¡Ya se olvidaron de los torpedos!

Los bates están aprobados por las Grandes Ligas. Comienzo con dificultades para algunas novenas. Y el espectacular inicio del colombiano José Quintana.

(Imagen: AP-VBM).

Más fue el escándalo, por el prurito de vender humo, que la verdad de lo que estaba aconteciendo. Fue una simple tormenta, y nada más.

La presencia de los denominados bates ‘torpedos’ fueron aprobados por las Grandes Ligas mucho antes de que ni siquiera se pensara en que iban a usarse, porque ningún equipo o jugador sabía que podría arriesgarse a utilizarlos si no estaban previamente ajustados a las reglas.

Fue un comienzo demoledor por parte de los jugadores de los Yanquis de Nueva York, que no de todos, lo que impactó y salió a relucir un ‘fantasma’ en la violación de las reglas que nunca existió. Y ahora, cuando ya pasó el cuarto de hora, cuando ya no se están conectando tantos jonrones como en las dos primeras semanas de la temporada… después de la tormenta… viene la calma… se olvidaron de ellos.

Fue el físico del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Aaron Leanhardt, quien trabajando con las divisiones menores de los Yanquis —hoy día trabaja con los Marlins de Miami—, se le ocurrió buscar maneras para que los peloteros pudieran usar un bate con todas las reglas, modificando su estructura en la parte sustancial de su masa, para que el pelotero que los utilizará pudiera tener, tal vez, mejor y mayor contacto con la pelota. Pero todo lo demás, quedó dentro de las especificaciones reglamentarias que existen.

Y para los técnicos que saben de béisbol, como muchos han opinado en estos días, ‘el bate no es ni bueno ni malo, ni mejor ni peor’, porque eso depende del bateador y de la forma en que lleva a cabo su uso al momento de consumir su turno.

La extensión de sus brazos, la coordinación exacta del movimiento sobre el lanzamiento, el contacto que se haga con la esférica, el poder en las muñecas de los bateadores, el cubrimiento de la zona de bateo y de la llegada del lanzamiento hasta tropezarlo, en fin, todo eso hace parte de que consigan más batazos fuera del alcance de los jardineros, algo que se llama jonrón.

Todo por 9 jonrones

Lo que hizo Leanhardt no fue otra cosa que rediseñar el bate para que, de acuerdo con la información que había recibido de los peloteros, pudiera tener una mejor forma de utilización, reestructurándolo sin necesidad de cambiar la regla, pero repartiendo el peso y su masa hacia la empuñadura del cilindro, porque eso es, simplemente, un bate: un cilindro.

Cuando los Yanquis despacharon 9 tablazos de circuito completo aquél sábado 29 de marzo de este año, frente a los Cerveceros de Milwaukee, en el ‘Yankee Stadium’ de la Ciudad de la Gran Manzana, el bate ‘torpedo’ estuvo de boca en boca.

Paul Goldschmidt, Cody Bellinger, Austin Wells, Anthony Volpe, Jazz Chisholm Jr. y el venezolano Oswald Peraza conectaron cuadrangulares utilizando ese nuevo formato de bate.

Pero Aaron Judge, quien conectó tres tablazos de circuito completo en ese partido, no lo usó y sigue utilizando su bate común y corriente, porque según él, ‘estoy conforme con los bates que vengo usando hace tiempo’.

¿Y entonces? No pasó nada. El cambiar el diseño del bate, con su mismo peso, con su misma longitud, con su grosor, como lo estipula la regla 1.10 del béisbol, permitió que fuese aprobado por las Grandes Ligas.

Y se acabó el cuento, la emoción, el escándalo, el deseo de hacer humo en donde no hay fuego, y el béisbol sigue su marcha.

Arriba y abajo

Pasemos esa página, y veamos lo que está de boca en boca en los actuales momentos, en muchos de los equipos, un mes después de arrancar la campaña.

Buenas noticias para los Medias Rojas de Boston, con el  formidable arranque ofensivo del venezolano Wilmer Abreu; del nuevo en la nómina Alex Bregman, antesalista y poderoso con el bate; el resurgir del, por fin, esperado retorno al campo de Trevor Story, y los nuevos brazos de la rotación, el zurdo Garret Crochet y el derecho, Mark Buehler.

Saludable la presencia de Clay Holmes con los Mets de Nueva York como abridor cuando en los Yanquis era relevista; del millonario jardinero dominicano Juan Soto, de quien se espera mucho más de lo que ha producido hasta ahora; de la fortaleza del boricua Francisco Lindor, del apoyo indiscutible de Pete Alonso, Mark Vientos, Brandon Nimmo; del dominicano Starling Marte y del venezolano Francisco Alvarez.

Y los Padres de San Diego, han tenido un comienzo de sensación, con los dominicanos Fernando Tatis Jr. y Manny Machado; el oportuno venezolano Luis Arráez; del lanzador Michael King, quien salió de los Yanquis como relevista y ahora es abridor de ‘charreteras’, al lado de Dylan Cease y Nick Pivetta, mientras que el venezolano Robert Suárez, como taponero, ha salvado 10 partidos.

Esto es para apenas citar a tres novenas que, dentro de los cálculos estaban señalados para estar en la cima de sus divisiones, mientras que hay otros equipos que, inexplicablemente, han tenido un comienzo poco afortunado.

