Punta de Lanza: Entre la Sífilis y la Gonorrea

Por Senén González Vélez

(Toronto, Canadá, 27 de mayo de 2025).

Se dice que cinco fueron las pandemias más terribles de la historia. Pero creo que la más temible de todas por lo pasiva e invasiva, es la locura que producen los vicios y las drogas, especialmente la coca, el “fentanilo” y otras, con las que no se llega a la genialidad, pero si a la fatalidad, a los errores y las improvisaciones que conducen a proceder con graves estupideces.

La Sífilis y la Gonorrea son dos enfermedades de trasmisión sexual; seguramente provienen de la época bíblica de Sodoma y Gomorra, y no propiamente aparecieron de la noche a la mañana en nuestro país, sino que, se dice, fue producto del descubrimiento de América.

La civilización viene del otro continente, diferente al de las indias, que si aportaron sus misterios y sus sabidurías que hoy, además de inexplicables, nos conducen a que pensemos en una preexistencia humana superior a la presente.

Muy a pesar de ese señalamiento tan directo que se indilga sobre la enfermedad de contagio sexual, también se comenta que cuando Cristóbal Colon apareció por estas tierras, ya existían algunos brotes de la enfermedad. Estamos hablando del año de 1492 en adelante.

La contagiosa Gonorrea, fue identificada por el médico alemán, Albert Neisser, por allá en el año de 1879, es decir, 90 años después de la Revolución Francesa, 120 años después de la Revolución Bolivariana y 142 después del Pacto Histórico, es decir; estamos en equidistancias de las revoluciones, pero no tan lejos de la enfermedad que las crea para contagiarnos, metafóricamente, a todos.

Dicen que Cristóbal Colón cuando regresó a España de las Indias por los años 1493 hacia adelante, disque trajo de la tierra española la Sífilis. Suponemos que la bacteria no venía adentro de los baúles revuelta con los tesoros, sino en la sangre y en los pipis, listos para dispararlos a las “inocentes” damiselas indígenas, víctimas de la pasión revolucionara del Descubrimiento de América; hallazgo para ellos, porque América ya existía.

Lo cierto es que algunos esqueletos encontrados que datan de épocas o años anteriores a Colón, tenían rastros de la Sífilis, y seguramente también de la Gonorrea, lo que es posible que su antigüedad en tierras de las indias sea real y verdadera.

Dicen las estadísticas que la enfermedad tanto de la Sífilis, como de la Gonorrea, han formado parte de la historia de Colombia, y de verdad que así es.

Lo mismo ocurrió con los llamados ‘potrosos’ que, se dice, lo eran por beber agua de los aljibes que eran visitados por los murciélagos que dejaban caer sus excrementos sobre las aguas de lluvia recolectadas, lo que puso a muchos a llevar un ‘balón de fútbol’ entre las piernas.

Hoy tanto la Gonorrea como la Sífilis, sanitariamente, están controladas, pero aún siguen existiendo otras variables a las que se suman los ‘potrosos’, a quienes técnicamente les llaman ‘guevones’, como también ‘gonorreicos’, pero ya es por otra causa, que me recuerda el libro de Albert Camus, La PESTE, y el Manual del Hombre Absurdo, de mi autoría, del que se deduce que son estúpidos aquellos que conociendo lo absurdo, participan ciegamente de los errores, sin saber en el lío en que se meten, y lo peor es que lo repiten varias veces, pensando que la idiotez se modifica por el cambio climático, para convertirse en inteligentes. ¡Que tontos, carajo!

A mí no me cabe la menor duda que la tal gonorrea y los potrosos o guevones, aún existen en el país, pero con diferentes presentaciones o sintomatologías, en que la enfermedad se incrusta en su sistema llamado seropositivo.

Son portadores pasivos, por eso se unen entre sí porque apenas se les está desarrollando la enfermedad, hasta que esta se dispara para atornillarse y convertirse en gonorrea colectiva. Solo basta que veamos algunas multitudes para ver esa sintomatología cuya enfermedad, va pasando de pasiva a la condición de activa.

