¡El Niño inmortal!

Édgar Rentería, ‘El Niño’ del béisbol colombiano, exaltado al Salón de la Fama de los Cardenales.

Edgar Rentería. (Imagen Pinterest.com-VBM).

Poco es lo que se le ha reconocido y tributado a Édgar Rentería dentro del béisbol, por todo lo que ha hecho para bien de este deporte en el país y allende las fronteras. Merece mucho más. Pero bueno…

Decían que su hermano, Edison, debió llegar primero a las Grandes Ligas, con los Bravos de Atlanta, pero fue su hermano menor, Édgar, el que llegó y se estableció en la Gran Carpa, y por largo tiempo.

Duele recordar ahora, por ejemplo, cuando Rentería perdió, en una votación muy estrecha, la exaltación de ‘Novato del Año’ de la Liga Nacional, en 1996, temporada en la que despuntó con los Marlins, entonces de la Florida, que era una nueva franquicia dentro de las Grandes Ligas, frente a Todd Hollandsworth, que jugaba con los Dodgers de Los Ángeles, la cotizaa franquicia que había obtenido distinciones consecutivas en los cuatro años anteriores a esa decisión.

Hollandsworth nunca fue lo que muchos esperaban, y se quedó en eso, en ser ‘Novato del Año’, sin más pergaminos que mostrar, quedando a la vera del camino al poco tiempo; mientras que ‘El Niño’ colombiano siguió brillando con luz propia en el mejor béisbol del mundo, en una carrera que lo catapultó a ser el mejor de todos los tiempos por su país y digno ejemplo a seguir por quienes han venido transitando por el mundo de las Grandes Ligas.

Valiosa de verdad

La carrera de Édgar es valiosa de verdad. No pongan coma ni punto. Lo que alcanzó este humilde pero talentoso pelotero colombiano, ha permitido escribir la mejor historia para el béisbol del país.

Todo el mundo recuerda cuando Rentería despachó aquél imparable para impulsar a Craig Counsell, hoy estratega de los Cachorros de Chicago, con la carrera con la que los Marlins ganaron la Serie Mundial de 1997, frente a una oferta del derecho, Charles Nagy, de los Indios de Cleveland, campeones de la Liga Americana, en la undécima entrada, con dos outs colgados en la pizarra, para ganar el juego por pizarra de 3 carreras a 2, hazaña que presenciaron 67.204 aficionados sentados en el estadio ‘Joe Robbie’ de Florida, fue un hecho que hacía historia para el béisbol colombiano y latinoamericano, y que media Colombia celebró hasta más no poder.

Pero los Marlins, los campeones de la Liga Nacional de ese año, que capturaron la corona del Viejo Circuito cuando llegaron, a la sazón, como novena ‘con tarjeta de invitación’, ganaban también por primera vez, en su breve trayectoria, la codiciada corona de la Serie Mundial.

Todo el mundo se olvida, por decir lo menos, que en esa temporada de 1997, los Marlins triunfaron en 27 partidos en el noveno episodio, y ese jovencito, Édgar Rentería, con sus oportunos batazos, le otorgó victorias en 5 ocasiones, cuando todavía no había llegado la franquicia a la Cita de Octubre.

Los Marlins nunca fueron favoritos en la ronda de la postemporada, cuando enfrentaron y eliminaron, primero a los Gigantes de San Francisco, y luego, por la corona de la liga, a los siempre difíciles, Bravos de Atlanta. Tampoco lo fueron en el Clásico de Otoño, pero se alzaron con el título, y en todas esas, estuvo Rentería.

‘’Estamos en un sueño, y esperamos no despertar, antes de conocer la realidad’’, dijo a los periodistas horas antes de iniciarse la Serie Mundial el capataz de los Marlins, Jim Leyland, hoy miembro del Salón de la Fama.

Trasegar de alcurnia

La industria del béisbol lo vio partir de los Marlins hacia los Cardenales de San Luis, en 1999, para jugar 6 temporadas con la franquicia; luego a los Medias Rojas de Boston, por un año, el 2005; con los Bravos de Atlanta, en 2 campañas, 2006 y 2007; en el 2008, con los Tigres de Detroit; 2009 y 2010, con los Gigantes de San Francisco, y concluye su destacada carrera, con los Rojos de Cincinnati, en el 2011.

(Imagen: archivo internacional-VBM).

