Punta de Lanza: Desde la distancia, solo veo a María Fernanda y a Abelardo

Por Senén González Vélez

(Toronto, Canadá, 13 de mayo de 2025).

Digresión uno.

Quiero recordarles a los colombianos que lo ocurrido con el ingeniero santandereano, Rodolfo Hernández, en las pasadas elecciones presidenciales, dicen que se está montando nuevamente.

Aparece en escena el señor Santiago Botero diciendo: ‘’Que cuente el presidente Petro con nosotros, voy a ser un soldado de Petro. Siento que hay una oportunidad gigante para sacar adelante al país; creo en Colombia; se vienen muchas oportunidades con la apertura de fronteras, somos un país estratégico’’. Texto reproducido por David Ghitis. Ahora… si escuchan lo que dijo en YouTube, resulta atractivo para los que les gusta el engañoso dulce, pero mata al diabético, que es la Colombia ingenua.

Vean en Semana la otra silueta incógnita del millonario ‘paisa’. No sé qué está pensando el señor Botero, si es que la Presidencia en estos momentos de quiebre el país está en subasta pública y al mejor postor, en la que resulta una oportunidad única para el adinerado llegar a la presidencia.

Qué no se equivoque el señor Botero, que de buenas intenciones no solo está lleno el cielo, sino también el infierno.

Colombia necesita un estadista, pero antipetrista, y, desafortunadamente, usted no lo es. Su declaración hay que agradecérsela, porque no se presentó disfrazado, y ya sabemos bien a qué atenernos.

Ya Rodolfo Hernández, el mago, sacó de su cubilete el conejo y nos fregó, solo falta recurrir al dicho ‘paisa’ que diga: ‘’Eso que reconforta, se chupa y se aprieta, da fuerza a la pandereta y ayuda a la digestión’’, o, como quien dice: ‘Tomen de mi cuento, avemaría, porque esta yerbita que les brindo sirve, pa´ que se les quite la pobreza, el hambre y el dolor’.

Digresión dos.

Debido a los escándalos y las determinaciones de la Honorable Corte Suprema de privar de la libertad a lo desfalcadores, vale advertir: Que la cola nunca actúa sola si la cabeza no se lo ordena. Iván Name y Andrés Calle, los expresidentes del Senado y de la Cámara, fueron detenidos por orden de ese tribunal. Lo que debe seguir, ahora, es el camino que encuentre la cabeza que ordenó todo el entramado de corrupción a las arcas de la Nación.

Por eso urge ungir a un Jefe de Estado de conducta impecable. Esa es la razón del cataclismo que hoy vive el país, por ello destaco a estos dos personajes: Abelardo De La Espriella y María Fernanda Cabal, motivo de este artículo.

Abelardo de la Espriella/María Fernanda Cabal. (Imagen: Infobae-VBM).

No se engañen compatriotas con la revelación promesera del multimillonario, Santiago Botero, que se declaró soldado Petrista. Ahora se sumará al contexto estratégico el tartufo, Juan Manuel Santos y del impoluto, Ernesto Samper Pizano, conformando el peligroso cuarteto para pescar en río revuelto y dividir la oposición. Actúan con agendas propias, y al final se encuentran.

Aquí se necesitan líderes de perrenque, con corazón y cerebro de estadista; que piensen y pongan a pensar. No necesitamos figuras impulsivas, que hablen de lo humano y lo divino, sin tener un ápice de conocimiento de lo que es la administración pública.

Petro y ahora el ‘paisa’ Botero, quieren llevar a la misma oposición a una graciosa paradoja, para envolverla en una espiral sin fin, para hacerla ver como si estuviera preparándole a la democracia, su miserable funeral.

Esa impresión hay que destronarla. Señor Botero: usted es un millonario ‘paisa’, pero su osadía, no alcanza a la de su paisano, el expresidente Alvaro Uribe Vélez. Colombia le agradece su confesión. Porque, aquí entre nos, soldado avisado, no muere en guerra …

Todos los candidatos, deben mostrar la procedencia de sus riquezas y esto no solo debe examinarlo la DIAN, sino un tribunal internacional, porque estamos hablando de riquezas que están en otros países, bien guardadas, en dólares, euros y, quizás, en oro.

