PUNTA DE LANZA

Por Senén González Vélez

Amín Díaz: promotor del turismo marítimo

(Toronto, Canadá, 14 de mayo de 2024)

Cartagena está en deuda con aquellos que, como don Amín Díaz, gran empresario del turismo marítimo, merecen que se les reconozca por simple justicia al mérito y el deber cumplido.

Logró este gran señor y amigo, desarrollar el transporte de turismo, que hoy es toda una gran empresa de naves pesadas y livianas, que ha dado motivos para que otros empresarios se sumen para bien de la cultura turística de la ciudad de Cartagena.

Su visión llego a tal distancia, que no se contentó, con construir naves, sino un sitio para pernoctar, como el Hotel Cocoliso, en honor a ese hidratante de agua perfumada que, en la intimidad de sus habitaciones también se toma, pura o con licor, unida a la blancura de su carne y su jugo que se saborea cuando el amor se vuelve agua en dulce, o como cuando el placer se convierte en manjar.

Amín Díaz. (Imagen: archivo particular – VBM).

Si don Amín existiera, ya estarían en la bahía sus buses marítimos funcionando, para evitar las congestiones vehiculares en las horas picos en la noble y querida Cartagena.

Él seguramente escribió en su bitácora imaginaria, sus servicios al turismo, y como un sentido epígrafe, describiría su pasión por el mar, como también estimularía a las nuevas generaciones, a que no dejen morir ’’gallinita de los huevos de oro’’, desvirtuando el concepto de hacer turismo decente, a cambio del vulgar, salvaje y explotador sexual.

Sus enseñanzas y experiencias nos dio a conocer que, a través de la ‘’industria sin chimenea’’, se aprende de la diversidad y las costumbres, y lo que siente y se vive cuando se está en medio del inmenso océano a la luz del sol y la luna, que en su mayoría de las veces evoca lo romántico, pero también enseña lo que es la soledad, para fortalecer el temple del carácter.

Quienes disfrutamos de tan bellos momentos, que hoy continúa brindándonos su hijo Amincito, empresario y caballero a toda prueba, gran conductor como su padre de las relaciones públicas, será nuestro aliado para escribir la historia de su progenitor, pero en piedra, como reconocimiento de su titánica tarea para mostrar la otra cara amable de la ciudad y no la indecente que estaba invadiendo las islas y la ciudad misma en su centro amurallado y sus alrededores.

Disfrutar de los paisajes del mar, sus atardeceres y amaneceres con el fragor de sus encantos y soleados días como grato esparcimiento. Seguro fue y es el remedio para la tristeza y cura para las desesperanzas, inclusive, para tener fe que Dios existe.

Solo basta ver las maravillas del cielo y el océano, donde la visión pierde su alcance, pero la imaginación la puebla de esperanzas y ensueños. El mar invita a los enamorados y recibe a los despechados para que reflexionen y liberen los corazones enjaulados.

El mar es la medicina para muchos males: aire puro, jamás contaminado, como debe ser la lealtad y el principio para amar el amor, como el mandamiento que Dios nos ha regalado. Todo lo que nos obsequia la panorámica del inmenso mar del atlántico, adornado en la noche por estrellas y por el día, con gaviotas, alcatraces, tijeretas, garzas, amaneceres y atardeceres de colores, es allí, donde se aprecia la presencia viva de Dios y nos invita a que nos amemos los unos a los otros, en busca de la paz espiritual y no del placer, de la lujuria o la liberación del pudor a cambio del libertinaje sinuoso que espanta el turismo cultural, vacacional y familiar.

(Imagen: archivo particular – VBM).

Hoy en mi soledad, busco recordar esos tiempos y logro mediante mi imaginación y la música, una manera de escapar de las angustias del tiempo, y… como el ave alcatraz, a veces me lanzo en los mares imaginarios en picada, para pescar las alegrías del ayer que discrepan del mundo de los absurdos de hoy, que nos ha ido quitando los recuerdos decentes, por el tamaño del desconcierto de una modernidad importada, que no es nuestra.

Hay que darle gracias a quien nos permite vivir esas alegrías, para apartarnos de las toxicidades del mundo.  Eso hizo don Amín, con muchísimas personas de todos los continentes.

El alcatraz apuntó con su pico y proa visionaria, hacia los bellos amaneceres y atardeceres, cargados de familias, para mostrarles la parte bella de la Ciudad Heroica y mantener viva la imagen de su magia, en medio de los gobiernos apáticos para cumplir cabalmente con la gestión administrativa asociada a la pedagógica. Hoy, el tirano apunta con su visión dedestroyer”, para acabar con lo bueno que se ofrece al servicio colectivo universal.