En el 97, el lanzador cubano, Liván Hernández, es escogido ‘Jugador Más Valioso’ de la Serie Mundial; pero Édgar se lleva esos honores en el 2010, cuando con los Gigantes metió par de tablazos de circuito completo — el primero en la quinta entrada del segundo juego, rompiendo el celofán y los Gigantes terminaron ganando 9 carreras a 0 —; y cuando más lo necesitaba su novena, para conquistar la corona del Clásico de Otoño, con el segundo de ellos, en la séptima entrada con dos compañeros en circulación, batazo que al final, le dio el triunfo a la novena de la Bahía por pizarra de 3 carreras a 1, frente a los Vigilantes de Texas, los campeones de la Liga Americana, y, adicionalmente, la primera que conquistaba el equipo desde cuando se mudó de Nueva York a su sede de San Francisco, en 1957.

El segundo batazo de Rentería con el cual los Gigantes ganaron la Serie Mundial, se produjo en el ‘Ballpark’ de Arlington, la que era para entonces, la casa de los Vigilantes, ante 52.045 aficionados que quedaron silenciados por el batazo del colombiano, con triunfo para el lanzador, Tim Lincecum. 

Ese tablazo del triunfo para los Gigantes lo obtuvo frente a un lanzamiento de Cliff Lee, cuando estaban en las almohadillas, Cody Ross y el dominicano Juan Uribe, quienes se habían embasado por sencillos, para las 3 carreras.

Rentería remolcó 6 carreras en el 2010, con una ofensiva de 412, la mejor que tuvo de las tres participaciones en la Cita de Octubre, y en esta ocasión, se llevó el trofeo de ‘Jugador Más Valioso’ de la Serie Mundial, distinción que no podía ser para otro.

El francés Bruce Bochy, el estratega de los Gigantes, se dejó venir con elogios para el pelotero colombiano, que dejó su impronta para la historia, al convertirse en el cuarto pelotero en las Series Mundiales, en conectar los imparables decisivos en dos Clásicos de Otoño, que le dieron las coronas a sus equipos, para quedar al lado, nada más y nada menos, que de Lou Gehrig, Joe DiMaggio y Yogi Berra, los tres de los Yanquis de Nueva York e integrantes del Salón de la Fama de Cooperstown.

Su trayectoria

Para escribir de Rentería, el mejor pelotero que ha dado Colombia en la historia dentro de las Grandes Ligas, no se puede recurrir a unas pocas líneas, porque todo lo que ha hecho, es un verdadero sendero inmenso y valioso para el béisbol colombiano, que cuando él arribó a la Gran Carpa, apenas se conocían los nombres de Luis Castro, en el comienzo del siglo XX; y los de la época moderna, con Orlando ‘El Ñato’ Ramírez y Joaquín ‘Jackie’ Gutiérrez.

Pero demos un salto de lo que ciertamente es su trayectoria en lo mucho que hizo en sus 16 años de permanencia en la industria del mejor béisbol del mundo, a cosas puntuales que le dieron brillo y lustre a su nombre.

Rentería, en el gran resumen, alcanzó a disparar 2.327 imparables en 8.142 turnos al bate, incluyendo 436 dobles, 29 triples y 140 tablazos de circuito completo, para promedio de por vida de 286 con el bate, en 2.152 partidos jugados; remolcó 923 carreras y 1.200 anotadas; recibió 718 bases por bolas y abanicó la brisa en 1.182 ocasiones, con 294 bases estafadas.

Obtuvo 3 Bates de Plata y 2 Guantes de Oro, en su calidad de torpedero; participó en 5 Juegos de Estrellas — una con los Marlins, tres con los Cardenales y una más con los Bravos —; tiene 2 anillos de Series Mundiales, con los Marlins, en 1997 y con los Gigantes en el 2010; y fue distinguido como ‘Jugador Más Valioso’ de la Serie Mundial 2010.

En las tres Series Mundiales donde participó, Rentería acumuló 21 imparables en 63 turnos, para ofensiva de 333, incluyendo 5 dobles y 2 cuadrangulares; impulsó 10 carreras y anotó 11; recibiendo 5 bases por bolas y en 10 ocasiones abanicó la brisa. No se estafó ninguna almohadilla en los Clásicos de Otoño.

Su nombre ingresa a la galería de los inmortales de los Cardenales al ser elegido para hacer parte de esa historia de la novena del ‘pájaro’ rojo, con su elección del pasado 2 de mayo, y su exaltación se hará el 6 de septiembre venidero en el ‘Busch Stadium’ de San Luis.

¡Honor a quien honor merece!

Sobre Antonio Andraus

Comentar