Clayton, ¡camino a la inmortalidad!

El zurdo de los Dodgers, Clayton Kershaw y sus 3.000 ponches. Una ilustre carrera que le aseguran un cupo en la inmortalidad. Es emblema y gloria del béisbol.

Clayton Kershaw. (Imagen: archivo internacional-VBM).

Cuando Vinny Capra abanicó el lanzamiento en slider del zurdo, Clayton Kershaw, en la sexta entrada del juego del 2 de julio de este 2025 por la noche, en el ‘Dodgers Stadium’, los 53.536 aficionados que estaban sentados, se levantaron para tributarle uno de los homenajes más sentidos a uno de los peloteros emblemáticos de todos los tiempos de los Dodgers de Los Ángeles.

La pelota, que viajó a 83.3MPH, que fue abanicado por Capra, de los Medias Blancas de Chicago, para colgar el tercer out del episodio, salió del brazo zurdo de Kershaw para contabilizar 3.000 abanicados en su ilustre carrera y su nombre quedó inscrito como uno de los más grandes serpentineros de todos los tiempos de los Dodgers.

Su sendero hacia la inmortalidad está surcado por una grandeza de un lanzador que no se amilanó en momentos tan difíciles que ha tenido su brillante carrera.

Clayton lo ha dicho en varias oportunidades: ‘’todo ha sido producto del trabajo, la disciplina, de resistir, de insistir y de persistir, hasta llegar a lo que he logrado, en medio de muchos sacrificios, de superar lesiones, de pensar que no iba a volver al montículo, pero conté con el apoyo de un puñado de compañeros y de estrategas, que a lo largo de los años, siempre me dieron aliento y nunca me dejaron desfallecer’’.

Receta no escrita

En el béisbol de las Grandes Ligas, hay ‘’recetas no escritas’’ que permiten vislumbrar lo que depara el futuro. Por ejemplo, batear más de 450 cuadrangulares. Por ejemplo, poseer una ofensiva de bateo por encima de los 330.  Por ejemplo, alcanzar más de 250 victorias como serpentinero. Por ejemplo … bueno …

Llegar a los 3.000 ponches propinados. Y si esa marca se combina con ser un lanzador ganador, como es el caso de Clayton Kershaw, el texano que desde muy niño tenía muy claro que quería ser jugador de béisbol, y de los  buenos, abren los caminos que conducen a la gloria cuando la perseverancia y los deseos de mejorar día a día se convierten en realidad.

En más de tres ocasiones, Clayton tuvo la sensación de que su carrera como lanzador estaba llegando a su fin. Sus dolencias no le permitían desempeñarse con sus condiciones habituales, para enfrentar a sus rivales. Pero nunca desmayó, siempre insistió, se mantuvo decidido a no dejarse vencer por las dificultades de salud.

Cuando en aquel ya lejano 25 de mayo de 2008, debutó en la Gran Carpa, Clayton empezó a modelar y perfeccionar su mecánica de juego desde la lomita de los sustos, hasta el punto que en 21 aperturas de la temporada, ganó 5 y perdió 5, y 11 de sus partidos no tuvieron decisión, pero contabilizó sus primeros 100 bateadores abanicados.

Los tres últimos

En el 2024, cuando Clayton pensaba que estaba lejos de cualquiera condición de salud que lo mantuviera fuera de la lomita de los sustos, volvió a resentirse, y apenas pudo abrir 7 partidos, con 2 triunfos y 2 derrotas, y estaba a 56 ponches para alcanzar la mágica cifra de los 3.000. Pero concluyó la campaña con 24 ponches en 30 entradas de labor.

Quedaba entonces a 32 abanicados para poder llegar a la histórica marca. Perdió todo abril y las 2 primeras semanas de mayo de este 2025. Y en los tres primeros partidos, a finales de mayo, ante los Angelinos, los Mets y los Guardianes, trabajó 11 episodios, liquidando apenas a 6 bateadores por la vía de los buenos lanzamientos.

Enderezó las cargas con 4 juegos en junio, con 27.2 entradas trabajadas y 23 ponches propinados.