El termino Gonorrea se ha familiarizado tanto, que ya se convirtió en una expresión muy común para calificar a las personas como indeseables.

El mundo ha sufrido de pestes horribles, como la bubónica o peste negra, esa que, hacia precipitar a la gente al suicidio, muchos de ellos recurrían a la cápsula antibiótica 357 de 10 Mg que ponía punto final al padecimiento.

Recientemente salimos del Covid19, y al parecer le bajamos un poco al SIDA, pero aumentó de manera espantosa la gonorrea.

Darío Echandía dijo hace 60 años: ‘’Colombia es un país de Cafres’’, hoy tengo que decirles que ese calificativo le ha quedado pequeño al país, por lo que es mejor decir: QUE 11 MILLONES DOSCIENTOS MIL, SE ACERCAN PARA GANARSE EL TITULO DE GONORREICOS, DE POTROSOS O GUEVONES.

Esto nos obliga a rebelarnos para doblegar la enfermedad, que se está expandiendo lastimosamente entre nosotros, recurriendo a cualquier remedio efectivo.

Colombianos piensen bien para que no se conviertan en una gonorrea, porque como dijo don Pepe, no rebuznan porque no tienen el cuello largo; en cambio, les digo yo, que el sapo croa, porque lo tiene corto.

¡El aullido del lobo decepcionado!

(Toronto, Canadá, 20 de mayo de 2025).

A raíz del hundimiento de la reforma laboral, el presidente Gustavo Petro, desde China, entró gravemente en modo bipolar, porque se le sumaron dos desagrados fatales: el primero, el fracaso de su ministro, Armando Benedetti, en la pesca de congresistas, que dio motivo a que la reforma no pasara; y el segundo, fue que irresponsablemente pensó embolatar con su verborrea al presidente chino, Xi Jinping, para suscribir el convenio de la seda, el que fue considerado por el mandatario asiático como una ensarta de babosadas, tema que paso de seda a convertirse en áspera lija número 80.

Con ese estado de ánimo enloquecido entre ansiedad y depresión, se dirigió a los colombianos por la TV en idioma español pero con acento de mandón mandarín, y con aire de servidor samurai con imaginaria katana en mano, y dicen que habló y le dijo en privado a su grupito de paseo: Estoy enfurecido por el fracaso de Armandito para pescar congresistas, se invirtió tiempo y muchas cosas más, para nada.

Pero en público y por la TV, le caminó enfurecido al presidente del Congreso, Efraín Cepeda, al considerar que había burlado la voluntad popular. La rabia de Petro era tan notoria que invitó a la movilización popular, considerando el estallido social, como clamor del pueblo.

¿A qué jugaba Petro en la China y con la democracia de Colombia?

El presidente chino transmutó a Petro en un gusano no de seda, pero sí de pelos alborotados y venenosos. El señor Xi Jinping, jugó con Petro al Ping Pong, pues lo escuchó, y luego hicieron la venia de cabeza y después: ¡Chao men, vaya a comer chu, chu, chu!

Gustavo Petro/ Xi Jinping. (Imagen: El Mundo-VBM).

Mientras Petro se moría de la ira, Laura Sarabia, aun con las posaderas cansadas del largo viaje en tren, reía a carcajadas. ¿Por qué el presidente Petro no ha hecho comentarios de su gestión en China?. Está obligado a decirle al país, que carajos hizo allá y que beneficios le trae a Colombia. No tiene nada que decir, porque simplemente fue de paseo, además, se merecía un descanso de tanto ‘’trabajar’’ por el país, acompañado por un séquito que siempre tiene incienso y mirra a la mano, para mantenerlo en las nebulosas, y acompañado por una de sus hijas, que nada tiene que ver con el Gobierno Colombiano, pero que sí pasea a costas del erario.

La imprudente y pasional alocución presidencial habría puesto en riesgo la vida nacional, porque su invitación es tan sediciosa y grave, que atropella una vez más las instituciones, y pone en peligro la democracia y el Estado de Derecho, razón para que, desde ya, lo responsabilicemos lo mismo que a su gobierno, ante los organismos nacionales e internacionales.

