). Y así podría seguir, elaborando sobre los exabruptos jurídicos que escuché y que no dejan de sorprenderme. Sin embargo, en mérito de la brevedad que la naturaleza del medio exige, me limito a compartir una predicción ineluctable, a saber: teniendo en cuenta las credenciales profesionales del ministro (Fiscal General, Magistrado, Profesor, etc.) y advirtiendo la forma como tergiversa los principios jurídicos que utilizó para sustentar su posición y que, de hecho, contradicen su argumento, mucho me temo que más que una posición jurídica incontrovertible, el ministro está articulando una voluntad política manifiestamente peligrosa y profundamente antiética. El decreto y su defensa constituyen, en suma, un paso velado pero firme hacia la dictadura constitucional en Colombia.

En el efecto dúctil del tiempo se apreciará con distancia que lo que ocurrió en esta fecha en Colombia era más grave de lo que parecía. Cada vez que una rama del poder público se toma atribuciones que la Constitución no le otorga, se rompe el balance institucional que impide el ascenso del autoritarismo y sus vicios más endémicos. Al romper este equilibrio esencial, se vence el Estado de Derecho. Lo que sigue, es prólogo. Tal práctica se denomina, “democratic blending” [«camuflajedemocrático»], esto es, the misuse of constitutional theory and its legal institutions to develop authoritarianism and dictatorship (Véase J. Mauricio Gaona, Democratic Blending: The New Model of Dictatorship in Latin America, Columbia University Journal of International Affairs SIPA, June Issue, 2018, disponible en: https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3827589).

Este es un momento de vital importancia para la república y para preservar el Estado de Derecho en Colombia. El control de la prensa es más que nunca esencial. No fallezcan ante el sofismo desarticulado ni la voz autoritaria. Recuerden que, al final, la prensa es la última voz que se escucha antes de perder la democracia.

A todos, un saludo muy cordial a la distancia.

De ustedes,

J. Mauricio Gaona

J. Mauricio Gaona, Ph.D (r)., DCL. (r), LL.M., M2, LL.B (Harvard, McGill, UCLA, Sorbona-Assas, Externado) Oppenheimer Scholar & O’Brien Fellow, Centro de Derechos Humanos de la Universidad de McGill.

Vanier Canada Scholar, Consejo Nacional de Ciencias Sociales, Investigación y Humanidades de Canadá SSHRC. Senior Fellow, Centro de Investigación Avanzada HRC Indianápolis.

Becario de Honor e Investigador del Decano, Universidad de California UCLA.

Visiting Research Fellow, Instituto de Leyes y Políticas Globales de la Universidad de Harvard HLS.

Condominio, ¡Bahía del Sol!

(Toronto, Canadá, 8 de julio 2025).

Antes de referirme expresamente al condominio, deseo hacer una breve digresión, que para mí es obligatoria para defender los proyectos buenos que desarrollan los empresarios visionarios, bien intencionados, que invierten en Cartagena para ayudarla a crecer, y no para impulsarla a envejecer tugurizándola.

A muchos les toca enfrentar a gente mala, que se instalan o compran para disociar, destruir lo construido, cosa que va en detrimento de todos. Me cuentan que algunas señalizaciones, luminarias y cámaras de vigilancia, las destruyen, animados por un espíritu dañino, perverso, irresponsable. Y la pregunta es: ¿por qué lo hacen?

Lanzan desde los buses intermunicipales latas de cerveza a la vía pública, botan la basura en los solares o las dejan a la orilla de estos, afeando la visual de quienes pasean para llegar a un propósito determinado, como es el de los condominios, que llevan como destino comunicarnos con Barranquilla a través de las playas.

El Gobierno debe realizar campañas para concientizar que la ciudad y las urbanizaciones, es de todos, y por ello, hay que cuidar lo nuestro y lo ajeno. Cierro digresión.

Es innegable que Cartagena de Indias tiene un atractivo muy especial, o para decirlo románticamente: una ‘’Citta che incanta il cuore. E un luoguo mágico, rico di storia y fasccino’’, o… como me dijo Bernardo Bertoluchi, cuando fui director de turismo y del Festival de Cine:

‘’Cartagena es la Venecia de América Latina’’.

(Imagen: archivo particular-VBM).

Todos la reconocen. Sin embargo, muchos de los nativos no dimensionan ese poder encantador que tiene la Ciudad Heroica, y, por el contrario, la utilizan para esparcimientos corruptos, y lo más grave es que la promocionan ofreciéndole al turista local, nacional o extranjero, de habla hispana, inglesa, francesa, o de cualquier idioma, todo lo que representa la perversión, y no la diversión sana y sus valores y reliquias históricas. Además, explotan la inocencia con la venta de comidas de una manera casi extorsiva, chantajeadora, con valores imposibles de pagar, abusando del turismo de una manera inconcebible.

En otras épocas, la Ciudad Amurallada era una especie de casa grande de citas, y el escenario principal se concentraba en ese sector y la calle de la Media Luna. Por fortuna, la nueva administración le ha puesto la mano al tema y ha mejorado bastante, pero todavía no lo suficiente.