Y llegó el 2 de julio. Frente a los Medias Blancas, se trepó a la lomita del ‘Dodgers Stadium’ y en 6 actos liquidó a 3 bateadores para llegar a los 3.000 abanicados, para cruzar una difícil pero majestuosa barrera camino a Cooperstown.

El cubano, Miguel Vargas, fue su víctima 2.998, en el tercero; el venezolano, Lenyn Sosa, el 2.999 en el cuarto; y finalmente, Vinny Capra, el 3.000, en el cierre de la sexta entrada.

Fue un lanzamiento en slider, uno de sus favoritos, enviada a 83.5MPH ante Capra, en la cuenta de 1 y 2, que le fue cantado, después de ver una recta de 4 costuras a 90.6MPH que fue bueno; una curva, de 75.3MPH que fue mala y otro slider a 84.5MPH, abanicando la brisa.

Los aficionados estallaron en júbilo y la fama abrigó al formidable zurdo, que durante 18 campañas ha estado con su equipo del alma, los Dodgers de Los Ángeles, con el cual, concluirá su inolvidable carrera deportiva, tal vez en muy poco tiempo.

(Imagen: Chicago Tribune/AP-VBM).

Terminaba una faena de 6 episodios, con 9 imparables permitidos, 4 carreras aceptadas, incluyendo 2 en el tercero por cuadrangular de Austin Slater con un compañero en circulación; 1 base por bolas y 3 ponches propinados.

Dejó el juego perdido, con la pizarra de 4 a 2, pero finalmente, los Dodgers le ganaron a los Medias Blancas, al fabricar racimo de 3 al cierre del noveno, para triunfar por 5 carreras a 4.

Hasta esa fecha, Kershaw registra 4 partidos ganados, 0 perdidos, otros 5 encuentros sin tener decisión, con 44.2 de actos laborados, 3.43 carreras limpias por juego y 32 abanicados en lo que va de la campaña.

Su última temporada

No lo ha dicho de manera tajante, pero todo hace presumir que Kershaw se irá del béisbol activo, cuando concluya esta temporada.

Clayton, que nació en Dallas, Texas, el 19 de marzo de 1988, debutó con los Dodgers, a los 20 años, 2 meses y 6 días, el 25 de mayo de 2008, y sumó sus 3.000 ponches, a los 37 años, 3 meses y 13 días.

Tiene en su tarjeta, 216 triunfos y 94 perdidos, para 2.52 carreras limpias por juego, hasta el 2 de julio de este 2025.

En 2.787.1 actos de labor desde la lomita de los sustos, Kershaw acumuló los 3.000 ponches, participando en 441 encuentros, 438 de ellos, en calidad de abridor, otorgando 692 bases por bolas, 28 de ellas, de manera intencional.

Ha sido convocado en 10 ocasiones al Juego de las Estrellas por la Liga Nacional, que ahora serán 11, dado a que fue incluido por Rob Manfred, el Comisionado del Béisbol de las Grandes Ligas, para que concurra a la cita de Atlanta.

Ganador de tres premios ‘Cy Young’ en el Viejo Circuito, en los años 2011, 2013 y 2014, Kershaw también tiene en su casa los trofeos de 4 premios ‘Warren Spahn’, otro por un ‘Guante de Oro’, del 2011; uno más del premio ‘Roberto Clemente’; dos más, como ‘Jugador Más Valioso’ de la Liga Nacional y ‘Jugador Más Valioso’ de las Grandes Ligas, ambos en el 2014. ¡Ah, bueno, y los de Serie Mundial!

Galeria de élite

Si tenemos en cuenta que las Grandes Ligas tiene vigencia desde hace 121 años y que apenas 20 serpentineros han podido llegar a la marca de los 3.000 abanicados, hay que concluir, sencillamente, que se trata de una tarea titánica desde el montículo, a cuya galería de élite, llegan los que realmente son buenos de verdad.