Hay que denunciar lo que dijo el sindicalista en la entrevista en la W Radio. Ahí está plasmada el desarrollo de una protesta que será agresiva, la que, pese a que ese derecho está contemplado en la Constitución como respetuoso, al convertirse en beligerante, obligará a los ciudadanos hacer uso de las armas en defensa propia.

Así pintan allá en Colombia las cosas y recuerden: guerra avisada no mata soldado, ni espanta ciudadanos.

Cierto sector del sindicalismo colombiano, para mí, perdió su esencia y, peor aún, su dignidad al vincularse a las banderas sangrientas del M19, que enarbola el presidente Petro, que los terminó de degradar.

A los sindicalistas de honor, si es que los hay, les recuerdo que el M19 fue el que asesinó a José Raquel Mercado, ese sí, un verdadero líder sindical. Por eso no entiendo como olvidaron esa infamia, para que hoy apoyen a un presidente cuyo movimiento político eliminó a unos de sus más destacadas figuras de todos los tiempos.

Eso es no tener principios ni fronteras, por eso poco creo en los sindicalistas de esta época moderna, que solo son unos vividores, que honran la flojera, que nunca trabajan en sus empresas y que se la pasan de permiso en permiso sindical, mientras le descuentan de la nómina a los empleados, para ellos vivir ‘el cambio’. Es la lacra para el desarrollo empresarial, y la roya para empleo formal que se encarga de perforarle los oídos a los trabajadores para enfrentarlos a sus patronos. Se volvieron parásitos oligarcas al servicio del progresismo; viven bien, y les gusta ver a los pobres vivir mal. Pregunta: ¿Si quemaron el Palacio de Justicia, esos del M-19, por qué no el Congreso?

La honorable y destacada ministra de justicia, doctora Ángela María Buitrago, renunció, y denunció públicamente la nefasta y delictuosa injerencia del ministro del Interior, Armando Benedetti, en asuntos o temas que molestan la moral pública y su independencia como tal. Demandará al ministro Benedetti y a quien dirige el DRAPE.

Aullará Laura, o… ¿pelará los colmillos por haberle impedido Armando subir al avión presidencial? Pobre Laura. ¿Será que le daría una “darrabia” visceral y ahora denunciara más cosas de todo los que ella conoce y sabe?

De todo lo anterior se puede deducir que Petro no puede llevar a colaborar a ningún ministro de estatura moral, porque la mayoría de sus colaboradores, son cucarachas que danzan en el podrido calabazo, que se devoran entre sí. Ninguno de los actuales, alcanza la estatura moral de la Ángela María Buitrago, de Cecilia López Montaño, de José Antonio Ocampo y de Alejandro Gaviria, para citar a quienes no quisieron seguir ‘’comiendo en el mismo’’ plato con el tirano.

Al senador Efraín Cepeda, hay es que felicitarlo y apoyarlo. Se mantuvo firme como Presidente del Congreso. De igual modo a todos los congresistas que hicieron valer su condición de independientes para la toma de decisiones. Y al secretario y notario del Congreso, Diego Alejandro González, que fue Irrespetado por la chusma del Gobierno, quien merece excusas públicas de sus agresores. No está demás anunciarles que, al estar amenazados, deben recurrir a los organismos nacionales e internacionales, porque los han convertido en objetivo militar de los vándalos.

Ojo, que el sindicalista que habló por la W del día viernes 16 de mayo: fue intimidante, por decir lo menos. ¿Se tomarán el Congreso a la brava?

A los empresarios les recomiendo que se unan antes que sea tarde y lo pierdan todo. Sacrifiquen un poquito, para que defiendan las tres cuartas partes.

A la reserva: unión con Dios y la patria, y decisión sin titubeos.

Al pueblo, que no crean en Petro, que es la guillotina de la libertad y el funeral para la miseria.

A los candidatos, únanse en privado con seriedad y cumpliendo al pacto, para que den la sorpresa en público, en el momento indicado.

¡Hay que honrar la Fe por la Causa!

