Según los más experimentados consultores de turismo del mundo estas son las cinco islas más espectaculares de Europa.Skellig Michael.
(Irlanda) Skellig Michael es una mole empinada de roca de 220 metros de altura que surge del mar frente a las costas del condado de Kerry, en Irlanda. La isla, que sólo se puede visitar de mayo a septiembre, es famosa por su aparición en dos de los últimos episodios de la saga Star Wars–“El despertar de la Fuerza” (2015) y “Los últimos Jedi (2017)- y por los ‘clochans” o celdas de piedra de su solitario monasterio de estilo celta, fundado por monjes gaélicos en el siglo VI y declarado patrimonio mundial por la Unesco. Skellig Michael, al igual que la vecina Little Skellig, también es el hogar de especies de aves como frailecillos, alcatraces y águilas pescadoras.
Prócida (Italia)Isquia, Capri y Prócida forman el trío insular más famoso del archipiélago napolitano. En Prócida, la más pequeña de las tres, se rodó “El cartero y Pablo Neruda” (1994). Más allá del puerto de Corricella, con sus coloridas casas pegadas a la ladera, y la catedral de San Miguel Arcángel, están el mar y unas gentes amables y conversadoras. Quien busque la calma tras el bullicio de Nápoles ha llegado al lugar perfecto.
Conectadas entre sí por una única carretera, las Lofoten emergen entre las turbulentas aguas del Mar de Noruega, por encima del Círculo Polar Ártico, con la fuerza de los paisajes legendarios: majestuosas montañas, profundos fiordos, colonias de aves marinas y pueblecitos como Hamnøy, donde huele a bacalao. Las cabañas de pescadores, conocidas como ‘rorbu’ y pintadas de intenso color rojo, funcionan como alojamientos rurales y pueden servir de base para hacer excursiones en kayak, contemplar auroras boreales en invierno, bucear o salir de pesca. Con apenas cinco horas de luz al día en invierno, estas ocho islas del Ártico gozan de temperaturas sorprendentemente suaves para esas latitudes gracias a la cálida corriente del Golfo.
A unos 40 kilómetros de la costa de Cornualles hay, en medio del océano Atlántico, un paraíso casi subtropical. En las islas Sorlingas, mimadas por la corriente del Golfo, los veranos son cálidos y los inviernos suaves, lo que da lugar a exuberantes jardines como los de la abadía de Tresco, una de las cinco islas habitadas de las 140 que tiene el archipiélago. La más grande, de 6,3 kilómetros cuadrados, es la de St Mary. Ofrece tiendas, playas, pubs y frescor estival.
Gozo (Malta) Quien conoce Malta sabe que, cuando en la isla grande hay demasiado jaleo, toca retirarse a Gozo, la pequeña isla vecina, accesible en ferri. También a los buceadores les encanta este lugar, aunque no tanto por la paz que se respira en la superficie como por la diversidad de vida marina que hay bajo el agua.