A mí no me cabe la menor duda, que se está divagando en torno a la forma de cómo tumbar el Presidente, cuando las herramientas legales están a la mano para hacerlo. Entonces, ¿cuál es el miedo?

Escrito está en la Constitución la manera para destronarlo, pero se volvió letra muerta, por la cobardía o la complicidad de los legisladores. Cuando la prebenda asoma el signo de pesos, estimula el hambre del corrupto. -Bellacos son; hijos de mala simiente.

Por eso el pequeño Cantinflas, se da el lujo de burlar las leyes, los gremios, hasta de la ingenuidad del mismo pueblo y la dignidad de la Fuerza Pública, pasándose todo el sistema legal, por donde las costillas pierden su honesto y mal oliente nombre.

Propongo a la Colombia pensante:

Que hay que mostrar primero los planes de gobierno, no las improvisaciones de una izquierda que ofrece cosas imposibles de cumplir, para luego improvisar con un gobierno chambón.

Organizado el plan, es necesario que paralelamente, las Fuerzas Armadas, sus reservas, los generales en uso de buen retiro, y los retirados a la brava por el tirano, que nos unamos sin temor.

Que ellos también estructuren su plan de cómo debería ser manejado el país. El aporte militar y policial es válido, porque es otra óptica que complementa la visión de un estadista civil para la toma de decisiones, que permitan el desarrollo nacional para que renazca la confianza del inversionista tanto nacional como internacional.

Quién de ellos salga escogido, se convierte automáticamente el vencido en su fórmula vicepresidencial, o la declina, para darle la oportunidad a otra línea de la oposición.

Sería interesante conocer previamente los nombres de los ministros, teniendo en cuenta, propongo yo desde la distancia, para Defensa, al general (r) Eduardo Henrique Zapatero, innegable conocedor del conflicto armado.

Muy válida sería conocer la postura de un buen ministro de Hacienda, que podría ser el doctor, Bruce Mac Master, como muchos otros, que son figuras destacadas, para apenas citar a dos nombres que se nos viene en el pensamiento.

Es importante que, en la participación ministerial, las concurrencias estén representadas por todos los sectores de la oposición, incluyendo el personal de la reserva, valor importante para salvar la democracia.

También deben conformarse con la oposición, equipos que nos representen en procura de conseguir gobernaciones, alcaldías, buena parte del Congreso, así como las asambleas departamentales y concejos municipales.

Es un imperativo incluir a estudiantes de diferentes universidades que se hayan destacado, para formar parlamentarios frescos, ‘nueva sangre’ de corte demócrata, y no progresista.

Si la sensatez prima por encima de las ambiciones, y la vanidad ociosa no le hace una mala jugada al buen uso de la razón para que gane la soberbia, podríamos decir, honrando la palabra y los compromisos: ¡Nos salvamos!

Soy liberal de doctrina, que siente un profundo asco por los que se reputan ser liberales de hoy, vestidos como descarados prostitutos, sabidos que son unos mercaderes del honor, la ética y los principios al mejor postor. A esos, hay que acabarlos. Hay excepciones, desde luego.

Yo solo deseo paz para todos, pero de la mano y del temor de Dios, tenemos que sacar adelante a Colombia. Mañana es tarde.

Carta a las Fuerzas Armadas y de Policía de Colombia

(Toronto, Canadá, 6 de mayo de 2025).

Mis apreciados oficiales y compatriotas:

Reciban mis sentidas condolencias por los 37 soldados y policías asesinados mediante el plan pistola, y seguramente que vendrán otros, y por las víctimas inocentes ajenas a la barbarie que está padeciendo nuestra patria; condolencias que no se las ha dado el presidente Gustavo Petro a sus familiares, y creo que no lo hará, por el desprecio que él le tienen a todos ustedes, como evidentemente está demostrado en lo que lleva de su nefasto mandato.

