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Que antes de la Revolución Industrial, que se diera en Inglaterra entre finales del siglo XVIII y el comienzos siglo XIX, los inventores e ingenieros británicos no fueron lo que entonces e incluso hoy podemos llamar gentlemans, pues para ese entonces, sobre todo para el siglo XVIII; la ciencia pura parecía una extravagancia porque no se le veía provecho alguno a estas actividades. Con el paso del tiempo, y ante lo que se avecinaba, la ciencia, la técnica y la economía impusieron su importancia.

Que mas oportuno que este adagio popular para el momento que vivimos con motivo del recién iniciado proceso de conversaciones, con miras a lograr la paz que estamos anhelando los cuarenta y cinco millones de colombianos. “Quien va piano, va sano, quien va sano, va lontano”, no debemos alarmarnos ni descorazonarnos con la catilinaria reiterada propia de la cúpula política de la Farc.

El técnico José Pekerman demostró que tenía razón cuando pidió no desesperarse después de la derrota ante Ecuador. Para razones, el tiempo, dice el viejo refrán, y toca aceptar que el enfoque periodístico no era el indicado. Colombia encontró el equipo y solo ahora resta esperar que se mantenga el ritmo ganador. Falcao y la bendición de los artilleros.

Todo parece indicar que este próximo martes 6 de noviembre, se elegirá a quien tradicionalmente se considera el hombre más importante del mundo y que será nuevamente Barack Obama, a juzgar por las encuestas conocidas tras las giras de los dos candidatos por todo el territorio de los Estados Unidos y por el favoritismo tras los debates por televisión.

He vivido un poco más de la mitad de mi vida, y estuve tan distraída o tan ocupada atendiendo mil cosas a la vez, que no me di cuenta que el tiempo se escapó sin avisarme. La verdad, me pase los años corriendo, tratando de ser la mejor hija, la mejor novia, la mejor estudiante la mejor esposa, la mejor mamá, la mejor amiga, la mejor amante, la mejor compañera, la mejor profesional, la mejor jefe, la mejor empleada, la mejor cocinera, la mejor bailarina, la mejor mujer… No sé si lo logré, pero al menos lo intenté.

Los campeones de la Liga Nacional, en una sensacional final, superaron a los Cardenales de San Luis. Mientras que los ‘’felinos’’ de Detroit barrieron a los Yanquis de Nueva York en apenas cuatro partidos. No hay duda alguna sobre la calidad beisbolera de los Gigantes de San Francisco. Desde la última semana de septiembre hasta la fecha, han evidenciado una calidad y empuje, como muy pocas novenas lo han hecho en los últimos años en el béisbol de las Grandes Ligas, al tiempo que los Yanquis de Nueva York, a contrario sensu, se entregaron, sin garra ni enjundia, en la final por la corona de la Liga Americana.

Con un grito de guerra, se iniciaron los diálogos de paz en Oslo, en donde contrastaron las intervenciones del ex vicepresidente Humberto de la Calle, moderada y realista, y la explosiva y llena de los lugares comunes, del representante de la guerrilla. De la Calle, con su tradicional mesura y sobriedad, fijó la posición del gobierno de Colombia y señaló con claridad que, nada está acordado si todo no está acordado; insistió en la confidencialidad y la seriedad ante todo.

Aunque los programadores lo duden, la gente prefiere en televisión, los programas divertidos a los culebrones novelescos de la mafia y el narcotráfico, que no cesaban en las pantallas nacionales. De un momento a otro, recorriendo la programación de los dos canales que se adueñaron de la sintonía, sin que haya explicación alguna, me encontré con un espacio divertido, que va haciendo historia en materia de “rating”.