El Océano: Nuestro Pulmón Azul y el llamado urgente a su protección

Junio es el mes de los océanos, un período para recordar y celebrar la importancia vital que estos ecosistemas tienen para la vida en nuestro planeta. Los océanos son mucho más que inmensas masas de agua: son los verdaderos pulmones del mundo, responsables de generar al menos el 50% del oxígeno que respiramos y de absorber una parte significativa del dióxido de carbono que emitimos a la atmósfera. Además, regulan el clima global, proveen alimento a miles de millones de personas y sostienen una biodiversidad asombrosa.

Sin embargo, los océanos enfrentan amenazas sin precedentes. El cambio climático, la contaminación —especialmente por plásticos— y la sobreexplotación de sus recursos están llevando a estos ecosistemas al borde del colapso.

El Cambio Climático y los Océanos

El calentamiento global está elevando la temperatura de los mares, lo que provoca olas de calor marinas, acidificación de las aguas, aumento del nivel del mar y la muerte de especies sensibles como los corales. Los océanos absorben alrededor del 25% del dióxido de carbono emitido por la humanidad, pero este proceso los vuelve más ácidos, afectando a organismos que forman conchas o esqueletos de carbonato de calcio, como los corales y algunos moluscos. Además, el derretimiento de los polos pone en riesgo a las comunidades costeras y a las islas bajas, donde viven millones de personas.

Recientes estudios indican que los océanos han absorbido una cantidad de calor equivalente a la explosión de 1.700 millones de bombas atómicas desde la firma del Acuerdo de París. Incluso si las emisiones cesaran hoy, el nivel del mar seguiría subiendo durante siglos debido a la inercia del sistema climático. En 2024, el Tribunal Internacional del Derecho del Mar reconoció formalmente los gases de efecto invernadero como contaminación marina, obligando a los Estados a actuar con urgencia para proteger los océanos.

(Imagen: Shutterstock-VBM).

Contaminación por plásticos: Un problema global

Cada año, más de cinco billones de piezas de plástico contaminan los océanos, y el 80% proviene de actividades humanas en tierra. El plástico tarda décadas o incluso siglos en descomponerse, y durante ese tiempo causa graves daños a la fauna marina: tortugas, aves y peces lo confunden con alimento, lo ingieren y mueren por obstrucciones o intoxicación. Los microplásticos, partículas casi invisibles, se incorporan a la cadena alimentaria y pueden llegar hasta nuestros platos, afectando la salud humana.

En la actualidad, se vierten al mar más de 8 millones de toneladas de plástico anualmente, y entre 100.000 aves y mamíferos acuáticos mueren cada año a causa de este problema. Para 2050, se calcula que podría haber más plástico que peces en los océanos si no se toman medidas decisivas. Una de cada tres capturas de pescados para consumo humano contiene plástico.

En la reciente Cumbre de la ONU en Niza, 95 países firmaron una declaración para impulsar un tratado global contra la contaminación por plásticos, y se espera que las próximas negociaciones en Ginebra avancen hacia un acuerdo vinculante. Cada año, la humanidad produce 460 millones de toneladas de plástico, y de seguir la tendencia actual, esta cifra podría triplicarse para 2060.

La importancia de los Corales y su protección

Los arrecifes de coral son ecosistemas fundamentales: albergan el 25% de la vida marina y protegen las costas de tormentas y erosión. Además, son fuente de ingresos y seguridad alimentaria para millones de personas. Sin embargo, la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático están provocando su blanqueamiento y muerte. Proteger los corales no solo es una cuestión ambiental, sino también social y económica.

La Cumbre de los Océanos y el llamado de Macron

En estos días, la ciudad de Niza (Francia) acoge la tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, donde líderes mundiales, científicos y activistas buscan impulsar medidas urgentes para proteger y utilizar de forma sostenible los recursos marinos. Uno de los objetivos es lograr que al menos el 30% de los océanos estén protegidos para 2030. Actualmente, aunque cerca del 9% de los océanos está bajo alguna figura de protección, solo en el 3% de esas áreas la pesca está completamente prohibida.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido una de las voces más destacadas de la cumbre. En su discurso, afirmó: “Antes de precipitarnos a Marte, es mejor conocer a nuestro mejor amigo, que es el océano.” Macron insistió en la necesidad de priorizar la protección de los mares, limitar prácticas destructivas como la pesca de arrastre de fondo y promover el reciclaje de plásticos. Además, anunció que más de 60 países han ratificado el Tratado Global de los Océanos, que permitirá proteger la biodiversidad marina más allá de las jurisdicciones nacionales. Sin embargo, aunque el avance es significativo, el tratado entrará en vigor solo cuando sea ratificado por al menos 60 naciones, y su implementación efectiva dependerá del compromiso real de los firmantes.

Un compromiso colectivo

La protección de los océanos es una responsabilidad compartida. Gobiernos, empresas y ciudadanos debemos actuar de manera coordinada: reducir el uso de plásticos, promover el reciclaje, apoyar la pesca sostenible y exigir políticas públicas que protejan los ecosistemas marinos. Además, es fundamental invertir en ciencia y tecnología para comprender mejor los océanos y encontrar soluciones innovadoras a los desafíos que enfrentan.

Según la ONU, las soluciones climáticas basadas en los océanos podrían reducir entre 1 y 4 gigatoneladas de CO₂ al año para 2030, y entre 4 y 14 gigatoneladas para 2050. Esto demuestra que la protección de los océanos no solo es una necesidad ambiental, sino también una oportunidad económica y climática.

Un mensaje para el Mes de los Océanos

La celebración del Día Mundial de los Océanos, bajo el lema “Maravillas oceánicas: conservar lo que nos sostiene”, nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el mar y a tomar acciones concretas para protegerlo. Cada gesto cuenta: evitar botar plásticos y basura, reducir nuestro consumo de productos desechables y apoyar iniciativas de conservación marina.

Los océanos son el corazón latente de nuestro planeta. Cuidarlos es cuidar nuestra propia vida y la de las futuras generaciones. El momento de actuar es ahora.

Además, la protección de los océanos y la restauración de sus ecosistemas no solo beneficia a la naturaleza, sino que también impulsa economías locales y globales. Por ejemplo, el turismo en áreas marinas protegidas genera miles de empleos y millones de dólares anuales, demostrando que la conservación y el desarrollo económico pueden ir de la mano. Además, la restauración de manglares y arrecifes de coral puede reducir los impactos de los eventos climáticos extremos, protegiendo a las comunidades costeras y a la infraestructura crítica frente a tormentas y tsunamis

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Clara Inés Chaves Romero: Ex diplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional en medios como Eje 21, Diario El Nuevo Liberal, Magazín Ver Bien, Realidades y Perspectivas, Revista Ola Política. Escritora de los libros: Justicia Transicional, Del laberinto a la esperanza, Un camino al África, una puerta al mundo.

Sobre Clara Inés Chaves

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