La influencia africana en Colombia: Un legado de resistencia y conexión global

La historia de Colombia no puede comprenderse sin reconocer el impacto profundo de la influencia africana. Desde las primeras llegadas de poblaciones africanas esclavizadas hasta los movimientos sociales contemporáneos, la huella africana está presente en todos los ámbitos: cultural, religioso y político. Este legado no sólo ha configurado nuestra identidad nacional, sino que también ha enriquecido nuestras formas de resistencia y resiliencia.

Uno de los aspectos más significativos de esta influencia es el religioso. Las tradiciones africanas, a menudo fusionadas con el catolicismo impuesto durante la colonización, han dado lugar a manifestaciones como la santería, el palo mayombe y otras expresiones de espiritualidad afrodescendiente. Estas prácticas no sólo son un testimonio de la adaptabilidad y creatividad de las comunidades africanas esclavizadas, sino también un puente entre el pasado y el presente, que mantiene viva una memoria colectiva de resistencia cultural.

(Imagen: Pixabay-VBM).

En el ámbito cultural, las contribuciones africanas son innegables. Desde los ritmos del tambor y el currulao hasta la cocina y las expresiones artísticas, el aporte africano ha enriquecido profundamente nuestra diversidad. Este mestizaje cultural nos conecta con África de maneras que trascienden el tiempo y el espacio. Celebraciones como el Festival de San Basilio de Palenque son un recordatorio vibrante de estos lazos.

En cuanto al impacto político, las comunidades afrocolombianas han desempeñado un papel crucial en la lucha por la equidad y los derechos humanos. La organización de colectivos, movimientos y líderes afrodescendientes ha sido fundamental para visibilizar las desigualdades históricas y contemporáneas, y para promover la justicia social en Colombia. Esto conecta también con una lucha más amplia por la equidad global y el reconocimiento de las deudas históricas derivadas de la esclavitud y la colonización.

Durante la conferencia que di el pasado 22 de enero en la Unesco por invitación de los embajadores de Togo y de Colombia representé al país, se plantearon dos preguntas que invitan a reflexionar más a fondo sobre este legado. La primera fue: “¿Cómo podemos preservar la memoria colectiva de la influencia africana en un mundo globalizado?” La respuesta está en el fortalecimiento de las comunidades, la educación intercultural y la inclusión de la historia afrodescendiente en los currículos escolares. Reconocer el papel de África en nuestra identidad no es solo un acto de justicia histórica, sino también una forma de empoderar a las nuevas generaciones.

La segunda pregunta fue: “¿Qué conexión especial tiene Colombia con África en términos de cultura, justicia ambiental y paz?” Colombia comparte con África una historia de resistencia ante la explotación y la opresión. En el contexto actual, esta conexión se refleja en la lucha por la justicia ambiental, donde comunidades afrodescendientes en ambas regiones lideran esfuerzos para proteger sus territorios frente a intereses extractivistas. Además, los procesos de paz en Colombia pueden aprender mucho de las tradiciones africanas de resolución de conflictos y construcción de comunidad.

En conclusión, la influencia africana en Colombia es un recordatorio de la importancia de la diversidad y la resistencia en la construcción de un mundo más justo y equitativo. Preservar este legado es un compromiso que debemos asumir colectivamente, no solo para honrar a quienes nos precedieron, sino también para construir un futuro más inclusivo.

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Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

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