Desde la distancia, solo veo a María Fernanda y a Abelardo

(Toronto, Canadá, 13 de mayo de 2025).

Digresión uno.

Quiero recordarles a los colombianos que lo ocurrido con el ingeniero santandereano, Rodolfo Hernández, en las pasadas elecciones presidenciales, dicen que se está montando nuevamente.

Aparece en escena el señor Santiago Botero diciendo: ‘’Que cuente el presidente Petro con nosotros, voy a ser un soldado de Petro. Siento que hay una oportunidad gigante para sacar adelante al país; creo en Colombia; se vienen muchas oportunidades con la apertura de fronteras, somos un país estratégico’’. Texto reproducido por David Ghitis. Ahora… si escuchan lo que dijo en YouTube, resulta atractivo para los que les gusta el engañoso dulce, pero mata al diabético, que es la Colombia ingenua.

Vean en Semana la otra silueta incógnita del millonario ‘paisa’. No sé qué está pensando el señor Botero, si es que la Presidencia en estos momentos de quiebre el país está en subasta pública y al mejor postor, en la que resulta una oportunidad única para el adinerado llegar a la presidencia.

Qué no se equivoque el señor Botero, que de buenas intenciones no solo está lleno el cielo, sino también el infierno.

Colombia necesita un estadista, pero antipetrista, y, desafortunadamente, usted no lo es. Su declaración hay que agradecérsela, porque no se presentó disfrazado, y ya sabemos bien a qué atenernos.

Ya Rodolfo Hernández, el mago, sacó de su cubilete el conejo y nos fregó, solo falta recurrir al dicho ‘paisa’ que diga: ‘’Eso que reconforta, se chupa y se aprieta, da fuerza a la pandereta y ayuda a la digestión’’, o, como quien dice: ‘Tomen de mi cuento, avemaría, porque esta yerbita que les brindo sirve, pa´ que se les quite la pobreza, el hambre y el dolor’.

Digresión dos.

Debido a los escándalos y las determinaciones de la Honorable Corte Suprema de privar de la libertad a lo desfalcadores, vale advertir: Que la cola nunca actúa sola si la cabeza no se lo ordena. Iván Name y Andrés Calle, los expresidentes del Senado y de la Cámara, fueron detenidos por orden de ese tribunal. Lo que debe seguir, ahora, es el camino que encuentre la cabeza que ordenó todo el entramado de corrupción a las arcas de la Nación.

Por eso urge ungir a un Jefe de Estado de conducta impecable. Esa es la razón del cataclismo que hoy vive el país, por ello destaco a estos dos personajes: Abelardo De La Espriella y María Fernanda Cabal, motivo de este artículo.

Abelardo de la Espriella/María Fernanda Cabal. (Imagen: Infobae-VBM).

No se engañen compatriotas con la revelación promesera del multimillonario, Santiago Botero, que se declaró soldado Petrista. Ahora se sumará al contexto estratégico el tartufo, Juan Manuel Santos y del impoluto, Ernesto Samper Pizano, conformando el peligroso cuarteto para pescar en río revuelto y dividir la oposición. Actúan con agendas propias, y al final se encuentran.

Aquí se necesitan líderes de perrenque, con corazón y cerebro de estadista; que piensen y pongan a pensar. No necesitamos figuras impulsivas, que hablen de lo humano y lo divino, sin tener un ápice de conocimiento de lo que es la administración pública.

Petro y ahora el ‘paisa’ Botero, quieren llevar a la misma oposición a una graciosa paradoja, para envolverla en una espiral sin fin, para hacerla ver como si estuviera preparándole a la democracia, su miserable funeral.

Esa impresión hay que destronarla. Señor Botero: usted es un millonario ‘paisa’, pero su osadía, no alcanza a la de su paisano, el expresidente Alvaro Uribe Vélez. Colombia le agradece su confesión. Porque, aquí entre nos, soldado avisado, no muere en guerra …

Todos los candidatos, deben mostrar la procedencia de sus riquezas y esto no solo debe examinarlo la DIAN, sino un tribunal internacional, porque estamos hablando de riquezas que están en otros países, bien guardadas, en dólares, euros y, quizás, en oro.