Siempre he sido un admirador permanente de las fuerzas del orden, las que defiendo y estimo como uno de los mayores símbolos patrios que reflejan el espíritu soberano de una nación libre y temerosa de Dios.

Ustedes son la identidad y la moral de la nación libre que, para el mundo, representan la imagen de un país en libertad y orden. Y esa es Colombia.

A pesar de esa notable impresión, la virtud y el coraje marcial, por desgracia, se ha ido debilitando por la fuerza de las pasiones políticas e ideológicas que han traído miseria y ausencia de firme autoridad, distanciándose de los principios éticos, a tal punto, que la doctrina y el deber militar han quedado en oscuro suspenso, lo que nos deja una espantosa y confusa impresión para preguntarnos: ¿es que estamos en presencia de una dualidad entre el deber ser como oficiales de doctrina, o solo se trata de un ejército humano de espectadores que en modo robótico cumple a ciegas las órdenes superiores, así a estas les asesinen sus propios integrantes en nombre de la democracia, la Constitución y las leyes?

No me cabe la menor duda, señores oficiales, que estamos viviendo una disputa del pasado contra el presente, poniendo en peligro el futuro de las nuevas generaciones.

Los hijos de quienes sirvieron a la patria, iniciarán su vida con un potencial de odios. Y… la venganza y el desquite, serán su válvula de escape, lo que es fácil pensar y deducir que se está educando futuras generaciones para un mayor y angustiante conflicto armado. Y… ¿qué decir del ‘’sicariato’’? Este será el empleo más fácil, el que a la mano ofrezca mejor remuneración. ¿Acaso eso es digno? El pago por recompensas se está volviendo en un lucrativo negocio, que es, en esencia, un paga diario.

Señores Oficiales: la dignidad no es negociable y dar concesiones mucho menos. Permitirlo, no solo es mostrar debilidad sino el hambre de hacer parte de los corruptos para alcanzar el enriquecimiento ilícito o recibir honores que pierden su grandeza porque el defecto mata la virtud.

Es preferible tener en el pecho un humilde escapulario de tela con la imagen de Cristo y su madre, la Virgen, que medallas obtenidas y otorgadas por un indigno cafre.

Señores Oficiales: de todas las ramas del poder defensivo de la Nación, con todo respeto les digo: Si en verdad ustedes desean el bien para Colombia, es hora de hablarle con carácter al Jefe Supremo de ustedes, no sea que la historia los incluya como cómplices o mecenas de la debacle en la que está a punto de caer el país, para volverla satélite del terrorismo, el narcotráfico y el comunismo. ¡No se llamen a engaño! Remember to Venezuela.

No creo que el deseo de ustedes sea dejarle como herencia a sus hijos, nietos y esposas, pisotear 214 años gloriosos del Ejército y 113 de la Policía Nacional, cuando gozan de la herramienta constitucional para defender la vida y honra de los colombianos, cuando el pueblo irresponsablemente se levante, o cuando el gobierno se tiranice. ¡Eso no es ser deliberantes!

Bueno es ejercer un derecho, pero mejor aun es cumplir con una obligación moral y justa, ética y profesional, como es defender la patria y sus valores, la Constitución, las leyes y la democracia, por encima de cualquiera consideración política o tiranía que se insinúe.

Y cito: ’’El deber de las Fuerzas Armadas es defender la patria no solo a través de la guerra, sino de la paz y de los valores democráticos. La fuerza militar está en el deber no solo para proteger a los aliados, sino para luchar contra la tiranía, sea por tierra, mar y aire’’: Winston Churchill.

Quienes hayan ingresado a la milicia solo para vivir y no luchar por la patria para morir, han traicionado el espíritu de su doctrina, perdiendo dos batallas: el amor propio como emblema supremo militar y policial, para matarles a sus hijos, el héroe que ustedes para ellos representaban, para consagrarse o mal como cobardes o de miserables traidores vendidos.

¿Será que ustedes salvan la Patria, o se alían para hundirla? Tengo fe en la causa que nos obliga a defender las instituciones y la democracia. Por eso no pierdo las esperanzas de verlos reaccionar más temprano que tarde.

Atentamente,

Senén González Vélez

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