¡Los que más suenan para este 2024!

Los Dodgers y los Orioles; los Bravos y los Yanquis; y los Vigilantes y los Cascabeles, en el primer plano del sonajero.

Dodgers de Los Ángeles. (Imagen: Los Angeles Times – VBM).

No han empezado a desarrollarse los entrenamientos primaverales para esta nueva temporada del 2024 en las Grandes Ligas, y ya se elabora una lista de equipos para llegar a la vuelta, por lo menos, de la postemporada, a modo de ir ambientando lo que debe ser otro año en el mejor béisbol del mundo.

No son pronósticos, desde luego, y mucho menos, algo así como predicciones, porque como siempre se ha dicho, una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa: no es lo mismo analizar a los equipos sobre el escritorio, papel en mano, observando su nómina y la calidad y el talento de sus peloteros, y otra muy diferente, a los resultados que se dan en los diamantes de juego en el transcurso de la campaña.

Las lesiones, normales en el deporte; las inesperadas bajas en el rendimiento de los jugadores que hacen parte de los factores naturales del ser humano; los errores mentales, que no se anotan pero que pesan mucho a la hora de la verdad, y los errores en el campo de juego, esos sí, que hacen parte de las estadísticas, pueden cambiar por completo las consideraciones que se hacen sobre cada novena, sin incluir las espectaculares acciones defensivas, que pueden destrozar la jugada más necesaria y útil para conseguir un triunfo indispensable para alcanzar el objetivo.

En el sonajero

Por todos los movimientos que han hecho, por una causa justa, tal vez, y por las consideraciones de lo que tienen  en sus nóminas, los Dodgers de Los Ángeles ocupan el primer lugar en favoritismo para obtener su pasaporte para la postemporada.

Traer a Mookie Betts desde los jardines para que se encargue de defender la segunda almohadilla —¿será finalmente cierto? —; haber obtenido la firma del astro japonés, Shohei Ohtani, quien este año sólo tendrá la opción de ser bateador designado mientras supera sus condiciones físicas para volverlo a tener laborando desde la lomita de los sustos; conseguir los servicios de Yoshinobu Yamamoto para su cuerpo de lanzadores; agregando a Tyler Glasnow y al zurdo James Paxton para la rotación, y confirmar que el brazo de Clayton Kershaw volverá a estar en la línea de juego; y firmar al dominicano Teoscar Hernández para los bosques, hacen del club el equipo a derrotar, tanto en la división Oeste de la Liga Nacional, como en su propio circuito y, desde luego, en la franquicia a clasificar para la postemporada.

Dave Roberts, su estratega, no la tiene fácil. Todos los reflectores estarán sobre la novena desde el primero hasta el último juego de la temporada regular, y por supuesto, de la fase final de la contienda. Y esas exigencias están respaldadas por la enorme inversión de la franquicia para que los Dodgers lleguen, como todo el mundo espera, a la Serie Mundial.

¿Y los Bravos? Pues los Bravos de Atlanta, siempre los Bravos, sin muchas variaciones exageradamente notables, mantiene su grupo de jugadores que han dado buen rendimiento en las dos últimas temporadas, pero Brian Snitker y su tropa, saben que tienen que pensar en más allá: en la Serie Mundial.

Los experimentados, el zurdo Chris Sale y el venezolano Luis Guillorme, harán parte del grupo de curtidos jugadores que pueden dar buenos frutos en lo momentos complicados de los juegos, pero lo que buscarán los Bravos no es tanto ganar la división Este de la liga, con Matt Olson, Austin Riley, Michael Harris II, el venezolano Ronald Acuña Jr., el curazaleño Ozzie Albies, Sean Murhpy, Travis DÁrnadud, en fin, cuyo dominio han mantenido por bastante tiempo; lo que necesitan, definitivamente, es llegar a la Cita de Octubre. No hay de otra.

Los Bravos no resisten otra vez ser eliminados por la corona del circuito por los batalladores Filis de Filadelfia, en la ronda de octubre.

En cambio, los actuales campeones de la Liga Nacional, los Cascabeles de Arizona, a sabiendas de que necesitaban un poco más de ‘combustible’ para defender la corona del circuito, contrataron los servicios de tres curtidos jugadores que pueden cambiar el diseño de un equipo que llegó agónicamente a la postemporada para disputar la Serie Mundial, el año pasado, para pensar con más firmes opciones para esta temporada.