A mí no me cabe la menor duda, que se está divagando en torno a la forma de cómo tumbar el Presidente, cuando las herramientas legales están a la mano para hacerlo. Entonces, ¿cuál es el miedo?

Escrito está en la Constitución la manera para destronarlo, pero se volvió letra muerta, por la cobardía o la complicidad de los legisladores. Cuando la prebenda asoma el signo de pesos, estimula el hambre del corrupto. -Bellacos son; hijos de mala simiente.

Por eso el pequeño Cantinflas, se da el lujo de burlar las leyes, los gremios, hasta de la ingenuidad del mismo pueblo y la dignidad de la Fuerza Pública, pasándose todo el sistema legal, por donde las costillas pierden su honesto y mal oliente nombre.

Propongo a la Colombia pensante:

Que hay que mostrar primero los planes de gobierno, no las improvisaciones de una izquierda que ofrece cosas imposibles de cumplir, para luego improvisar con un gobierno chambón.

Organizado el plan, es necesario que paralelamente, las Fuerzas Armadas, sus reservas, los generales en uso de buen retiro, y los retirados a la brava por el tirano, que nos unamos sin temor.

Que ellos también estructuren su plan de cómo debería ser manejado el país. El aporte militar y policial es válido, porque es otra óptica que complementa la visión de un estadista civil para la toma de decisiones, que permitan el desarrollo nacional para que renazca la confianza del inversionista tanto nacional como internacional.

Quién de ellos salga escogido, se convierte automáticamente el vencido en su fórmula vicepresidencial, o la declina, para darle la oportunidad a otra línea de la oposición.

Sería interesante conocer previamente los nombres de los ministros, teniendo en cuenta, propongo yo desde la distancia, para Defensa, al general (r) Eduardo Henrique Zapatero, innegable conocedor del conflicto armado.

Muy válida sería conocer la postura de un buen ministro de Hacienda, que podría ser el doctor, Bruce Mac Master, como muchos otros, que son figuras destacadas, para apenas citar a dos nombres que se nos viene en el pensamiento.

Es importante que, en la participación ministerial, las concurrencias estén representadas por todos los sectores de la oposición, incluyendo el personal de la reserva, valor importante para salvar la democracia.

También deben conformarse con la oposición, equipos que nos representen en procura de conseguir gobernaciones, alcaldías, buena parte del Congreso, así como las asambleas departamentales y concejos municipales.

Es un imperativo incluir a estudiantes de diferentes universidades que se hayan destacado, para formar parlamentarios frescos, ‘nueva sangre’ de corte demócrata, y no progresista.

Si la sensatez prima por encima de las ambiciones, y la vanidad ociosa no le hace una mala jugada al buen uso de la razón para que gane la soberbia, podríamos decir, honrando la palabra y los compromisos: ¡Nos salvamos!

Soy liberal de doctrina, que siente un profundo asco por los que se reputan ser liberales de hoy, vestidos como descarados prostitutos, sabidos que son unos mercaderes del honor, la ética y los principios al mejor postor. A esos, hay que acabarlos. Hay excepciones, desde luego.

Yo solo deseo paz para todos, pero de la mano y del temor de Dios, tenemos que sacar adelante a Colombia. Mañana es tarde.

Carta a las Fuerzas Armadas y de Policía de Colombia

(Toronto, Canadá, 6 de mayo de 2025).

Mis apreciados oficiales y compatriotas:

Reciban mis sentidas condolencias por los 37 soldados y policías asesinados mediante el plan pistola, y seguramente que vendrán otros, y por las víctimas inocentes ajenas a la barbarie que está padeciendo nuestra patria; condolencias que no se las ha dado el presidente Gustavo Petro a sus familiares, y creo que no lo hará, por el desprecio que él le tienen a todos ustedes, como evidentemente está demostrado en lo que lleva de su nefasto mandato.

Siempre he sido un admirador permanente de las fuerzas del orden, las que defiendo y estimo como uno de los mayores símbolos patrios que reflejan el espíritu soberano de una nación libre y temerosa de Dios.

