Por Senén González Vélez
Petro: ¡persona no grata!
(Toronto, Canaá, 11 de noviembre de 2024).
Son tantas las canalladas las que ha cometido el señor presidente, Gustavo Petro, contra el Caribe Colombiano desde cuando asumió su mandato, que hoy propone un sistema de expropiación velado, como todo lo de él, a través del sistema de valorización, cuyo coste, al triplicarse y no poderlo pagar la ciudadanía, entonces el Estado a través del truhán, ordena que se inicien acciones administrativas del caso para que se cumplan, o se pierdan por la vía ejecutiva, con fines de remate.
Solo un miserable y canalla se atreve a pensar en tal despropósito, traído de la improvisación y del Gobierno de los chamboneos y el grupo de Ali Baba y los 40 ladrones que lo rodea, que para el caso, son muchísimos más.
Presidente: ¡a Cartagena, Barranquilla, y el departamento de la Guajira, se les respeta! Usted está muy equivocado. Somos pacíficos pero no vencejos.
Y si hay que tomar medidas de confrontación para evitar que nos ahorque económicamente, pues tendrá el Presidente que aplicar su condición de dictador, mediante el abuso de poder, cuyas ganas no le hacen falta, al que está acostumbrado para imponer sus absurdos caprichos meséanicos en otros quehaceres que no se lo vamos a permitir para la Costa Caribe.
No le es muy difícil a la ciudad de Cartagena, Barranquilla, y todo la Costa Caribe, declararlo ¡persona no grata!. Por lo menos en mi mente y en mis sentimientos, ya lo es desde hace mucho rato, porque está atropellando a mi amada Colombia.
Si somos para usted, sus acérrimos enemigos, que nos ve y nos trata con ojos de odio, pues nosotros lo vemos con lástima, por sus frustraciones, pero con la valentía para evitar que nos atropelle.
Yo pensé que usted, Gustavo Petro, había aprendido en su tiempo de vida terrorista y de barbarie, lo que es el dolor social y la necesidad de recuperar la dignidad de los pobres; pero no, entró al poder con piel de oveja, para luego transformarse en una bestia, de índole felina, que por el poder que tiene, y del que descaradamente abusa, manipula a sus víctimas, y mientras acaba con ellas, las vuelve objeto de juego. Eso es lo que trata de hacer con la valorización que nos quiere imponer, de corte sado-masoquista.
Caribeños: A pararse firmes, y que Petro no pise nuestras tierras, y si lo hace, que ande con su camarilla de guardianes, sin rumbo, ni oficio. Porque al mentiroso, no se le debe creer, y al tirano, no se le debe recibir ni obedecer.
¡O nos unimos o nos jodemos!