La firma de los experimentados venezolanos, el lanzador zurdo Eduardo Rodríguez y del antesalista y buen bateador Eugenio Suárez, y la del hombre del collar de perlas, Joc Pederson, bateador peligroso a la hora de sentenciar un juego, con el apoyo de su puñado de peloteros de jerarquía con que cuentan en la actualidad, le dan a los Cascabeles las posibilidades de llegar con más tranquilidad a la postemporada, pese a que van a estar en una división Oeste que será probablemente, tan disputada como la Este de la Liga Americana.

Si el Novato del Año de la liga, Corbin Carrol, el cubano Lourdes Gurriel Jr., los dominicanos Ketel Marte y Geraldo Perdomo, y el receptor venezolano Gabriel Moreno, responden como lo hicieron en la pasada campaña, bienvenidos sean los Cascabeles para otra memorable temporada.

Orioles de Baltimore. (Imagen: CDN – VBM).

En la Americana

Brandon Hyde llevó a los Orioles de Baltimore a ganar el título de la discutida división Este de la Liga Americana con 101 ganados, pero no pasó de la primera vuelta eliminatoria en la postemporada. Hizo bastante, eso es cierto, pero necesitan más para esta nueva temporada.

¿Necesitaban un abridor de consistencia? Eso señalaron en su momento los críticos cuando vieron a los Orioles palidecer frente a los Vigilantes de Texas en la ronda divisional. Ya lo tienen: es el distinguido Corbin Burnes, un poderoso brazo que puede hacer la diferencia en la campaña y en la postemporada. Pero también sumaron al taponero de credenciales, como es Craig Kimbrel, para soportar la ausencia de su estelar relevista dominicano, Felix Bautista, ausente por la cirugía de Tommy John.

Los Orioles tienen con qué responder, pero la tarea tienen que hacerla despacio y con buena letra.

¡Sí o sí! Los Yanquis de Nueva York están, puede decirse, contra la pared. Necesitan no solamente ganar el Este de su liga sino ir a la Serie Mundial y ganarla, nada fácil pero tampoco imposible, como lo vienen exigiendo sus seguidores. Y tienen razón. Desde hace 14 años, no llegan al Clásico de Otoño. Aaron Boone lo sabe y tiene conciencia de que ‘el palo no está para cucharas’.

Han llegado a la nómina, el cotizado dominicano Juan Soto; Marcus Stroman, para la rotación y los jardineros, el mexicano Alex Verdugo y Tres Grisham, pero ya no están Michael King, Luis Severino, Wandy Peralta y Albert Abreu, para solo citar a los lanzadores que dejaron la franquicia.

¿Será Soto la solución de todo lo que necesitan los Yanquis para triunfar? ¿Podrá Stroman mantenerse a la altura de las exigencias de la temporada? ¿No necesitarán otro fuerte abridor los ‘Mulos’ para pensar en serio? Hay muchas más incógnitas al rededor de los afamados Yanquis, pero el tiempo de ganar o ganar, llegó.

Y en cuanto a los actuales campeones de la Liga Americana y de la Serie Mundial, los Vigilantes de Texas, se fueron en este invierno de la plantilla el abridor zurdo, Jordan Montgomery, el relevista zurdo cubano, Aroldis Chapman y Mitch Garver, mientras que un rival directo, como los Astros de Houston, se está armando para probar que la cosecha ganadora de sus contrincantes directos de división y de estado, no puede darse todos los días y que en este 2024, las cosas serán a otro precio.

El capataz de los Vigilantes, Bruce Bochy, sabe muy bien que para repetir en el trono del Clásico de Otoño se necesita un equilibrio en todas sus líneas y aceitar la ‘maquinita’ para que la producción sea lo que se necesita, exhibiendo esa indiscutible calidad de juego que mostraron un año atrás.

Volver a ganar todos los juegos de visitante en la postemporada, seguramente que no será cosa fácil. Pero la intención de los campeones es, por lo menos, volver a estar en la postemporada, pese a que el formidable Corey Segaer, el jugador Más Valioso de la Serie Mundial, no estará disponible al comienzo de la campaña y que necesitan, visto a ojo de buen cubero, a otro abridor con las condiciones y capacidad de Montgomery, quien llegó a mitad de temporada para ganarles 4 y perder 2, y luego sumar 2 victorias y 1 derrota en la postemporada.

La aventura de este 2024 para el béisbol de las Grandes Ligas apenas empieza a despuntar con la apertura de los campos de entrenamientos, y de aquí al 30 de septiembre, cuando se recojan los bates de la temporada regular, veremos pasar mucha agua por debajo de los puentes.

Como dice el refrán popular, se escucha mucho tilín … tilín … pero quién sabe se habrá paletas …

Sobre Antonio Andraus

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