Por Guillermo Romero Salamanca
Egan Ariel Bernal Gómez no se cansaba de levantar los brazos cada vez que subía al podio del Tour de Francia. Era la culminación de uno de sus sueños: ganar la máxima competencia del ciclismo mundial.
Nació para ello. El clima, el terreno, las travesías, pero sobre todo su amor por la bicicleta hizo de él un gran campeón que cambió paradigmas y les da otra visión de vida a miles de jóvenes del mundo.
Los periodistas, los medios de comunicación y el público en general no conocen a Egan Arley. Él se ha limitado a contestar lo básico, pero no le han preguntado sobre sus conceptos de la vida, la política, el estudio, las universidades y la administración de empresas. Cuando lo escuchen, encontrarán a un gran idealista, pero gran realista digno de prestarle atención.
Le siguió al pie de la letra el consejo que diera Ángel Fausto Coppi –pentacampeón del Giro de Italia, doble vencedor del Tour, ganador de 122 carreras, Campeón del Mundo de Ciclismo de Ruta y quien estableciera en 1942 el récord mundial de la hora—cuando le preguntaron sobre la manera de mejorar el ciclismo. Contestó con tres oraciones: “Montar en bicicleta. Montar en bicicleta. Montar en bicicleta”.
Los ganadores
Al hacer un primer balance sobre esta actividad que paralizó a millares de personas frente a los televisores se saca un pequeño listado de vencedores.
Colombia. La imagen en el exterior de Colombia no es de las mejores como saben aquellos que portan el pasaporte nacional en otras dimensiones.
Los ciclistas. En la mitad de los departamentos, unos 3 millones de jóvenes practican el ciclismo en diferentes categorías de ciclo montañismo o de ruta. Esta victoria en Francia los anima a continuar ejercitando el deporte en bicicleta.
Egan Ariel Bernal Gómez. Desde luego que el propio campeón comenzó a marcar una historia en el deporte, en la vida nacional y en las nuevas generaciones. Sus opiniones serán claves para cambios en tratamiento a practicantes, formas para conseguir recursos y nuevas pistas para entrenar y competir.
Nairo Quintana y Rigoberto Urán. Los dos pedalistas quedaron entre los 10 mejores del mundo. Sus rostros ya son conocidos por los seguidores de este deporte y las entrevistas de Urán son de renombre con cada apunte.
Ineos. Esta empresa multinacional química del inglés Jim Ratcliffe, con negocios aproximados a los 90 mil millones de dólares, obtuvo un reconocimiento mundial y aunque aún no tiene sucursales en Suramérica, se prevé su llegada en pocos meses. Su valoración de imagen es incalculable.
Caracol Televisión. El canal obtuvo la sintonía y ventas de comerciales jamás pensadas en los últimos 10 años. Fue un acierto apostarle al ciclismo en este año. Falta aún la Vuelta a España donde los colombianos seguirán dando noticias.
Los narradores y comentaristas de ciclismo. Georgina Ruiz Sandoval, John Jaime Osorio y Santiago Botero en Caracol. Mario Sábato, Víctor Hugo Peña y Óscar Restrepo en ESPN. Dos estilos diferentes para dos públicos deseosos de datos y emociones distintas.
Zipaquirá. En esta semana los medios de comunicación del mundo, le han puesto su atención en este municipio a 49 kilómetros al norte de Bogotá, donde ahora además de su Catedral de Sal tendrán a Egan como su referente.
Fernando Calle. Este periodista de Caracol Radio le puso la nota distintiva al Tour de Francia con sus entrevistas, sus informes, sus crónicas y sus opiniones. Estuvo al lado de los ciclistas y les entregó a los oyentes los datos que requerían. Fomentó su camino periodístico.
Rubén Darío Arcila. La emoción de los últimos diez minutos de cada etapa se la llevó este experto narrador del corazón. Los oyentes de Blu Radio estuvieron pendientes de cada uno de sus trabajos.
Y desde luego, 45 millones de colombianos tanto en la patria como en el extranjero que se gozaron cada pedalazo. Se vio ondear la bandera en los Campos Elíseos de París y los asistentes entonaron a todo pulmón las notas del himno nacional.