Me cuentan que hace pocos días, un grupo de muchachas en tanga, recibían en el aeropuerto ‘’Rafael Núñez’’, a una manada de lobos extranjeros, que venían con el ánimo de devorarse a las ‘caperucitas rojas’.

El turismo decente o el extranjero educado actúa como gente civilizada, y no como un revolucionario solapado, que en estos tiempos de “izquierdópatas”, hacen honor al progresismo en sus diferentes modalidades.

Si las chicas de las tangas intentaron parodiar a las muchachas de Honolulu, están muy distante de la realidad de esas jóvenes que muestran otro tipo de gracia. Acá se podría insinuar el turismo sexual, pero en Honolulu, es la tradición ligada al linaje de hula, con sus bellas olapa.

Ahora centrándome en el tema de BAHIA DEL SOL, el condominio, no me cabe la menor duda que el lugar tiene un futuro extraordinario, con sus encantos y pícaros atardeceres y amaneceres. Es una mezcla de paraíso a sol y mar.

Por ello el pronóstico es que se valorizará en poco tiempo más de lo que hoy asoma. Ojalá el que Gobierno Nacional no sacrifique, por su odio visceral con la Costa Caribe, como probado está, la ‘’gallina de los huevos de oro’’, que no solo abona al bienestar de su promotor, sino de los compradores que han adquirido a buen precio sus lotes para edificar sus casas o cabañas al gusto propio, y no obligados al uniforme, y, no me cabe la menor duda, que también contribuye a mejorar el modo de vida de Arroyo de las Canoas, la zona en donde está asentado el condominio.

Una de las fallas urbanísticas que adolece Cartagena, es que el Estado llega muy tarde, cuando todo está terminado, y aparece, para cobrar impuestos. En la ciudad de Barranquilla el sistema es otro, porque la administración se convierte en facilitadora del progreso, porque le interesa que las constructoras tengan el apoyo del Gobierno, para poder cobrar los impuestos por concepto de servicio en algo que se vea plenamente justificado.

Bahía del Sol, siempre la consideré una buena opción para dar el paso a un estatus agradable. Es lógico que, por esa falta de presencia del Estado, a sus promotores les toque asumir costos iniciales que jamás serán eficientes. ¿Si los mismos servicios estatales fallan, que se podría exigir a un promotor privado, que no dispone de los recursos para la optimización? Por eso entendí, que los precios por metro cuadrado en ese sector turístico era tan barato, y es por la simple la razón de establecer una compensación por la carencia de los servicios públicos básicos. Eso es sano y hay que tenerlo en cuenta en aras a la equidad.

La mejor reflexión es unirse todos para solicitar a la Alcaldía de Cartagena, ese apoyo necesario e indispensable, para que se dispongan de todos los servicios públicos especialmente los del agua.

Inviten al doctor Dumek Turbay, para que conozca de fondo y de primera mano, el panorama, la situación y las necesidades de un nuevo e indiscutible polo de desarrollo para la capital de Bolívar, como lo hacen con Alex Char, que verifica las necesidades de los barrios y de las nuevas urbanizaciones.

Por eso Barranquilla hoy tiene otra cara y sus urbanizaciones son admiradas por los parques y el esmero colectivo de las autoridades y los ciudadanos.

¡Al mal paso, darle prisa!

(Toronto, Canadá, 1o. de julio de 2025).

Colombianos: no sabría a quién carajo dirigirles esta nota, cuando los malos pasos tienen prisa, y los buenos caminan lentos detrás de los malos que, para colmo de males, se les tiene a los buenos como un objetivo o blanco en mira de la subversión, la que dispara balas para matar, o… algo tan letal como son las calumnias para acabar con la moral y la dignidad humana.

Si hacemos un pequeño examen de los amenazados a muerte en el país, se puede observar que, en un alto porcentaje, aparece la derecha, que está representada por un sector del partido Centro Democrático, y otros que no estando en esa línea uribista, son ampliamente opositores al gobierno.

Todos los contradictores están en riesgo muy alto. ¿No les parece muy curioso esto? ¿Qué lectura se le podría dar a esta discriminación?  Solo una, que el país en su totalidad se está inclinando hacia la derecha, y ese deslizamiento resulta terrible para la izquierda, y por ello, como aves de mal agüero, lo anticipamos, no van a entregar el poder.

Al considerar que la situación está sumamente grave, hay que tomar soluciones drásticas al tenor de lo que está escrito en la Constitución.

Lo que no se puede permitir es que se trate de permear a la justicia y atentar contra las Cortes, ni mucho menos al Congreso. Antes por el contrario, estamos obligados a defenderlos para que no se dejen intimidar, y que se sientan respaldados por el pueblo.

Desde luego las manzanas podridas, o las que están a punto de podrirse, las hay en todos los canastos, y…esas, son las más peligrosas, porque, en términos patrióticos, se llaman traidores.

