21 de mayo: Día de la Afrocolombianidad,  una memoria viva y una lucha presente

Cada 21 de mayo, Colombia conmemora el Día de la Afrocolombianidad, fecha que marca la abolición de la esclavitud mediante la Ley 21 de 1851. Más allá de una efeméride, es un recordatorio del papel fundamental de las comunidades afrodescendientes en la construcción del país y de las deudas históricas que aún persisten con esta población (Pardo, 2008).

Desde los palenques formados por cimarrones en tiempos coloniales hasta las actuales expresiones culturales, artísticas y políticas del Pacífico y el Caribe, la afrocolombianidad ha enriquecido profundamente la identidad nacional (Wade, 2000). Las músicas tradicionales como el currulao, el bullerengue o la marimba, hoy patrimonio de la humanidad, son ejemplos vivos de esta herencia africana en el país.

No obstante, esta celebración también interpela al Estado y a la sociedad: las comunidades afrocolombianas continúan enfrentando discriminación estructural, desigualdad económica y falta de acceso a servicios básicos. Según el DANE (2018), los territorios con mayor población afro presentan indicadores más bajos en salud, educación e infraestructura. Además, líderes y lideresas afro siguen siendo blanco de violencia en muchas regiones (CINEP, 2023).

La Constitución de 1991 fue un avance al reconocer a Colombia como una nación pluriétnica y multicultural, y la Ley 70 de 1993 otorgó derechos colectivos a las comunidades negras sobre sus territorios. Sin embargo, la implementación ha sido parcial y muchas veces simbólica (Restrepo, 2013).

En un momento global marcado por los debates sobre justicia racial y equidad, el Día de la Afrocolombianidad es una oportunidad para reafirmar el compromiso con una Colombia diversa, donde la memoria, la cultura y la dignidad afro sean respetadas no solo el 21 de mayo, sino todos los días del año.

Sobre Clara Inés Chaves

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