El mundo al revés en la Universidad Nacional

(Imagen: arcbivo particular – VBM).

Escuchando la entrevista a la rectora de la Universidad Nacional respecto a la entrada, al parecer, de la disidencia de las FARC al campus de ese centro educativo, donde según ella entran todos los jueves a producir disturbios, me impresionó que en dicha entrevista se discutió sobre el papel de la policía y si ella podía entrar o no a la universidad y porque no lo hacía para proteger la vida de los estudiantes y demás personas que se encontraban en esta institución.

Ante el llamado de la alcaldesa Claudia López para que la policía entrara a la Universidad Nacional y a la petición al gobierno nacional para que haya autoridad y se combata a los delincuentes, lo que me llegó de lo dicho por la rectora y de la discusión de los periodistas es una confusión entre lo que es autoridad y su diferencia con el autoritarismo.

Una cosa es que aprendamos a tener cultura de paz y ciudadana que estamos crudos en esa materia y tendremos que repetir mil veces el año, y otra cosa es que impidamos que las fuerzas del orden en general no se les permita ejercer la autoridad que la propia ley y la constitución les otorgan.

No se entiende que si la rectora de la Universidad Nacional sabe que todos los jueves entran estos grupos subversivos no se tomen las prevenciones del caso y se ponga en riesgo de esta manera la vida de las personas y de la policía como ocurrió con el uniformado Rodríguez.

Si lo dicho por la alcaldesa López de que se conocía por parte de la inteligencia del país que estos encapuchados iban a entrar a este plantel universitario, ¿por qué se fue benevolente y no se hizo nada para impedir que hubiera heridos y se acabara con la tranquilidad pública?

Una cosa es el dialogo y otra cosa es ejercer la autoridad que la constitución y la ley le otorgan a la institucionalidad democrática del país y en particular a las fuerzas armadas para que haya el orden y la convivencia pacífica que se requieren.

No podemos maniatar a la policía y a las fuerzas armadas en general por un discurso de tratar de educar para la paz como lo expresado por la rectora; las dos cosas deben ir de la mano y el interés general prima sobre el particular.

Recordemos que las características de la autoridad son las que emanan de la ley y la constitución, es una potestad para gobernar y dirigir, es el elemento indispensable en toda organización y en particular del Estado para garantizarle al conglomerado social la justicia, la convivencia pacífica y la paz.

Además, la autoridad del que la ejerce debe reunir unos requisitos especiales como una envestidura propia que le permita ejercer la autoridad. Esta figura es indispensable en un estado para que los gobernados conozcan quien es el líder y quien manda, y sobre todo que el que ejerce la autoridad lo hace siguiendo un Estado de Derecho y toda una reglamentación jurídica.

Mientras que el autoritarismo implica un abuso de poder de la autoridad, busca la imposición y no el consenso, y los subordinados no tienen una participación activa.

Recordemos que la Policía Nacional, como fuerza pública, tiene la misión específica de la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, la defensa y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio nacional.

El hecho de que una de las políticas del Jefe de Estado sea la paz total, no es para que los delincuentes con quienes quiere hacer la paz puedan intimidar a los colombianos y hacer lo que les venga en gana en cada rincón de la geografía del país y se les permita hacerlo. La paz no se construye debilitando el Estado de Derecho sino fortaleciéndolo.

Lo que viene pasando los jueves en la Universidad Nacional es una alteración del orden público y en ese sentido la policía puede entrar allí. La ley del garrote y de la zanahoria hay que implementarla.

No podemos seguir debilitando la moral de las fuerzas armadas del país por el espíritu demagógico de la rectora al pretender ilusamente que estos encapuchados van a aprender sobre la convivencia pacífica, y el respeto a la ley y a la constitución.

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Clara Inés Chaves RomeroExdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

Sobre Clara Inés Chaves

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