Lo cierto es que hemos llegado a tal extremo, que al senador, Miguel Uribe Turbay, se le trató de asesinar y casi que lo logran. Ahí está el distinguido compatriota en cuidados intensivos luchando por su vida. ¡Dios lo ampare!

Corte Suprema de Justicia. (Imagen: archivo particular-VBM).

Al ex presidente, Álvaro Uribe Vélez, se le viene acosando en estos últimos quince años de forma continua, aplicándole una ‘’eutanasia pasiva’’ de manera judicial, que devasta la psiquis del más fuerte de los seres humanos.

Ahora tienen en la mira al general ® Eduardo Zapateiro, acusado de concierto para delinquir, inventándole algún episodio en su gestión militar que no existió, y por lo mismo, lo ponemos en duda, porque conocemos su hoja de vida y su entrega en la fe por la causa.

La Honorable Corte ha tomado la decisión de llamar a declaración a Otoniel y dejar en firme la investigación contra el general Zapateiro. Eso en el fondo me parece sano para dejar limpia la hoja de vida del alto oficial. Y

el proceder de la Corte, lo entendemos como una forma de darle transparencia a la investigación, la que seguramente terminará declarando su inocencia.

Recuerden: La calumnia es el arma de los criminales, que la emplean cuando las balas no se pueden disparar.

No creo que el presidiario Otoniel declare contra el general acudiendo a un testimonio falso. Ya es suficiente el daño que le han hecho al país, con todos estos testimonios amañados y mentirosos. Ningún testimonio falso resucitará a los muertos, ni reivindicará, ni sacará de las cárceles a los presos, solo se atreve hacerlo el Presidente para hacer uso del populismo, a través de una parlamentaria que ni siquiera vale la pena citar su nombre, para después encerrarlos nuevamente. ¡Cría cuervo que ellos te sacarán los ojos!

Lo que si preocuparía muchísimo es que los que tienen en sus manos la administración de la justicia, sus determinaciones se unten de color político, y sea una estrategia aliada con el Gobierno para el juzgamiento de las conductas de los ex funcionarios de otro mandato, como defensa de los desaciertos del gobierno actual. Eso sería lamentable.

Si existiera independencia en los poderes y de los juicios individuales en forma libre, brillaría la justicia.

Quienes no cumplan con el sagrado deber de honrar la justicia, que debe ser ciega para fallar, quien no lo haga, mancha la investidura de la toga, y viola el espíritu de las leyes para prostituirlas ante el mejor postor. Hay excepciones, y esas son las que tenemos que defender, porque esas serán las que contribuirán a salvar la patria.

En este Gobierno llueven los conciertos de toda clase y de todos los ritmos, y nada pasa. Ante tan diabólica andanada de sucesos, uno se pregunta, ¿quién juzga a quién, si no existe autoridad moral para hacer tales juicios, y menos con señalamientos acusadores, si quienes lo hacen son los mismos que accionan la guillotina? ¿Juez y parte?

Y pensándolo bien, ¿en manos de quien o de quienes está la seguridad del Estado? ¿En manos de quien o de quienes está la justicia acusadora del país? ¿No han observado quien es la persona que está a cargo de la Unidad Nacional de Protección? ¿Será que tiene las manos limpias? ¿Será que la fiscal con dedo acusador en el proceso contra el ex presidente Alvaro Uribe Vélez, está motivada por la justicia recta y cumplida, o con la desviada e interesada¿ ¡Averígüelo Vargas!

En el país, ya nada nos queda, porque todo nos lo están quitando: la dignidad, la independencia de los poderes, y hasta el coraje, y… se atropella el respeto institucional y empresarial porque se han burlado de todos descaradamente, me corresponde invocar, aunque suene a una ilusa metáfora, el espíritu del Quijote de la Mancha, para que por lo menos hagamos el intento de luchar contra los monstruos imaginarios y los fantasmas representados en los molinos de vientos, pensando en que el pueblo colombiano conforme una ‘’caballería andante’’ para enfrentar al molino que está triturando el Estado de Derecho de los colombianos.

Sería un atentado a la dignidad de la patria seguir dormidos ante lo que le está pasando a la Nación, a la luz del sol y de la luna, haciendo las veces de espectadores o de bohemios en el trasnocho y el guayabo, en lugar de guerreros de hacha y machete.

Nos estamos quedando hipnotizados por la cobardía, para que nos escriban en una lápida el epitafio diga: ¡Aquí Colombia perdió su honor, porque un solo terrorista la redujo a cenizas!

Es preferible ver escrito: ¡Colombia se defendió de los terroristas, y hoy solo quedan cenizas!

Colombianos: debemos decidirnos por la lucha en nuestra defensa; eso está en la Constitución, y con más razón, si no hay quien o quienes nos protejan.

Nosotros estamos huérfanos de quienes nos defiendan, y por eso hay prisa, no sea que pasemos de águilas raudales a una cuerda de estúpidos vencejos, parodiando al poeta.

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