Verbien magazin El tiempo corre hacia atrás y solo lo atan los buenos recuerdos y las buenas acciones. Gilberto Castillo
En cada rincón de Colombia, desde las selvas del Pacífico hasta las montañas de la Sierra, late un corazón que ansía paz, justicia y dignidad. Un corazón que muchas veces ha sido herido por la indiferencia, la corrupción y la violencia, pero que nunca deja de soñar.
Hoy, más que nunca, necesitamos mirarnos a los ojos y reconocer que somos mucho más parecidos de lo que imaginamos. Los colombianos, todos, tenemos historias de esfuerzo, de lucha, de alegría y también de dolor. Hemos sido víctimas de quienes, desde la independencia, han sembrado la división y el odio, enfrentando hermanos contra hermanos por ideologías, intereses o privilegios.
Pero hoy decimos basta
Basta de odio, basta de rencor, basta de permitir que otros decidan nuestro destino. La verdadera independencia está en nuestra capacidad de perdonar, de escuchar y de construir juntos.
Un llamado a la reconciliación y la inclusión
Este no es un mensaje solo para los letrados, los académicos o los poderosos. Es un llamado a los campesinos, a los indígenas, a los afrocolombianos, a los obreros, a los jóvenes, a las madres y padres de familia, a los ancianos y a los niños. Es un llamado a quienes han sentido que la justicia nunca llega, a quienes han guardado dolor en el corazón, a quienes han sido olvidados.
La Colombia que soñamos no es la de los privilegiados ni la de los marginados. Es la de todos, sin distingo de raza, religión, clase social o pensamiento. Es la Colombia que reconoce en cada uno de sus hijos a un hermano, a un compañero de camino.
(Imagen: You Tube-VBM).
A los afrocolombianos, que durante siglos han sufrido exclusión, discriminación y violencia: les decimos que su historia, su cultura y su lucha son parte esencial de nuestra identidad nacional. Su voz debe ser escuchada, su dolor reconocido y su futuro dignificado. La inclusión real solo será posible cuando todos los colombianos reconozcamos el valor de la diversidad y trabajemos juntos por la justicia social.
Un Mea Culpa necesario
A los políticos, a los líderes, a quienes han manejado el poder: les pedimos mirarse al espejo y reconocer el daño causado. Durante siglos, han usado nuestras diferencias para mantenerse en el poder, han alimentado el odio y han dividido a la patria. Hoy, les pedimos humildad, arrepentimiento y compromiso real con el cambio.
No es tiempo de más promesas vacías. Es tiempo de acciones, de escuchar a la gente, de trabajar por el bien común, de construir sobre la verdad y la justicia.
Un propósito común: La Colombia de todos
Imaginemos por un momento una Colombia donde todos nos sintamos parte de algo grande, donde el progreso sea para todos, donde la educación, la salud y el trabajo digno sean derechos reales y no privilegios. Una Colombia donde la bandera no sea símbolo de división, sino de unidad, de orgullo compartido.
Para lograrlo, necesitamos comprometernos todos. Desde el presidente hasta el niño que sueña con estudiar, desde el empresario hasta el campesino que siembra la tierra, desde la comunidad afrocolombiana hasta los pueblos indígenas. Debemos construir valores de sociedad: el respeto, la honestidad, la solidaridad, el amor por la patria.
Un compromiso de cambio
Cambiar el “chip mental” no es fácil, pero es posible. Empecemos por perdonar, por escuchar, por tender la mano. Rechacemos la violencia, la corrupción y la indiferencia. Trabajemos juntos por una Colombia donde nadie se sienta excluido, donde todos tengamos oportunidades, donde la diferencia sea motivo de riqueza y no de conflicto.
Que este sea nuestro propósito: unirnos bajo una sola bandera, construir juntos la patria que merecemos, y demostrarle al mundo que los colombianos somos capaces de cambiar el rumbo de nuestra historia.
Porque la verdadera independencia comienza cuando decidimos unirnos como hermanos, dejando atrás el odio y abrazando el sueño de una Colombia justa, digna y en paz.
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Clara Inés Chaves Romero: Ex diplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional en medios como Eje 21, Diario El Nuevo Liberal, Magazín Ver Bien, Realidades y Perspectivas, Revista Ola Política. Escritora de los libros: Justicia Transicional, Del laberinto a la esperanza, Un camino al África, una puerta al mundo.
