Recientemente he lanzado mi libro “Un camino al África una puerta al mundo” en versión en francés con la editorial Pantheon en Paris, en el cual no solamente se menciona al África como el continente del futuro y se muestra la historia que el mundo no conoce sobre la importancia de África no solamente para el planeta sino para Colombia.
En mi conferencia «La importancia del África, tanto para el mundo como para Colombia», dictada con ocasión del lanzamiento de mi libro, y también en África y en la COP 16, se encuentran temas fundamentales, no solo sobre la agenda política exterior colombiana, sino sobre la actual agenda mundial; entre otros, el medio ambiente con su diversidad biológica, el cambio climático, la paz y las energías renovables, entre otros.
El liderazgo de Colombia en este escenario de la COP16 es necesario para acercar al mundo, y a los países africanos en particular, en la medida en que no solo comprende temas fundamentales que requieren una regulación e implementación sería internacional más aún con la inteligencia artificial, sino que podría comprometerse a fortalecer la cooperación científica, tecnológica, cultural, ambiental y energética con África en particular y con otros actores mundiales en general, así como los intercambios con las universidades.
Sin duda, tratar temas relacionados con el medio ambiente, la diversidad biológica, el uso de recursos genéticos, etc., sería un gran avance. Entre Colombia y África nos convertiríamos en aliados geopolíticos para mediar en un diálogo de paz global y prevenir la guerra y los conflictos armados que afectan definitivamente el crecimiento de nuestros pueblos.
(Imagen: archivo particular – VBM).
La paz es un elemento fundamental de cooperación y unidad, porque los países africanos en los que ha habido procesos de paz tienen algo en común con Colombia.
Lo que ha venido proponiendo el Gobierno nacional en distintos escenarios internacionales como el canje de deuda por acción climática, y el establecimiento de un fondo de pérdidas y daños, ha venido haciendo eco en el contexto internacional, en particular en los países en desarrollo por lo que se requiere y es la oportunidad de fortalecer la cooperación sur- sur, y especialmente con los países africanos que poseen la otra cuenca que es la del Congo.
Cada día nos enfrentamos a nuevos retos y problemas, el cambio climático está asfixiando al planeta. Por eso hablamos de energías limpias: en este sentido, África tiene un importante papel que desempeñar en la medida en que puede contribuir al desarrollo de estas energías; ya que posee el 60% de los recursos solares del mundo, pero apenas utiliza el 1% de ellos.
África también se está posicionando como un continente de futuro en términos de biodiversidad, con un potencial para producir el 40% de la energía solar y el 10% de la energía eólica del mundo en 2050.
Colombia busca el cambio de energías fósiles a energías limpias, y en tal sentido no podemos desconocer al África como un actor fundamental en este sentido.
África, el continente del futuro, es el que posee las condiciones necesarias para desarrollar la energía eólica, al tiempo que instala mecanismos para transformar el movimiento del aire en energía eléctrica. Del mismo modo, el continente puede dotarse de los medios necesarios para utilizar la energía solar para captar los fotones del sol y transformarlos en energía eléctrica.
Si la lucha para salvar el planeta está en el esfuerzo de toda la comunidad internacional, especialmente de aquellos países desarrollados que contaminan más como la China por ejemplo, también es cierto que es la oportunidad para Colombia el conseguir en esta COP 16 aliados estratégicos que apoyen su liderazgo no solo en esta cumbre tan importante, sino en el fortalecimiento y desarrollo de su política exterior, y en tal sentido África es el continente y el actor más relevante para tales objetivos.
Es hora de cambiar nuestra mirada con respecto al África, y mirar la conveniencia de Colombia por encima de cualquier ideología política.
Es el momento de fortalecer nuestros lazos históricos y culturales con el continente africano, y mirarlo como un actor importante no solo con la potencialidad que tiene frente a los temas esenciales de la COP16, sino como un aliado para posicionar a Colombia a nivel regional e internacional en los temas fundamentales que el gobierno señala en su política exterior, algunos de los cuales deberían considerarse como una política de Estado para obtener el desarrollo del país y el fortalecimiento de la cooperación sur- sur que tienen una mirada común.
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Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.