Los Alcatraces en nave, como los que vuelan en fila india en el espacio aéreo, con su pico proa, rompían diariamente el ímpetu del aire y oleaje, capoteando la velocidad del viento. Todos los días salía el gran Alcatraz izando bandera en buen viento y buena mar, repleto de turismo, untado de alegrías y esperanzas.

Esa visión creadora de don Amín, y la ocurrencia de honrar el nombre de tan querida ave marina, fue la promotora de una ensoñadora expedición, para que el visitante experimentara su primera aventura camino al paraíso del tropicalísimo Caribe, esencia de culturas entrelazadas que nos hacen únicos en el mundo, por la diversidad de mezclas.

Gracias al Alcatraz, fueron naciendo otras empresas que apuntaban al mismo destino para el servicio de este querido e hidalgo terruño, el Corralito de piedra, noble rincón de nuestros abuelos, del que ya se puede nuevamente evocar cruzar y caminar sus calles y callejuelas, sin damitos” ni damiselas, ladrones y ladronzuelos.

Hoy he querido dedicar mi nota editorial a Don Amín Díaz, (Q.e.p.d), como un reconocimiento póstumo, porque si alguien de modo silencioso, trajo a Colombia, y a buena parte de Latino América y gran porción del mundo alegrías, fue él, para que disfrutaran de la ciudad y de las bellas islas del Rosario de Cartagena y el fuerte de Boca Chica.

Tuvo el acierto de bautizarlas como el Alcatraz, que como decía don Daniel Lemaitre, en su poema a la nostálgica ave de pico largo:

‘’El ALCATRAZ Que llega cuando el invierno empaña el día, y heraldo de la recia tribunada, bate por la quietud de la ensenada, el remo gris de su melancolía.

‘’De pronto corta el vuelo; se diría que lo ha herido la muerte a la pasada, y cae como cosa abandonada y rompe el vidrio azul de la bahía.

‘’Certero al deglutir, del pico enorme sale el reflejo de metal pulido: ¡es el trágico fin de un pez que albea!.

‘’Después, viejo filósofo conforme como si nada hubiera sucedido, se deja columpiar por la marea”.

Muchas veces nos sentimos como el alcatraz: lucimos tristes, pero soportamos con resignación cristiana el final que nos espera, sin que se nos escuche el dolor y la quejadera.

Ya cansados y aporreados por las tantas clavadas de gran altura, vamos perdiendo como el ave marinera, nuestra investidura, hasta quedar viejos, ciegos y sordos, que, al confundir el mar con la pradera, se lanzan en picada y… trágicamente, son las rocas de la montaña que los espera.

Así mueren los alcatraces y así morimos quienes soñamos con la esperanza de ser felices más de lo que fuimos.

La virtud del calamar ante la estupidez

del kakapo y la astucia del conejo

(Toronto, Canadá, 10 de mayo de 2024)

A raíz del escándalo que sobre la figura del presidente del Congreso de la República, doctor David Name, y la de su homólogo de la Cámara de Representantes, el doctor Andrés David Calle Aguas, ambos señalados de recibir, supuestamente, sobornos para la aprobación de proyectos de ley presentados por el gobierno del presidente Petro, no podría buscar una mejor manera de ‘’fotografiar’’ la situación, tan compleja por todo lo que la rodea, sin que el momento no me invite a recurrir al comportamiento y fama de algunos animales, que no por ser considerados como tales, se les desconozca su valor e importancia, pero también sus habilidades, destrezas y torpezas, que en ocasiones se parecen mucho a la de los humanos, que asumen actitudes inconcebibles, absurdas, bien sea por la avaricia, o como justificación que se la endosan a la necesidad que los impulsa a ese medio irregular por la supervivencia.

Es una falsa y equivocada justificación, para enriquecerse con los dineros del Estado o de cualquier otra oportunidad de negocios de mala reputación, que los enmarca en la pésima y deshonrosa avaricia.

Se dice que el senador David recibió 3 mil millones de pesos en un lugar de la mancha, en una sutil aventura quijotesca, donde las largas aspas de los molinos de viento, no le tocaran su cabeza y dignidad, ni menos verse expuesto a las inocentadas de don Sancho Panza que lo pusieran en evidencia, sabiendo que si los perros ladran, es porque están vivos, y si al paso de la bestia van, es porque cabalgan.

Por ello al senador Name, lo bautizaría con el nombre calamar y ya les explicaré la razón más adelante.

Sobre el segundo que apenas lo subastaron con mil milloncitos, menos gordo es el pez, lo veo en el cuerpo del kakapo, por haber recibido la tula, en el sagrado recinto de su hogar, de paso irrespetando a sus hijos y su esposa, de manos del señor Sneyder Pinilla, en su apartamento en Montería.

