TRUMP, el personaje que debilita los principios democráticos

El jurado de Manhattan condenó a Donald Trump por los treinta y cuatro cargos de falsificación de registros comerciales, para evitar que la estrella porno Stormy Daniels hiciera públicas las acusaciones de un romance que tuvo con el expresidente republicano en el 2016, lo que marca un hito en la historia de los Estados Unidos, y de esta manera se fortalece el Estado de Derecho y las instituciones democráticas que Trump había debilitado con su actuar y su discurso incendiario y xenofóbico.

Parece contradictorio a la vez que siendo los Estados Unidos una superpotencia que se vanagloria de su democracia, desbancando a Grecia por considerarse la democracia más antigua y consolidada del planeta, su constitución permita que un sindicado como el expresidente en mención pueda ser candidato y por ende tenga la posibilidad de llegar a la Casa Blanca.

El discurso de Trump contra el fiscal Alvin Bragg a quien descalifico, así como a su juicio en New York por considerarlo como una vergüenza, debilita las instituciones de la rama judicial, y lo peor es que este candidato republicano tiene una fanaticada enceguecida y ensordecedora que le sigue sin ninguna clase de juicio y sin cordura alguna.

Donadl Trump. (Imagen: Life – VBM).

Lo peor es que este nefasto personaje que representa antivalores contra la ética, la moral y la democracia es imitado y seguido por algunos líderes internacionales que polarizan, engendran odios y sentimientos xenofóbicos, dividen sus naciones y al mundo, haciéndonos retroceder en la historia, recordándonos la época del nacismo y del fascismo que nada bien le hizo a la humanidad y a la paz, principio que al parecer solo se queda en el papel como la regla más fundamental de la carta de las Naciones Unidas.

Dividir al mundo entre blancos y negros, entre los de derecha y los de izquierda, entre otros fundamentalismos y calificativos no construye la paz y no le sirve a la humanidad, ni es un elemento de inclusión, y mucho menos ayuda al desarrollo de los países, sino que esclaviza, idiotiza al ser humano, haciéndole perder todo sentido de análisis, de capacidad de pensar y sentir y de tener un criterio objetivo de la realidad para construir un mundo mejor basado en la solidaridad, el respeto, la caridad y la inclusión.

En las próximas elecciones presidenciales del país del tío Sam, sabremos qué tan inteligentes son y que sentido de patriotismo tendrán los estadounidenses al elegir a su próximo presidente y cual será en verdad el efecto de la condena contra Trump. ¿Acabarán los estadounidenses con la democracia y su condición de potencia, para aislarse y perder su protagonismo internacional?, ¿reinará la institucionalidad democrática, o la barbarie?

De lo que suceda en este país, tendrá unas implicaciones no solamente en el contexto internacional sino en el orden jurídico mundial.

Sería catastrófico y un pésimo mensaje el que un sentenciado por la clase de delitos que cometió, llegue a la presidencia de ese país, ya que volveríamos a la época de Tomas Hobbes “el hombre es lobo para el hombre”, y el ejemplo que le daríamos a la humanidad y en particular a las nuevas generaciones sería que la cultura del delito es importante, rentable y un ejemplo a seguir. Además, aparecerían más personajes como Trump en el mundo que nos llevarían a la edad medieval y a una guerra de odio sin fin.

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Clara Inés Chaves RomeroExdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

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Sobre Clara Inés Chaves

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