Por Senén González Vélez
Golero no come Golero
(Toronto, Canadá, 14 de octubre 2024).
El presidente Gustavo Petro, es un experto en crear escenarios que no existen, para prevenir lo que él cree que le puede pasar. El pecado acusa. Romanos 2:1:24. Se victimiza para justificar sus mentiras y falsas situaciones.
Es el único personaje que se siente morir la víspera, para resucitar sin morirse. Es un agente del mal, que proclama una justicia social falsa.
Le incomodan los católicos y cristianos. Prohíbe la exhibición de un Cristo en las oficinas públicas, y poco falta para que se imponga y se permita, que sea la imagen del diablo con cacho y cola que aparezca como patrono de Colombia.
Los topes electorales fueron violados, y por ello lo catalogan de indigno. ¿si no eres indigno, para que te preocupas? Y… si lo eres, ¿por qué te preocupas? ¿Si en este Gobierno nada pasa? Y… la Cámara de Representantes y la Comisión de Acusaciones, no tiene pantalones, para aplicar la ley. De qué preocuparse Presidente, si usted está como la breva en su jugo: ¿dulce y sabrosa?
Yo siempre he pensado que Petro es PARANORMAL, y lo demostró en Panamá. Indefinido.
Por ello crea controversias utilizando la difamación, como lo está haciendo en estas horas críticas por las que pasa, que, al sentirse anímicamente acorralado, recurre a la infamia de calumniar, que es una de sus más favoritas armas, las mismas que utilizó y emplea uno de sus amigos: el filósofo de Bulgaria, Sereno Cepeda, el visitador de cárceles, que vulgarmente compra testimonios falsos, para mancillar la honra de quien los puede derrotar.
(Imagen: El Informador – VBM).
Está convocando a un estallido social ¿Por qué lo hace?
Sencillamente para atemorizar las entidades que tienen a su cargo alguna investigación en su contra. Lo mismo que hizo con la elección del fiscal ante la Corte Suprema. Casi que se configura otro tipo de asalto al Palacio de Justicia.
Cada que vez que Petro tiene en ciernes una investigación que lo ponga en peligro, se inventa una contra-fórmula, para distraer, o crear el caos. Recurre a soltar ‘’balas’’ expansivas.
¿Acaso no es un tremendo despropósito, el incitar a una concentración nacional para protestar y de paso, le ordena a las fuerzas policiales y el ejército, no usar las armas? Ese procedimiento no es otra cosa que anunciar una masacre de manos de los indios, y de las escorias del hampa, para que asesinen a los ciudadanos inocentes y a las fuerzas armadas.
En buena hora, el general ® Eduardo Enrique Zapateiro, a quien no lo considero en uso de buen retiro, le dijo a Petro: ‘’Ningún capricho puede estar por encima de la Constitución’’. Y responde Petro: ‘’Mi órden es no levantar las armas contra el pueblo’’. Respuesta venenosa y calculada.
Sin duda, Petro es un presidente caprichoso. Él es él y nadie más. ¡Y punto!
Sabemos que las armas las levantan y las disparan los terroristas, desde los oscuros rincones donde se refugia el hampa. El orden público está en manos de la Fuerza Pública, por orden de la Constitución y la ley, y a sabiendas, Petro los desarma.
Petro actúa de manera muy parecida a lo que hizo el Imperio Romano con los cristianos: Que los metió en el redondel del circo; acá sería la plaza pública, y le soltó los leones hambrientos, que en este caso estarían representados por la primera línea, las bastardas guardias indígenas y el hampa, que son parte del ejército popular de Petro, para que masacren a justos y pecadores.
Entre esas víctimas, estarán los desarmados policiales y los bobos participantes, que por dinero, acompañen al Presidente en su viaje a la tumba, localizada en los terrenos de Marte, su exilio, y de testigo tendrá a Júpiter.
Pero volviendo al caso de la violación de los topes electorales, el magistrado del Consejo Electoral, doctor César Lorduy, fue tratado por el Presidente de modo irresponsable y atrevido, lo señaló de criminal. El doctor Lorduy demostró ser falsa y calumniosa la afirmación del presidente.
También le faltó el respeto a la magistrada, doctora Maritza Martínez, a quien de manera de hecho o de facto, la declaró divorciada de su esposo, y señalada como esposa de un paramilitar. La magistrada Martínez de manera propia de su condición de mujer y del cargo que representa, le demostró a Petro que mintió, la calumnió, y la puso en manos de la delincuencia, peligrando la seguridad de ella, y la de su familia, como también agredió su dignidad de mujer. Y al magistrado Álvaro Hernán Prada, también lo calumnió.
Petro es una serpiente que tiene la cola pisada, y no le queda otro camino que morder al primero que se le acerque.
Este comportamiento del Presidente me permite construir una expresión: Cuando no puedas con tu enemigo, porque es superior a ti, calúmnialo. Eso es lo que hace y de manera visceral.