Ustedes son la identidad y la moral de la nación libre que, para el mundo, representan la imagen de un país en libertad y orden. Y esa es Colombia.

A pesar de esa notable impresión, la virtud y el coraje marcial, por desgracia, se ha ido debilitando por la fuerza de las pasiones políticas e ideológicas que han traído miseria y ausencia de firme autoridad, distanciándose de los principios éticos, a tal punto, que la doctrina y el deber militar han quedado en oscuro suspenso, lo que nos deja una espantosa y confusa impresión para preguntarnos: ¿es que estamos en presencia de una dualidad entre el deber ser como oficiales de doctrina, o solo se trata de un ejército humano de espectadores que en modo robótico cumple a ciegas las órdenes superiores, así a estas les asesinen sus propios integrantes en nombre de la democracia, la Constitución y las leyes?

No me cabe la menor duda, señores oficiales, que estamos viviendo una disputa del pasado contra el presente, poniendo en peligro el futuro de las nuevas generaciones.

Los hijos de quienes sirvieron a la patria, iniciarán su vida con un potencial de odios. Y… la venganza y el desquite, serán su válvula de escape, lo que es fácil pensar y deducir que se está educando futuras generaciones para un mayor y angustiante conflicto armado. Y… ¿qué decir del ‘’sicariato’’? Este será el empleo más fácil, el que a la mano ofrezca mejor remuneración. ¿Acaso eso es digno? El pago por recompensas se está volviendo en un lucrativo negocio, que es, en esencia, un paga diario.

Señores Oficiales: la dignidad no es negociable y dar concesiones mucho menos. Permitirlo, no solo es mostrar debilidad sino el hambre de hacer parte de los corruptos para alcanzar el enriquecimiento ilícito o recibir honores que pierden su grandeza porque el defecto mata la virtud.

Es preferible tener en el pecho un humilde escapulario de tela con la imagen de Cristo y su madre, la Virgen, que medallas obtenidas y otorgadas por un indigno cafre.

Señores Oficiales: de todas las ramas del poder defensivo de la Nación, con todo respeto les digo: Si en verdad ustedes desean el bien para Colombia, es hora de hablarle con carácter al Jefe Supremo de ustedes, no sea que la historia los incluya como cómplices o mecenas de la debacle en la que está a punto de caer el país, para volverla satélite del terrorismo, el narcotráfico y el comunismo. ¡No se llamen a engaño! Remember to Venezuela.

No creo que el deseo de ustedes sea dejarle como herencia a sus hijos, nietos y esposas, pisotear 214 años gloriosos del Ejército y 113 de la Policía Nacional, cuando gozan de la herramienta constitucional para defender la vida y honra de los colombianos, cuando el pueblo irresponsablemente se levante, o cuando el gobierno se tiranice. ¡Eso no es ser deliberantes!

Bueno es ejercer un derecho, pero mejor aun es cumplir con una obligación moral y justa, ética y profesional, como es defender la patria y sus valores, la Constitución, las leyes y la democracia, por encima de cualquiera consideración política o tiranía que se insinúe.

Y cito: ’’El deber de las Fuerzas Armadas es defender la patria no solo a través de la guerra, sino de la paz y de los valores democráticos. La fuerza militar está en el deber no solo para proteger a los aliados, sino para luchar contra la tiranía, sea por tierra, mar y aire’’: Winston Churchill.

Quienes hayan ingresado a la milicia solo para vivir y no luchar por la patria para morir, han traicionado el espíritu de su doctrina, perdiendo dos batallas: el amor propio como emblema supremo militar y policial, para matarles a sus hijos, el héroe que ustedes para ellos representaban, para consagrarse o mal como cobardes o de miserables traidores vendidos.

¿Será que ustedes salvan la Patria, o se alían para hundirla? Tengo fe en la causa que nos obliga a defender las instituciones y la democracia. Por eso no pierdo las esperanzas de verlos reaccionar más temprano que tarde.

Atentamente,

Senén González Vélez

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