Seguir negando la realidad es suicidarnos

Si bien es cierto que en una democracia la prensa es libre, en el caso colombiano algunos medios de comunicación manipulan la información y eso acaba de verse con las noticias que empezaron a difundirse a raíz del escándalo sobre la exjefe de gabinete del presidente Petro, su empleada, y exniñera. Así mismo con la grabación telefónica entre el exembajador Benedetti y, al parecer, la exjefe de gabinete de la que solo se escucharon algunos apartes de lo dicho por Armando Benedetti y no por su interlocutora. Ya se comienza a decir que esta grabación fue manipulada.

De otra parte, lo dicho por la revista Semana sobre presuntos sobornos a la campaña del hoy presidente de la república en la que inicialmente hablaron de 15 mil millones de pesos, y ahora dicen que fueron 15 millones. Lo curioso es que al parecer la grabación en la que se mencionó la cantidad inicial, ya no existe.

(Imagen: Infobae – VBM).

En países desarrollados como Bélgica, por ejemplo, cuando un medio de comunicación manipula la información, o induce falsas noticias en sus lectores, o dice a medias la realidad y no muestra las dos caras de la moneda, de inmediato se sanciona y deja de funcionar el medio de comunicación.

¿Cómo podemos fortalecer la democracia en el país si son algunos grupos de poder, de presión, políticos y medios de comunicación que la debilitan?

Nuestra constitución otorga facultades al ejecutivo para que él como jefe de gobierno y del Estado pueda llamar la atención sobre temas que se muestran irregulares, como el mencionado por él sobre la revista Semana, y eso no significa que esté en contra de la prensa libre.

¿Por qué tanto miedo sobre el tema? Si ese medio de comunicación como cualquier otro está ajustado a la ética profesional, a la independencia, a la realidad, pues saldrá bien librado.

Nosotros como sociedad civil debemos exigir que no se nos manipule y que se nos informe con la realidad y no con un sesgo ideológico o político que lo único que hace es desinformar y alejarse de lo que debe ser la prensa libre y responsable.

Dejémosle a los políticos su labor propia de crear ideas, políticas públicas y planteamientos serios que se puedan controvertir y permitamos que Colombia tenga una prensa responsable.

Con todos los últimos acontecimientos y la numerosa y exitosa manifestación que el primer mandatario de la nación tuvo con sus seguidores quienes le dieron un absoluto respaldo, la prensa no puede desconocer y tratar de tapar el sol con un dedo, porque no solo estaría faltando a la ética, a la verdad, sino desconociendo una realidad del país que podría traer serias consecuencias al no tener en cuenta estos hechos.

La clase política debe entender que Colombia requiere un cambio y que ellos ya no representan a un gran número de la nación. Urge que aterricen y miren las verdaderas necesidades que tienen esos 20 millones de colombianos que viven en la pobreza monetaria según la noticia dada por el diario Criterio el pasado 26 de abril.

¿Cómo se puede fortalecer una democracia si quienes manejan los entes de control debilitan el Estado de Derecho al no aplicar el principio general del derecho de que la ley es para todos por igual? y así tiene que aplicarse, pues para nadie es un secreto y así lo han manifestado los medios de comunicación que en la Fiscalía General de la Nación al parecer los procesos relacionados con la corrupción de peces gordos, de paramilitares, del clan del golfo y de los amigos del gobierno anterior, están engavetados.

¿Cómo conocer nuestra historia y generar un criterio sobre la verdadera realidad del país, si en los colegios no se enseña la historia y esta se tergiversa, y algunos medios de comunicación endiosan al diablo, y a Dios lo condenan? Recordemos que los hechos generados en el pasado son la causa de la terrible realidad que nosotros como país y como sociedad estamos padeciendo hoy en día. ¿Será que los que han llevado al país al caos que ahora tenemos, son los que no quieren que los colombianos y en particular los jóvenes conozcan los vejámenes que han cometido?

Si los políticos, la institucionalidad y los distintos actores de la sociedad civil quieren ignorar el significado de las manifestaciones de ayer, vamos camino a la hecatombe. Urge fortalecer el Estado de Derecho y este solo se consigue llevando a los delincuentes de cualquier estrato social y por el delito que se le impute a la justicia, destapando las ollas podrías sin importar quien caiga y dando a conocer la verdad. Solo así podremos reconstruir el país, la paz, el desarrollo y la unión de todos los colombianos para que sanemos el tejido social que a causa de algunos políticos incendiarios quieren seguir polarizándonos.

Dicho lo anterior deseo hacer énfasis en que esta radiografía no surge como un fenómeno nuevo, sino que es la continuación de un proceso de polarización, desunión y debilitamiento del tejido social y de la institucionalidad democrática que viene afectando al país desde hace mucho tiempo. Los colombianos tenemos la necesidad urgente de avanzar hacia el fortalecimiento de la justicia, la paz, la equidad y la democracia.

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Clara Inés Chaves RomeroExdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

Sobre Clara Inés Chaves

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