Todos deben recordar al inmortal Cy Young, en cuyo tributo de admiración se entrega anualmente el galardón en su nombre, al mejor lanzador tanto de la Liga Americana como de la Liga Nacional, en reconocimiento a sus 511 triunfos, un registro vigente y que cada día se hace más difícil esperar que se pueda superar.

Pues bueno. Young es una referencia indiscutible cuando se habla de serpentineros del béisbol. Con 22 temporadas en la Gran Carpa, tuvo 511 ganados y 316 perdidos, en 906 juegos en donde participó, con 815 aperturas, y con 7.356 episodios trabajados, apenas llegó a 2.803 bateadores abanicados.

Es la prueba indiscutible de lo difícil que es llegar a los 3.000 abanicados.

Clayton Kershaw llega a una galería élite con sus 3.000 ponches en su ilustre carrera, antes de llegar a ocupar un nicho en el Salón de la Fama.

Además de Kershaw, hacen parte de la nómina de los lanzadores con 3.000 o más ponches propinados, Nolan Ryan, Randy Johnson, Rogers Clemens, Steve Carlton, Bert Blyleven, Tom Seaver, Don Sutton, Gaylord Perry, Walter Johnson, Greg Maddux, Phil Niekro, Fergie Jenkins, Pedro Martínez, Bob Gibson, Curt Schilling, CC Sabathia, John Smoltz; y Max Scherzer y Justin Verlander, estos dos últimos, todavía en actividad.

Cuarto zurdo

Para los amantes de las estadísticas, en este grupo selecto de apenas 20 lanzadores con la mágica cifra de 3.000 abanicados, en más de un siglo de actividades del  béisbol de las Grandes Ligas, hay cuatro zurdos que han inscrito sus nombres en esa codiciada lista de grandes entre los grandes.

Randy Johnson, Steve Carlton, CC Sabathia y, ahora, Clayton Kershaw.

En esa constelación de estrellas de las serpentinas, solo tres registraron sus hazañas con un solo uniforme en sus largas carreras en la Gran Carpa.

Walter Johnson, con los Senadores de Washington; el ébano, Bob Gibson, con los Cardenales de San Luis, y ahora, Clayton Kershaw, con lo Dodgers de Los Ángeles.

En su camino para conseguir los 3.000 ponches, Kershaw  se enfrentó a 959 bateadores, y de acuerdo con Elías Sports Bureau y Sarah Langs, la destacada periodista de la MLB, uno de esos contrincantes a los que abanicó, fue Will Venable, a la sazón, actual capataz de los Medias Blancas de Chicago, precisamente la novena frente a la cual propinó sus 3 últimos outs por la vía de los buenos lanzamientos, para completar la cifra.

Otros detalles

De paso, Clayton es el cuarto lanzador en la historia de los 20 lanzadores que ponchó a un estratega cuando fue pelotero activo. Los otros tres son: Bob Gibson, de los Cardenales, a Sparky Anderson, que dirigió a los Rojos de Cincinnati, en 1974; Phil Niekro, con los Mets ante los Vigilantes, que orientaba Doug Rader, en 1984; y finalmente, Justin Verlander con los Astros ante Brad Ausmus, el estratega de los Angelinos, en 2019.

Brandon Belt fue al jugador que Kershaw le recetó más ponches: 30 en total. Al equipo que más abanicados le ha propinado: los Gigantes de San Francisco, con 413, hasta hoy.

Bajo la dirección de Dave Roberts, el actual estratega de los Dodgers, Kershaw suma 1.254 abanicados y … contando; con la orientación de Don Mattingly, Clayton marcó en su tarjeta 1.249 ponches y cuando estuvo bajo la dirección de Joe Torre, consiguió 497 abanicados.

Clayton Kershaw ha sido, es y será la emblemática figura desde la lomita de los sustos para los Dodgers, en este Siglo XXI, y su icónica figura, con su manera peculiar de hacer sus movimientos desde el montículo, permanecerá, por siempre, en la retina de cientos de miles de aficionados que lo vieron actuar en los estadios de las Grandes Ligas, y su despejado camino para ir al Salón de la Fama, lo convierten en otra leyenda del béisbol.

Sobre Antonio Andraus

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