Mucho se ha venido hablando del arte de la guerra y poco del arte de la paz. En todos estos temas, la diplomacia se ha impuesto, frecuentemente con una visión homogénea que ignora la diversidad histórica y contextual del mundo.
Consideramos erróneamente que la paz es la mera ausencia de guerra, soslayando la importancia de la paz positiva y sus pilares para la construcción de un estado fuerte y gobernable, con instituciones democráticas consolidadas y un Estado de Derecho donde se respete y cumpla el imperio de la ley.
El mundo está en constante evolución, y los análisis de escenarios bélicos pasados no son directamente aplicables en la actualidad.
Para que exista una paz duradera, como señala Bertrand Badie, politólogo y profesor emérito de Sciences Po París en su libro «El Arte de la Paz», esta debe ser sistémica. Badie argumenta que resolver conflictos requiere abordar problemas globales como el cambio climático, la salud mundial y los derechos humanos, promoviendo una coexistencia pacífica deseada por las comunidades afectadas.
(Imagen: archivo internacional-VBM).
Además, la construcción de la paz requiere ingredientes esenciales como el respeto al derecho internacional. Instituciones como la ONU se ven limitadas cuando algunos países violan esta normatividad, como se observa en situaciones como el conflicto israelí-palestino o la guerra en Ucrania.
En un mundo en evolución, la resolución de conflictos debe considerar problemas globales emergentes como el cambio climático, la seguridad alimentaria y el acceso al agua, entre otros.
Coincido con Badie en la importancia de resolver estos conflictos y en la necesidad de considerar la cultura de las poblaciones y minorías. En África y algunas regiones europeas, las fronteras históricas han sido alteradas, impulsando a ciertos pueblos a recuperar territorios y costumbres ancestrales.
La función del Estado es gobernar para todos los ciudadanos, respetando su diversidad cultural y cumpliendo con los principios de un Estado Social de Derecho, garantizando calidad de vida y satisfacción de necesidades básicas para todos.
En países con conflictos armados, es crucial atender a las víctimas para sanar sus heridas y comprender la naturaleza de los conflictos, ya sean culturales, religiosos o resultado de la ausencia del Estado.
En otros casos, los conflictos responden a la lucha entre delincuentes o grupos ilegales por el control de recursos estatales, en un Estado frágil que no responde a las necesidades de la población.
Tomando las palabras de Badie, quien sostiene que la guerra ha perdido su utilidad práctica y que construir un orden basado en la paz es más racional y beneficioso, debemos analizar qué tipo de conflictos enfrenta Colombia, cómo proteger a las víctimas, cómo lograr una cohesión social y cómo generar políticas incluyentes para los diversos grupos étnicos del país. Particularmente, es esencial fortalecer el Estado, superando la existencia de poderes paralelos y aplicando el principio constitucional de que Colombia es un Estado Social de Derecho.
Como señala Badie en «El arte de la paz», la paz no puede limitarse a ser la ausencia de guerra, sino que debe concebirse como un esfuerzo integral que aborde las causas estructurales y globales de los conflictos, como en la República Democrática del Congo cuya capital es Kinshasa. Esto implica superar las limitaciones de las instituciones internacionales y redefinir las relaciones entre Estados y comunidades.
En términos de conflicto, podríamos decir que ese país africano tiene semejanzas con Colombia, dado que los grupos al margen de la ley buscan el control de los recursos naturales, especialmente minerales, y ambos países comparten la característica de un Estado débil, aunque quizás el colombiano lo sea en menor medida.
—————————————————————
Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.