En un reciente conversatorio público, el escritor Mario Vargas Llosa, nuevo premio Nobel de Literatura, relata sus años del colegio militar Leoncio Prado, en donde aprendió no sólo a escribir, sino a volverse alérgico a falta de libertad. Su legendario agarrón con el otro Nobel, Gabriel García Márquez, vuelve a resurgir hoy como tema central de un libro de anécdotas de escritores.
Han pasado 40 años desde que un joven Mario Vargas Llosa empezara a sentir finalmente que se convertía en escritor. Como recordaba Iñaki Gabilondo durante el diálogo que mantuvieron escritor y periodista una noche en la Casa de América, en La Habana, por ese entonces el autor peruano ya había escrito un libro de relatos ('Los jefes') que le granjeó el Premio Leopoldo Alas y alguna obra de teatro ('La huída del Inca') representada con éxito en su país, pero no sería sino hasta la escritura y publicación de su primera novela 'La ciudad y los perros' (Seix Barral, 1963) que Vargas Llosa empezase a ver hecho realidad su sueño de ser escritor. “Yo no soñé jamás con lo que le ocurriría a la novela, la publicación en la España franquista, la traducción a decenas de idiomas, todo labor de Carlos Barral, a quien estaré siempre agradecido por todo lo que hizo por esa novela y mi obra en general”.
Leer más »