Rappi

Cuando hablamos de la empresa Rappi se nos vienen a la mente varios temas al mismo tiempo: el economico, el social y el medio ambiental.

Algunos dirían que en el tema economico, estaria ayudando a unos negocios a promocionarse y a vender sus productos, lo cual es algo positivo.

Pero cuando miramos el tema social, esto ya sería distinto, pues los empleados que forman parte del sistema de distribuicion de servicio, es decir, los que reciben los pedidos, los compran y los llevan a los clientes, no cuentan según versiones de prensa con la seguridad social y las prestaciones sociales que dispone la legislacion laboral para estos temas en particular.

(Imagen: archivo particular – VBM).

En octubre del año 2018 en el portal del ministerio del Trabajo, la ministra de Trabajo, Alicia Arango, fue indagada sobre la situación de la empresa Rappi y la inconformidad de algunos trabajadores y parte de la sociedad al conocerse que a los mismos no se les estarían pagando prestaciones sociales; lo que llevo a que Arango respondiera que “ese es un tema que se está estudiando, el contrato que ellos tienen son legales pero nosotros consideramos que hay una parte que tiene que ver con las prestaciones sociales que no se cumple y que tiene que cumplirse y que se cree debe tener un mayor apoyo por parte del empresario.

A pesar de que el 5 de abril del año 2023 en la noticia titulada “Rappi le respondió al Ministerio del Trabajo qué pasa con la seguridad social de sus domiciliarios” La plataforma aseguró que cuenta con 1.717 trabajadores reportados en PILA. La funcionaria de Rappi entrevistada dijo que los repartidores, se debe tener en cuenta que en la actualidad se cuenta con 15.000 activos en la aplicación SoyRappi. “Los repartidores no son empleados ni contratistas de Rappiy por ello Rappi no tiene la obligación legal de reportarlos en PILA”, aseguró la compañía.

Lo cierto es que la actual de ministra de trabajo se encuentra buscando una solución a esta problemática con dicha empresa.

La verdad es que en el ambiente aún se queda un malestar y la percepción de que se le están violando los derechos laborales a los rappitenderos, y en tal caso, si somos estrictos con la ley, estos derechos deben predominar por encima del beneficio económico, aunque en la práctica se viole este principio y sea lo contrario. La pregunta es, si todo está bien para los directivos de Rappi, ¿Por qué los rappitenderos se quejan de no tener su seguridad social ni prestaciones sociales?

El tema medio ambiental que es fundamental y que se encuentra contemplado como tal no solo en la agenda nacional sino en la internacional, Rappi no lo tiene en cuenta.

Algunos de los repartidores usan unas bicicletas con motor que contaminan no solo por su ruido sino por la polución que generan, además, no cumplen con las reglas de tránsito. Muchos de ellos se pasan los semáforos en rojo, utilizan los andenes peatonales causando incomodidades y poniendo en peligro a los transeúntes.

Pero como si fuera poco en los sitios públicos donde se sientan los rappitenderos a comer, dejan basura que no recogen, produciendo así contaminación e yendo contra las normas de higiene pública.

La ley dice que las empresas deben darles a sus empleados unas instrucciones y cursos que se deben de seguir. ¿Por qué en estos temas no se han hecho, para que no se sigan violando las normas de tránsito, de higiene, del código de policía y de buena convivencia? Será que Rappi no le puede enseñar a sus funcionarios y empleados directos o indirectos a tener una cultura ciudadana que no atente contra la tranquilidad, pues el ruido que producen sus bicicletas de motor y motocicletas es ensordecedor y perturbador.

La pregunta que también nos hacemos es ¿por qué las autoridades correspondientes no cumplen son las disposiciones legales existentes para controlar el ruido no solo de las bicicletas de motor, sino de los carros y motocicletas en general?, si eso atenta contra la salud física y mental de las personas. ¿Cuándo aprenderemos a cumplir la ley?

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Clara Inés Chaves RomeroExdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

Sobre Clara Inés Chaves

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