Se calumnia y amenaza la prensa libre. Eso es síntoma de miedo, porque es consciente de su incompetencia, que se ve reflejada en todo lo que hace chambonadamente.
Finalmente, por desgracia les dejaré en esta nota, mi impresión personal sobre todos estos escándalos que, en mi concepto, es el mayor y más grande de la historia política del país.
Toda esta alharaca, terminará en nada, y menos en un Gobierno que es cuna de la corrupción. Es oportuno el refrán: Golero no come Golero, porque los órganos de control, los tiene enjaulados.
¡O nos unimos, o nos hundimos!
Que ojalá el largo brazo de
Israel llegue hasta Colombia
(Toronto, Canadá, 6 de octubre 2024).
Israel nunca ha perdido ninguna guerra. Y…esta, la volverá a ganar, pese a que el costo será universal, pero sería peor si los vencedores fueran los terroristas. O ¿No?
Amán o Hamán, en la tradición rabínica, se consideraba como el centro de atención de muchas leyendas talmúdicas, porque fue un perseguidor de los judíos, a tal extremo que su intención era matar a todos los judíos de la Persia de esa era, en tiempos en que no existía Palestina.
La muerte del criminal de estado, Nassan Rahallah, la lamentó Gustavo Petro. Era de esperarse.
A mí no me cabe duda de que Petro es solo Petro, por eso no hace parte de ninguna definición ideológica doctrinaria del marxismo puro, distinta a la del terrorismo, la criminalidad, el odio y la siembra del caos, la corrupción y el derroche. Su posición es de una identidad indefinida, por eso es incoherente.
Él sí sabe lo que está haciendo. Se le ha señalado como poseedor de muchos males, con deficiencias mentales y conclusiones como ser drogadicto, marica, travesti, cachón, corrupto, toda una serie de señalamientos inapropiados, hasta irrespetuoso, diría yo, para frenarlo, que de paso, no le alcanzan, porque tiene un blindaje inexplicable, solo comparable con los que hacen parte de las huestes del mal y que los cuida el propio Satanás.
Todo su actuar, es una estrategia que ejerce con una pasmosa frialdad para destruir la Nación, comenzando por las bases populares, y en simultánea, debilitar el sector empresarial, agrícola, cafetero, energético, y acabar con Ecopetrol a pasos agigantados, y de igual manera, con la producción de gas, y de forma colateral, incide en el incremento galopante del desempleo.
Otro aspecto son los altos intereses al servicio de la deuda que tocan los recursos del Presupuesto de Gastos de la Nación, para atender el pago de las obligaciones con la banca multilateral. Estos temas, los trata Petro con indiferencia, no los cumple con la puntualidad requerida, porque lo que le interesa es quedar mal en todo, porque su Gobierno no le apuesta a quedar bien en la historia, sino lograr un propósito propio para la otra historia que fortalezca al progresismo mundial.
Petro/ Netanyahu. (Imagen: BBC News – VBM).
En cuanto a la pobreza, se ve claramente reflejada en la tercera parte de nuestros compatriotas, que están raspando la olla para sobrevivir, por la inseguridad alimentaria que avizora un panorama alarmante. La Nación, la clase política, los empresarios, todos a mi juicio, estamos equivocados con el proceder de Petro, que está enfocado en destruirnos.
Hay que buscar otra salida que sea más fuerte que lo virtual y más eficaz que las marchas. Hay que imponer la fuerza de la ley a todo coste y quienes tienen la obligación de ejercerla, que pierdan el miedo. La postura, por ejemplo, del embajador de los Estados Unidos en Colombia con relación a Petro, es muy elástica, se pasa de lo diplomático y prudente, a lo generoso. Eso es preocupante.
De otra parte, a mi modo de ver, Benjamín Netanyahu, no es un criminal de guerra, si a los que combate, son terroristas. No son ángeles buenos, ni sobrinos de la Madre Calcuta.
Puede haber excesos, pero la guerra impulsa a la defensa de la vida. ¡Qué paradoja tan burlesca!
El terrorismo en Colombia nos tiene dominado, porque no existe el coraje para responder las agresiones de los terroristas, por miedo a ingresar en el contexto de criminales de guerra o como víctimas de los derechos humanos, que tiene mucha tendencia progresista. En Colombia nos matan, y no se puede actuar, porque violamos los derechos de los criminales. ¿Quién entiende esto?
Sí … ¿es sucio el ataque cuando se mata a mansalva y sobre seguro a gente inocente?, ¿qué otra respuesta se puede esperar, que la reacción contundente de Israel? – O, la de un colombiano desarmado, ante un asaltante que, si lo está, ¿cómo defendemos nuestra vida?
Petro es un agente de las organizaciones del mal. Ojalá Dios lo perdone, pero… cuando se muera. Ahora no, porque reincide.
