Análisis: La amenaza de EE.UU. de retirarse de la OEA y su impacto en Venezuela y Colombia

El 27 de junio de 2025, Estados Unidos amenazó con retirarse de la Organización de los Estados Americanos (OEA) durante su Asamblea General en Antigua y Barbuda. El subsecretario de Estado Christopher Landau declaró que esta medida respondería al «fracaso» de la organización para abordar las crisis en Venezuela y Haití, señalando específicamente la incapacidad de actuar contra el «fraude electoral flagrante» de Nicolás Maduro. Este ultimátum reactiva el debate sobre la capacidad real de la OEA para influir en la restauración democrática venezolana y sus implicaciones regionales.

La posición de EE.UU. y el historial de la OEA

El discurso contundente de Landau refleja la orden del presidente Donald Trump de revisar la participación estadounidense en organismos multilaterales. Landau cuestionó abiertamente la relevancia de la OEA al destacar su inacción frente a la ilegitimidad del gobierno de Maduro, quien asumió un nuevo mandato pese a las denuncias de fraude electoral.

Antecedentes de actuación: La OEA ha emitido múltiples resoluciones condenatorias contra Venezuela:

En 2017 declaró la «alteración inconstitucional del orden» y no reconoció la Asamblea Constituyente.

En 2019 aprobó una resolución apoyando la «restauración pacífica de la democracia».

En 2024 condenó las elecciones venezolanas por falta de transparencia y violaciones a derechos humanos.

Limitaciones operativas: Pese a estas declaraciones, la OEA carece de mecanismos efectivos de coerción. Su herramienta más contundente —la suspensión de miembros— quedó inutilizada cuando Venezuela se retiró de la organización en 2017. Además, la falta de consenso interno (ejemplificada por la negativa de México a participar en debates sobre Venezuela) debilita su autoridad.

(Imagen: archivo internacional OEA-VBM).

¿Puede la OEA forzar un cambio en Venezuela?

Herramientas insuficientes: La organización depende de la presión diplomática y sanciones simbólicas, pero estas han sido contrarrestadas por el apoyo de Rusia, China e Irán al régimen de Maduro. Como señala DW: «La OEA es un tigre sin dientes».

Factores clave para una transición:

Presión internacional coordinada: Sanciones económicas específicas como el bloqueo a PDVSA (El bloqueo a PDVSA» se refiere al conjunto de sanciones económicas y comerciales impuestas principalmente por Estados Unidos contra Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), la empresa estatal encargada de la explotación, producción y comercialización de hidrocarburos en Venezuela.) han impactado más que las resoluciones de la OEA.

Fracturas internas en el chavismo: La unidad opositora y el descontento militar son catalizadores más decisivos que la acción multilateral.

Crisis humanitaria: El colapso de servicios básicos y la migración masiva (7.7 millones de venezolanos han huido) incrementan la presión interna.

Escenarios probables:

  1. Perpetuación del statu quo: Maduro mantiene el poder mediante represión y apoyo de aliados internacionales, mientras la OEA emite declaraciones sin efecto práctico.
    1. Agudización de la crisis: Sanciones más severas y aislamiento internacional conducen a mayor deterioro económico, pero fortalecen la narrativa de «victimización» del régimen.
    1. Transición negociada: Requeriría un acuerdo con garantías para el chavismo y monitoreo internacional de elecciones, un escenario actualmente improbable por la resistencia del gobierno.

Implicaciones para Colombia

Impacto migratorio y económico: Colombia alberga a 2.9 millones de venezolanos, con costos estimados en 1.5% del PIB anual en salud, educación y asistencia. Un empeoramiento de la crisis aumentaría este flujo, saturando servicios públicos.

Riesgos fronterizos:

Comercio bilateral: Las exportaciones colombianas a Venezuela (706.2 millones USD en 2023) peligran ante posibles cierres fronterizos ordenados por Maduro para «blindar» su régimen.

Seguridad: La presencia del Tren de Aragua y grupos armados que operan en ambos lados de la frontera (ELN, disidencias FARC) se exacerbaría con la inestabilidad.

Crisis energética: Colombia depende de las importaciones de gas venezolano para suplir su déficit interno. Una interrupción por sanciones o conflicto interno afectaría su estabilidad económica.

Conclusión: Un organismo limitado en un escenario complejo

La amenaza de retirada de EE.UU. refleja la frustración con la OEA, pero también su irrelevancia práctica ante regímenes como el de Maduro. La organización carece de poder real para forzar cambios en Venezuela, donde la solución depende más de dinámicas internas y presión económica externa coordinada que de declaraciones multilaterales. Para Colombia, la estabilidad venezolana es crucial: un colapso total desbordaría su capacidad de respuesta migratoria, profundizaría problemas de seguridad y estrangularía el comercio fronterizo. Los escenarios más plausibles apuntan a una prolongación de la crisis, donde la OEA seguirá siendo un foro de denuncia, pero no un agente de cambio efectivo.

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Clara Inés Chaves Romero: Ex diplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional en medios como Eje 21, Diario El Nuevo Liberal, Magazín Ver Bien, Realidades y Perspectivas, Revista Ola Política. Escritora de los libros: Justicia Transicional, Del laberinto a la esperanza, Un camino al África, una puerta al mundo.

Sobre Clara Inés Chaves

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