También les comentaré sobre esta ave, que es símbolo de la estupidez y de la torpeza. Es decir, que el primero vale más por gordo, talentoso y paisa, que el segundo, oriundo del departamento de Córdoba, comarca valores intelectuales muy destacados como honrados, que, por desgracia es Liberal, pero de los torpes, lentos y miope, aun cuando ambos hayan actuados como los avivatos”, o personas hábiles para sacar ventajas a las situaciones.

O… como magistralmente la definió el ex Presidente Alberto Lleras Camargo: ‘’Es un tío que resuelve todos sus problemas, e invita a todos los demás a resolverlos por medios que apenas están al borde de la ley, y en ocasiones por debajo de la ley penal, pero en un sitio que no es fácil de descubrir”.

Ahí se ha colocado el conejo, el que finalmente, el ojo del águila investigador, los sacará de su madriguera.

Se dice que el calamar detecta los colores a través de la piel, para lo cual asume el color que más le conviene para protegerse de sus enemigos.

Eso parece ser lo que hizo el doctor Name, quien da la impresión que su firmeza ante las acusaciones, tendrán como salida, y escape a la vez, las habilidades del conejo, para que dicha suma, supuestamente recibida, se muestre como originada por compromisos y servicios profesionales que son anteriores a la situación presente, por lo cual, al crear ese espacio en blanco, interfiere el hilo de la investigación, y entonces su Juez Superior, no podrá condenarlo tan fácilmente, mientras lo vuelve atar. ¡Estará libre de pecados por ahora!

Ojalá demuestre su inocencia, porque muchos nos habíamos ilusionado por su independencia y defensa de la democracia y autonomía del congreso. Pero al parecer resultó un: blá, blá, blá.

De otra parte como el presidente Petro estaría más preocupado por la cantidad de sinvergüenzas que tiene a su lado, que son los que están dándole el golpe de estado blando, y algunas veces de color rosado, está en la cuerda floja, y se convierte el doctor Name en víctima y al mismo tiempo en victimario del Jefe de Estado, y además en calamar, que ante las circunstancias en que se encuentra, pone a funcionar su metamorfosis de piel, que de verde, asume el camuflaje que más le convenga para defenderse de los que hoy o mañana, serán sus depredadores o verdugos.

No así le ocurre al Kakapo, o ave de la noche (entre otras cosas este ave liberal y esclavo al mismo tiempo, como consecuencia de sus estupideces naturales, es el único loro que no sabe volar teniendo largas alas), tiene el cuerpo del papagayo y la cara de búho.

Este curioso animalito esta en vía de extinción y es oriunda de Nueva Zelandia. Pero parece que una especie similar, nace en Colombia para sumarse a otras de parecida estirpe, que, teniendo alas para volar, prefiere caminar las ramas del árbol, para bajar a tierra y por lo cual se le considera como un idiota al servicio de los depredadores y rapaces, por lo que en un país donde la justicia sea firme y los medios investigadores sean independientes, este kakapo perdería el año, atrapado y sin salida. Pero como el todo se vale, es posible que encuentre o le ayuden a buscar una ‘’honrosa’’ salida. Aún así, creo que las evidencias son tan claras, que lo veo detrás de las rejas.

Si el país se une en una sola causa y voz, y los órganos judiciales y legislativos desean defender la dignidad de la patria, se salva el país.

Todos los corruptos deben ir a la cárcel y no se escapa el presidente Petro, que si bien puede agarrarse de la frase que todo fue hecho a sus espaldas, le salta al frente el principio que dice: Se delinque por tres razones elementales, señor Presidente: por acción, omisión, y porque al saber de la comisión de un delito, y no lo denuncia, se convierte en cómplice. aquí no vale excusa alguna.

Lo que si puede funcionar es la mermelada en masa, para cubrir toda la tostada, como lo dijera cierto ministro de un gobierno pasado.

El Presidente X

(Toronto, Canadá, 7 de mayo del 2024).

La catadura moral del señor X, es tan horrible y perversa, que resume todos los defectos más detestables que puede tipificar la escoria de un ser humano indeseable y sátrapa.

No obstante, hay quienes soportan el fétido olor de un huevo podrido mientras almuerzan, y, por el contrario, hay otros que se les quitan las ganas de comer y se apartan del lugar.

Lo más grave de todo esto, es que, así como para algunos la X provoca rechazo, asco, vomito, para otros, los conducen a la fascinación y, en la mayoría de las veces, al éxtasis.