Su llegada a la presidencia de Colombia, guiado y llevado por las tinieblas sagaces del mal, mediante la violación de los topes de las campañas electorales, que lo convierte en un presidente ilegítimo.
Petro no puede ocultar ni su mala índole, ni su anti semitismo visceral, que lo descarga y lo demuestra al alabar a quienes mataron a 1.200 personas en un concierto, libres de cualquier sospecha de ser malhechores. Festeja igual que maten soldados colombianos como judíos. O, a nuestros campesinos.
Este 7 de octubre se cumple un año de esa masacre, asesinando a ciudadanos inocentes, entre niños de brazos, mujeres embarazadas, que fueron violadas, y hasta decapitadas, mientras disfrutaban de un concierto en REIM, que es un KIBUTZ, o colonia agrícola localizado en suroeste de Israel, en la frontera con Gaza.
El presidente Netanyahu, de manera categórica, dijo que no dará su brazo a torcer y pronuncia un valiente discurso en la ONU y dice: ‘’El que se levanta para matar, también debe estar listo para morir’’, es por lo tanto, todo parecido a la aplicación de ley del talión, de Hammurabi: ‘’Ojo por ojo, diente por diente’’.
Israel dio de baja al terrorista Hassan Nasrallah. Acabaron los judíos con el cerebro, eje del mal, que deseaba destruir a Israel, borrándolos del mapa. En Colombia hay que acabar con PETRO que está destruyendo al país, pero a través de la ley, no del golpe de Estado ni con su muerte. Todo está servido para que a través de la ley se produzca su caída del poder. Solo falta el valor, la decisión, para que se concrete su salda del Gobierno.
Dice Netanyahu dijo: “Ciudadanos de Israel, hemos tenido grandes logros, pero el trabajo no está terminato”. Eso es cierto. El primer ministro israelita hasta cuando no derrote a IRÁN, no cesará la ofensiva ni defensiva de Israel. Pero PETRO está de luto, por la muerte del terrorista que tanto elogia y pondera.
Petro, hasta que no acabe con Colombia, no dejará de desvariar. Algo me dice que Israel nos dará la mano. No nos abandonará.
Como cristiano de origen SEFARDI, amo al pueblo de Dios y censuro el que Petro haya roto relaciones con Israel. Esa actitud es intervencionista. Hace lo que critica. Rompe las tradiciones de la amistad, para ligar al país con el hampa mundial. Eso no es aceptable, ni lo podemos permitir.
En la guerra, la teoría de las proporciones podría funcionar si en la medida que la guerra avanza, no se desproporciona. Por ello, ya no se podría catalogar a Netanyahu como criminal de guerra.
La guerra no es nada buena, pero el atropello tampoco se puede permitir y menos que la sorpresa sea asesinar a ciudadanos inocentes. Por eso se hace necesario utilizar la fuerza para defender a sus ciudadanos, y por ello es válida la posición de Israel, como también, defender el honor de su Nación. Eso hace el digno pueblo de Dios, cosa que Colombia no, porque la magia fantasiosa de Petro, hipnotizó a los bobos de la patria y por eso, está a favor de todo lo que se rotule terrorista, o que esté fuera de la ley.
Petro es el líder cósmico de la nación, solo le preocupa la suerte de los terroristas del medio Oriente, y poco se preocupa por controlar las fechorías del ELN y la FARCs ni del Clan del Golfo contra el pueblo de Colombia y el mar de corrupción en que navega y se asolea para dorarse.
Digresión: Escuchaba al expresidente Alvaro Uribe, pronunciando una magnífica reflexión en el Congreso de Comfenalco, como también escuché, al periodista de la Blu Radio, de ideas izquierdistas, el respetable Aurelio Suárez. Fue brillante, clarísimo y pedagógico. Si como don Aurelio actuaran los de la izquierda de modo cerebral, con conocimiento equilibrado, Colombia estaría tranquila y no veríamos a los progresistas con la repugnancia tóxica y repulsiva que causa, como por ejemplo, cada intervención el primer mandatario de esta Nación.
Las posiciones de Uribe y Suárez, pese a sus extremos opuestos, lograron encontrarse. Eso se debe a que la razón siempre es única y verdadera. Lo que polariza a las sociedades es que se entromete en las razones buenas de los propósitos, las ideologías interesadas que los separan.
La radiografía perfecta de la situación de país, que hicieron los exponentes, a Petro le importa un bledo todo. Cierro digresión.
En cuanto a las fuerzas empresariales y vivas de la Nación, seguro que le llegará al alma, los mensajes tan claros del expresidente Uribe y de Aurelio Suárez, pero no hará efectos de ninguna clase, porque el país ya se convirtió en ZOMBIE, ante un presidente que se mueve en lo paranormal. Solo la mano de Dios y el largo brazo de Israel, podrá salvarnos de la hecatombe.
¡O… nos unimos, o nos hundimos y nos jodimos!