El 10 de julio de 1944, se dio el golpe de Pasto contra el presidente Alfonso López Pumarejo quien se encontraba de visita en esa ciudad. El coronel Diógenes Gil fue quien comando la intentona y estuvo secundado por guarniciones de Ibagué y otras ciudades. El Designado Darío Echandía al ver lo que ocurría en el Sur del País, asumió la Presidencia en Bogotá, mientras que Laureano Gómez, dirigente conservador, se asiló en la embajada de Brasil. El golpe finalmente fracasó y el Presidente fue liberado de la hacienda donde lo habían recluido los golpistas, que no se atrevieron a encerrarlo en un sitio más seguro. Finalmente es el mismo presidente López, ya libre, quien dirige la captura de Gil y sus cómplices. Algo bueno quedó de este golpe para el país: la reforma laboral, pues durante las horas que estuvo recluido en esa hacienda, el Presidente López y su ministro de trabajo Adán Arriga Andrade, quien lo acompañaba, planean y determinan la nueva ley laboral, con jornada de 8 horas. Esta ley se sancionó fácilmente, gracias a las facultades extraordinarias que el Congreso le entregó al Presidente después de la intentona militar.
Los últimos condenados a muerte en nuestro país, por jueces de la República y como castigo a un delito, fueron los sujetos que atentaron contra la vida del entonces presidente Rafael Reyes, en 1906. La pena de muerte estaba permitida por la Constitución del 86, pero después de estos fusilamientos, ente la protesta de los ciudadanos, fue abolida hasta 1925, cuando un grupo de parlamentarios intentó revivirla y estuvo a punto de lograrlo, sin embargo los opositores a la misma, apoyados por una fuerte campaña de prensa, lograron derrotar el proyecto en la Cámara de Representantes. Hasta hoy no se ha vuelto a intentar establecer este castigo ni siquiera para los crímenes de esa humanidad.
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Colombia tratado a tratado, II parte.
Tratado Herrán – Hay, por el cual Colombia autoriza a los Estados Unidos, el 22 de enero de 1932, a construir el Canal de Panamá y a la compañía francesa del canal a traspasar esos derechos a los mismos Estados Unidos. El tratado fue negado por el Congreso Colombiano y varios miembros del mismo acusaron a Thomas Herrán de traición a la patria por las concesiones que le hizo a los norteamericanos. Finalmente se nombró otra comisión negociadora que término dándole a los gringos mayores prerrogativas que las que le daba el mismo Herrán.
Tratado Vásquez Martins. Establece los límites definitivos entre Colombia y Brasil. En él, la Piedra del Cocuy queda como parte de Brasil. Este tratado estuvo lleno de vacíos e impresiones que después debieron ser corregidas por varias comisiones bilaterales.
Cláusula de “Sincero Pesar”. En esta cláusula hipócrita y humillante incluida en el tratado Urrutia Tompson, los Estados Unidos le expresan a nuestro país su sincero pesar por la separación de Panamá. Como esta cláusula equivalía a reconocer la intervención gringa en dicha separación el Congreso de ese país se negó a aprobar el tratado mientras esta no fuera abolida. En el Congreso Colombiano se impuso la tesis de que era más importante restablecer relaciones con Estados Unidos que seguir metidos en un conflicto de esta naturaleza y se aprobó todo lo que los gringos desearon.
Tratado Suárez Muñoz Vernaza con Ecuador. Los límites con Panamá. El primero fue firmado el 15 de julio de 1916 permitiendo el trazado definitivo entre la frontera de Colombia y Ecuador. El segundo es de el 20 de agosto de 1924 por el cual Colombia y Panamá establecen sus límites definitivos.
El protocolo de Rio de Janeiro. Firmado por Colombia y Perú tras la guerra de 1932. Con él se puso fin a las diferencias entre los dos países sobre el asunto de Leticia, reconociendo el tratado Lozano-Salomón de 1922 que firma los límites entre Colombia y Perú, advirtiendo, que dicho tratado solamente sería modificado por acuerdo de las partes o por la justicia internacional.