Por ello, esta es una nación macondiana, en la que todos sin excepción somos protagonistas de todas las experiencias habidas y por haber, desafortunadamente, más malas que buenas, en que la figura humana, y sus ocurrencias, por más estúpidas que sean, terminan convirtiéndose en genialidades aceptables, aun cuando sean absurdas.

Aquí, en esta tierra disque del Sagrado Corazón de Jesús y la Virgen María, hoy bajo el mandato del maligno, se aprueba el todo se vale, y se convive de manera natural, como si el azúcar y la sal fueran la misma cosa.

Iván Name. (Imagen: Prensa Senado – VBM).

Tan cierto es, que algunos sectores de la importancia empresarial colombiana, so pretexto de librarse del factor ese, X, se plegaron a esa letra y hoy, no saben cómo hacer, ni como irse del país, tratando de perder algo, para no perderlo todo. No se atreven a paralizar el país, porque le sale la X, que es ya como un espanto. 

Nos reputamos como república independiente y libertarios por vocación, pero como contraste recurrimos a la esclavitud, eligiendo a nuestros propios verdugos, que hoy nos tiene con la soga al cuello.

Nos encantamos con el presidente del Congreso de la República, y hoy amanecemos de capa caída al verlo metido en el enredo más denigrante de los sonados en el país en los últimos años.

Pensábamos que estaba recuperando el honor del Legislativo, pero no, se dice, que fue una estrategia consabida. ¡Qué horror!

Tenemos pobreza y cordones de miseria en casi todas las ciudades consideradas grandes capitales, pero para convencernos, necesitábamos que nos marcaran con un X para poder hablar de ella con propiedad, es decir, no basta con identificar las heces y su olor, sino que, para estar seguros, debemos probarla.

Ahí están pintados una parte de numerosos colombianos que hoy se quejan de la X para terminar en un etcétera.

Todo lo que nos está ocurriendo con el Doctor X, viene de una corriente socio política literaria, que abrió caminos y permeo las aristocracias, participando como espías dentro de estas, la que luego llegó a todos los estratos y nada de raro seria, que, como muchos de los organismos  internacionales no son neutrales, sino que hacen parte  de la nueva ola y del nuevo orden, todo se calculó, escogiendo como  la vía más expedita, para penetrar el universo intelectual del país, las letras, el arte, la música, y los medios de comunicación, para  introducir  el sistema  que hoy astutamente le han puesto el título de progresista.

Cuando el gran nobel colombiano, Gabriel García Márquez, creó su macondo imaginario, en sus Cien Años de Soledad, no hizo otra cosa que traer al papel la historia de su propia vida, su rebeldía y la antipatía por las alcurnias.

Lo hizo con una astucia impresionante, mejor que Santos.  Es que Gabo, sabia ser agradable.

Sin demeritar la maravilla de su imaginación creativa y el honor para su tierra Aracataca, al llevarles el honor de un nobel en Literatura, con esos Cien Años de Soledad, y su fantástica imaginación, agregada a la espectacular forma de atracción personal, tan fuerte fue, que se incrusto en el sentimiento de muchos colombianos, al punto que nos volvimos sus fanáticos siendo un hombre de total izquierda, con ropaje de progresista burgués. 

Y eso hay que abonárselo. Nos ilusionó a todos los connacionales, como también a Fidel. Bueno … es que el Nobel era superior a Fidel y a Santos, en todos los sentidos.

Decían que Gabo, mandaba en Cuba y Venezuela y Colombia, sin mover un dedo, solo con el verbo elocuente de un cuento macondianamente bien contado.

García Marquez se convirtió en el opio de las letras que, con la misma fuerza de las religiones, atrajo gente, que terminaron obsesionadas y a disposición de la capacidad convincente del escritor. ¡Qué maravilla!

Su gloria, la repartió entre Cuba y México, dejándole a los colombianos, el placer de permitir que le dieran un fraterno abrazo, para el devolverlo con una pícara y a lo mejor burlesca sonrisa oculta detrás de un bigote, seguramente mofándose de las ridiculeces de una sociedad, que lo adulaba y adulaba, con sendas invitaciones, a los mejores lugares y clubes sociales de la patria.

Siempre lució como el anfitrión de Colombia y como invitado. Una dualidad maravillosa convertida en el don de la ubicuidad.

Su patria putativa fue Colombia, pero más parecía cubano o mexicano.

A pesar de todo, nadie le puede arrebatar su talento para narrar, y para volver un sentido pésame o un duelo, en una gran fiesta. Fue un gran relacionista dominante.

Pero, con todo respeto, no le fue leal a su patria.

Esa es mi patria, la casa de las paradojas, en que residen toda clase de fenómenos. 

Por esa razón tenemos un X de presidente, y por ello, el Congreso y la clase política, también en su mayoría son X, P.M. como el mismo presidente.

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