Empecemos por los Bravos de Atlanta, pues su as, el zurdo Chris Sale, quien después de 6 apariciones en el primer mes de la campaña, tiene 1 ganado y 2 perdidos; el regreso de Spencer Strider, y lo esperado de sus abridores Spencer Schwellanbach, Bryce Elder y A.J. Smith-Shawver, es parte del fortalecimiento en el que confía el equipo; desde luego con el apoyo de sus bateadores Matt Olson, Austin Riley, Sean Murphy, Michael Harris II, del dominicano Marcell Ozuna y del curazaleño Ozzie Albies, con cuya fortaleza deben voltear la torta tras un incierto comienzo.

Y que decir de los Orioles de Baltimore, y su inestabilidad entre sus abridores, con Zach Eflin a la cabeza, el experimentado Charlie Morton, Dean Kremer, Cade Povich y el japonés Tomoyuki Sugano, no han rendido como se esperaba por sus constantes lesiones, y el apoyo ofensivo de Cedric Mullins, Adley Rutschman, Gunnar Henderson, Ryan O´Hearn y Jackson Holliday, se pierde día a día.

Los Filis de Filadelfia, entra en esa lista de altibajos en el primer mes de la temporada. En este equipo, se suma el bateo poco oportuno y la baja efectividad de su rotación, incluyendo a su grupo de lanzadores intermedio. Kyle Schwarber, Trea Turner, Bryce Harper, Nick Castellanos, el alemán Max Kepler, nuevo en la nómina; Bryson Stott y JT Realmuto, han estado lidiando con el sube y baja a la ofensiva, pero sus serpentineros no han estado a la altura, que con excepción del peruano-venezolano Jesús Luzardo, adquirido este año, y del dominicano Cristopher Sánchez, su as Zack Wheeler apenas ha ganado 1 perdido 2; Aaron Nola, sin triunfos y 5 derrotas; y Taijuan Walker, no han sido eficientes en lo poco que va de la temporada.

Paquete latino

Pero hay cosas agradables para los jugadores latinos en la Gran Carpa, cuando apenas despunta el año del mejor béisbol del mundo.

En una tabla basada más que todo en la ofensiva, hay 10 peloteros latinos que sobresalen en esa inmensa cantidad de más de 700 jugadores que están en las nóminas de las 30 novenas de los dos circuitos.

Fernando Tatis Jr. (Imagen: Reddit-VBM).

El dominicano y jardinero Fernando Tatis Jr., de los Padres de San Diego, está en el cima de lo mejor de lo mejor, con una ofensiva de 8 cuadrangulares; 18 impulsadas y 24 anotadas, ofensiva de 346 y una OPS de 1.040, hasta el 27 de este mes.

El mexicano, Jonathan Aranda, de los Rayas de Tampa, con 4 jonrones; con 13 rayitas empujadas y 14 anotadas, ofensiva de 309 de promedio, y OPS de 968, está colocado en esa tabla de los 10 mejores latinos.

El torpedero boricua, Francisco Lindor, de los Mets de Nueva York, con 5 tablazos de circuito completo, con 14 remolcadas y 19 carreras anotadas, con 312 a la ofensiva y 852 de OPS, está en un comienzo de campaña sencillamente de fantasía.

El guarda-bases venezolano, Luis Arráez, ganador tres veces del título de bateo en las Grandes Ligas, también de los Padres, con 3 ‘bambinazos’ despachados, 7 impulsadas y otras 9 anotadas, promedio de 287 con el bate y 755 en la clasificación de la OPS, aparece entre los más destacados latinoamericanos.

Luego están, en esa destacada tabla de los latinos, los dominicanos Marcell Ozuna, de los Bravos de Atlanta; Geraldo Perdomo, de los Cascabeles de Arizona; Vladimir Guerrero Jr., de los Azulejos de Toronto; Manny Machado, de los Padres y José Ramírez, de los Guardianes de Cleveland; y los venezolanos Wylber Abreu, de los Medias Rojas de Boston y Wilmer Flores, de los Gigantes de San Francisco.

Lo de Quintana

José Quintana. (Imagen: archivo internacional-VBM).

El colombiano, José Quintana, quien está empezando su décima-cuarta temporada en las Grandes Ligas, la ha iniciado de manera espectacular, con 4 triunfos en igual número de aperturas.

El experimentado zurdo colombiano, con su nuevo equipo, los Cerveceros de Milwaukee, en sus 4 primeras presentaciones desde la lomita, con 3 carreras limpias en 23.2 tercios de episodios laborados, para 1.14 carreras limpias por juego, con 15 abanicados y 8 bases por bolas otorgadas, muestra su mejor actuación en la iniciación en su trayectoria en la Gran Carpa.

Quintana está en la duodécima posición entre los lanzadores que están activos, en la tabla de abanicados, con 1.742 bateadores eliminados por los buenos lanzamientos, y con sus cuatro triunfos en línea, el colombiano ha hecho recordar a la actuación del formidable CC Sabathia, con los Cerveceros, quien en el 2008, también tuvo un comienzo de campaña espectacular.

Y para tener en cuenta, todas las estadísticas de esta nota, tienen referencia al 27 de abril de este 2025.

Esto apenas se está ‘’calentando’’ y de aquí al Juego de las Estrellas, que este año se jugará en el ‘Truist Park’ la casa de los Bravos, en Atlanta, el venidero martes 15 de julio, pasará mucha agua por debajo del puente, y los cambios en las tablas de posiciones, seguramente se darán.

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