Muchos hablan sobre la paz total como un todo y un nada porque aún no se conoce como se llevará a cabo y como serán las diferenciaciones que se harán entre los grupos que se desmovilizaran y que formaran parte de este paquete que será la paz total.
Lo cierto es que antes de que Petro se posesionara como Presidente, él y ahora su canciller Álvaro Leyva comenzaron a trabajar arduamente sobre el tema.
Según lo dicho por el Nuncio Apostólico en reciente entrevista realizada por la suscrita en sus conversatorios habituales que lleva su nombre, el ELN es un actor fundamental y no puede quedarse por fuera.
Cada grupo que ha anunciado su voluntad de desmovilizarse y entregar las armas será tratado de manera particular, pues no todos podrían estar en la misma maleta, ya que hay una gran diferencia entre el ELN, las disidencias de las FARC y los demás grupos como el Clan del Golfo por ejemplo.
Retomando las palabras del Nuncio, el ELN no es un grupo narcotraficante, aunque algunos sectores de la organización protegen ciertos cultivos de coca.
Es obvio que el tema del narcotráfico y la posición del presidente Petro respecto a modificar la extradición en el sentido de que Colombia dejaría de extraditar a Estados Unidos narcotraficantes que negocien con el Estado y no reincidan, en caso contrario serán extraditados, es un tema que de una manera directa o indirecta entrará a formar parte de las negociaciones y Estados Unidos conoce esta posición.
Para algunos los hechos de que el gobierno hubiera solicitado a los Estados Unidos sacar a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo, como el del canciller Álvaro Leyva que votó a favor de revocar las credenciales de Gustavo Tarre, representante de Juan Guaidó en la OEA, son actos comunistas, y apoyan la dictadura de Venezuela como lo dijo el expresidente Duque recientemente; están totalmente equivocados.
Para nadie es un secreto que dentro de las filas del ELN hay insurgentes venezolanos y que este grupo se encuentra en Venezuela, por lo que este país los mantiene como un principio de disuasión; y en ese sentido es importarte tener en cuenta este hecho en el momento de negociar con esa organización y en la nueva relación con Venezuela.
Los análisis son distintos tanto para Colombia como para los Estados Unidos pues sus intereses y prioridades son distintos; de ahí que en el momento de votar en la OEA la propuesta del canciller Leyva hubo cuatro delegaciones en contra, incluido Estados Unidos.
La política exterior de Colombia y la de Estados Unidos si bien tienen aspectos en común, se diferencian en que la posición geopolítica de cada uno de estos varía, así como su importancia en el contexto internacional, lo cual se debe tener en cuenta.
Con respecto a Cuba, recordemos que fue en el gobierno de Donald Trump que la isla fue incluida dentro de la lista negra por solicitud del entonces presidente Duque.
Al respecto el Presidente Gustavo Petro explicó que cuando se realizaban los diálogos de paz con el ELN en el gobierno Santos, Cuba se ofreció “de muy buena voluntad” a servir de sede de las negociaciones y para ellos se firmaron unos protocolos.
De igual manera señalo que el gobierno de Duque decidió sabotear el proceso de paz hecho por Santos, en tiempos del gobierno de Donald Trump, le cobraron a Cuba el hecho de que se hubiera ofrecido para ser sede de las negociaciones y lo metieron en ese listado”.
En términos del Derecho Internacional Público es un oso que un país que presta sus buenos oficios, que es sede de las negociaciones y que es un garante, termine juzgado como delincuente.
Por lo anterior, no podemos salirnos del tema principal de la paz, y en este caso en particular de la paz total, pues no solamente la OEA aprobó la declaración de respaldo al proceso de paz en Colombia, sino que la comunidad internacional ve con buenos ojos este proceso y también lo apoya.
Una cosa son las ideologías políticas, sus intereses y tergiversaciones, sus odios y amores, y otra cosa las negociaciones en sí con los distintos grupos y la filigrana que se debe tejer en el contexto internacional para poder llegar a lo anhelado que es la paz. Esto no significa que se le tenga que entregar el alma al diablo, sino de poner sobre la balanza que es lo que más le conviene al país.
En conclusión, no es aceptable la reciente crítica que realizó el expresidente Duque al gobierno Petro y a su canciller en relación con la solicitud hecha por el Dr. Leyva en la OEA.
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Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.
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