B61-13 tendrá capacidad de penetración en el suelo y podrá provocar una explosión subterránea de 1 megatón
Un bombardero B-2 lanza una B61-12 en un test. (Imagen: archivo particular – VBM).
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha anunciado que añadirá una nueva bomba nuclear de gravedad a su arsenal. La B61-13 será una nueva variante de las B61, la décima producida desde que la original se diseñara en 1963 y que se ha convertido, con sucesivas versiones, en el arma termonuclear más importante del arsenal estadounidense tras la Guerra Fría. Esta nueva variante, que aún ha de autorizar el Congreso, llega poco después de que la B61-12 entrara en producción el año pasado y será mucho más destructiva que la última B61.
Su producción, sin embargo, no implicará un aumento del número de cabezas nucleares de Estados Unidos, dado que sustituirá a algunas B61-7 y empleará las mismas capacidades de producción que la B61-12, lo que obligará a rebajar el número de éstas.
La B61-13 empleará la misma ojiva nuclear que la B61-7. La bomba nuclear será modificada con nuevas características de seguridad y control de uso, así como con un kit de cola guiado, como el de la B61-12, para aumentar la precisión. Admite varias configuraciones de potencia, siendo 340 kilotones la máxima. Un gran aumento sobre los 50 de la B61-12 y la segunda de mayor alcance tras los 400 kilotones de la B61-11.
En el comunicado publicado por el Departamento de Defensa, se señala que la decisión de desarrollar B61-13 no es una respuesta a ningún evento específico actual. John Plumb, Subsecretario de Defensa para Política Espacial, ha declarado que “B61-13 representa un paso razonable para gestionar los desafíos de un entorno de seguridad altamente dinámico. Estados Unidos tiene la responsabilidad de continuar evaluando y desplegando las capacidades que necesitamos para disuadir de manera creíble y, si es necesario, responder a ataques estratégicos, y dar seguridad a nuestros aliados”.
El propósito de la B61-13 será ofrecer más capacidad contra instalaciones especialmente reforzadas como centros de control y comandos estratégicos subterráneos, así como contra objetivos militares que ocupen grandes áreas.
Como la B61-12, su sucesora tendrá capacidades limitadas de penetración en el suelo (a través de suelos blandos) que se verán reforzadas con el kit de cola guiado. La capacidad explosiva y la precisión permitirán que la bomba alcance objetivos subterráneos con rendimientos equivalentes a los de una explosión en la superficie de más de un megatón, según informa la Federación de Científicos Americanos. La B61-13 podrá ser lanzada desde los bombarderos estratégicos B-2 y el futuro B-21.
Los planes originales de Estados Unidos para la B61-12 eran que sustituyera a las cuatro variantes que estaban en servicio antes que ella: B61-3/4/7/11. Pero estos han cambiado conforme se han sucedido las administraciones Obama, Trump y Biden. La B61-7 será reemplazada por la nueva B61-13 y la B61-11 no cuenta con ningún plan en este sentido en la actualidad.
La B61-12 fue diseñada para cubrir todas las misiones de gravedad causando menos víctimas colaterales que bombas de mayor potencia. El kit de cola se agregó, reemplazando el sistema de paracaídas de arrastre de las armas más antiguas, para aumentar su precisión. (elmundoalinstante.com).