Diversidad Cultural: El pilar olvidado del desarrollo sustentable en Colombia y el Mundo.

(Imagen: archivo particular-VBM).

El Día de la Raza, rebautizado en muchos espacios como el «Día del Respeto a la Diversidad Cultural», debería representar una ocasión para celebrar la riqueza del mestizaje, la herencia de los pueblos originarios y la fusión de culturas que conforman la identidad latinoamericana y mundial. Sin embargo, en Colombia y en numerosos países, las prácticas y discursos que rodean esta fecha evidencian retrocesos preocupantes en el reconocimiento pleno de la multiculturalidad como elemento fortalecedor, tanto nacional como regional. En vez de fungir como motor de cohesión y desarrollo, la diversidad parece subestimada en las políticas, el discurso mediático y la conciencia colectiva, ignorando así su valor estratégico en el contexto internacional.

Cultura: Pilar del desarrollo sostenible

La comunidad internacional y en particular la UNESCO ha reconocido a la cultura como el cuarto pilar para el desarrollo sostenible, junto a lo social, lo económico y lo ambiental. La Agenda 2030 de la ONU, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incorpora la cultura como facilitadora indispensable de los derechos humanos, la convivencia y la protección de los patrimonios, haciendo especial énfasis en el rol de la diversidad para reducir desigualdades y fomentar la paz. Sin embargo, la distancia entre tales postulados y la realidad cotidiana es patente: los espacios de decisión política, la educación formal y los medios continúan privilegiando historias hegemónicas y soslayan la pluralidad de narrativas.

Retrocesos en el reconocimiento multicultural

En el escenario actual, el mundo enfrenta una ola de radicalización y racismo institucional y social, donde resurgen mitos dañinos de jerarquías raciales y culturales. En América Latina y Colombia, esto se evidencia en la marginación de comunidades afrodescendientes, indígenas y migrantes, así como en la invisibilización de sus contribuciones históricas y presentes. Las constituciones más modernas, incluido el marco fundamental de la ONU, sostienen el principio de igualdad: todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. No obstante, la práctica revela una brecha dolorosa entre la letra y la vida cotidiana.

La oportunidad del reconocimiento multicultural

La multiculturalidad, lejos de ser un lastre, constituye un recurso invaluable para el posicionamiento nacional como potencia regional, tanto en turismo, economía creativa, diálogo intercultural, como en innovación social. Colombia, por ejemplo, podría consolidarse como referencia de inclusión cultural y sostenibilidad si integrara de modo transversal el respeto a la diversidad en las políticas públicas, la educación y la diplomacia internacional. Valorar la multiplicidad y fusionar raíces es no solo celebrar el pasado, sino asegurar relevancia geopolítica y competitividad en un mundo globalizado.

Coyuntura actual y desafíos

En 2025, la radicalización discursiva global y el racismo creciente, exacerbados por conflictos migratorios, crisis políticas y guerras culturales, amenazan el principio de igualdad consagrado por la ONU y la mayoría de las constituciones democráticas. Los debates actuales sobre nacionalismo, identidad, migración y racismo en foros internacionales—incluidos la UNESCO y la ONU—alertan sobre la regresión de valores democráticos y la urgencia de revalorizar la diversidad. Un ejemplo reciente es el llamado de la ONU para reforzar los mecanismos de protección a los derechos de las minorías y pueblos originarios, evidenciando la vigencia y urgencia del tema.

En conclusión, el Día del Respeto a la Diversidad Cultural debería ser un llamado a promover la multiculturalidad como herramienta para el desarrollo sostenible e igualdad de derechos. En Colombia y el mundo, esta misión sigue pendiente y demanda acciones concretas desde la esfera social, política y educativa, para convertir la diversidad en una verdadera fortaleza y evitar que la radicalización y el racismo continúen erosionando el tejido social y democrático.

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Clara Inés Chaves Romero: Ex diplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional en medios como Eje 21, Diario El Nuevo Liberal, Magazín Ver Bien, Realidades y Perspectivas, Revista Ola Política. Escritora de los libros: Justicia Transicional, Del laberinto a la esperanza, Un camino al África, una puerta al mundo.

 

 

Sobre Clara Inés Chaves

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