Shohei Ohtani. (Imagen: MLB-VBM).
Un fenómeno llamado, Shohei Ohtani. Los Cerveceros no tuvieron poder de respuesta.
Pat Murphy, el capataz de los Cerveceros de Milwaukee, dijo en una rueda de prensa, que durante los últimos 5 años se había dedicado a estudiar a los Dodgers de Los Ángeles, jugador por jugador, lanzador por lanzador, jugada por jugada, ‘’para poderlos derrotar’’.
Efectivamente, derrotaron ampliamente a los Dodgers en la temporada regular, pero también a todos los otros equipos de las Grandes Ligas, sumando 97 triunfos ante 65 derrotas, para lo mejor en este 2025.
Pero de un momento a otro, los pupilos de Pat, no pudieron descifrar a los lanzadores de los ‘Esquivadores’, dejándolos en un raquítico 118 de promedio con el bate, apenas 14 imparables en 119 turnos en los 4 juegos que perdieron por el Campeonato de la Liga Nacional; con 4 dobles, 1 triple y 1 jonrón, para 4 lánguidas anotaciones; 4 bases por bolas y 41 ponches.
Los serpentineros de los Dodgers, con Blake Snell, el curtido lanzador zurdo abriendo la serie, quien hizo una faena para enmarcar, con 10 abanicados frente a 24 bateadores que enfrentó, 0 carreras, 1 imparable, 0 bases por bolas, con 69 lanzamientos buenos de 103, en 8 episodios, ganando los Dodgers 2 carreras a 1.
Por cierto, en ese primer juego, hubo una de esas jugadas extrañas pero que son válidas en el béisbol. ¡Jonrón que no fue …! Sí, así como lo están leyendo.
Un descomunal batazo de Max Muncy que se creía iba a ser jonrón, terminó siendo un doble out, con una acción del jardinero central, Sal Frelick, quien no pudo capturar la pelota en el aire y cayó al campo, para quedar en juego, por lo que se produjo una jugada del 8 (del jardinero central, Sal Frelick), al 6 (al campocorto, Joey Ortiz), al 2 (el receptor, William Contreras), para fabricar el primer out, pues el corredor, el dominicano, Teoscar Hernández, pensando que había sido capturada, se devolvió para iniciar un pisa y corre que no debió hacer sino salir camino al plato, para evitar el out forzado; y el 2 out, cuando el 2, (el receptor Contreras), sale desde el pentágono camino a la 3a. base para fabricarlo, porque el corredor que venía de 2a. para la 3a., Will Smith, se quedó en la segunda almohadilla, cuando por regla, tenía que avanzar.
Todo ocurrió en el 4o. acto, para detener las posibilidades de carreras para los Dodgers frente a los Cerveceros, jugada que todavía se discute. ¡Hay que verla y apreciarla!
Luego le siguió el derecho japonés, Yoshinobu Yamamoto, quien cubrió toda la ruta, con 111 lanzamientos, 81 buenos; 3H, 1C, por jonrón; 1BB y 7K, para que los Dodgers vencieran por tablero de 5 carreras a 1; y después, Tyler Glasnow, quien laboró 5.2 de actos con: 3H, 1C, 1BB y 8K, sin decisión; Alex Vesia, como relevista, con 0.2 actos: 1H, 0C, 0BB y 1K, ganó; y el novato japonés, Roki Sasaki, colgó los 3 últimos outs, cerrando con un ponche, para sumar su tercer juego salvado en la postemporada, en donde los Dodgers triunfaron con pizarra de 3 carreras a 1.
Y, finalmente, el astro japonés, Shohei Ohtani, con una maravillosa actuación en el cuarto y último de la serie por el campeonato, con 6 actos de: 2H, 0C, 3BB y 10K; y el novato japonés, Roki Sasaki, colgó los 3 últimos outs sin complicaciones para los Dodgers, que ganaron por tablero de 5 carreras a 1.
Bueno, algo falló en el estudio que hizo Pat Murphy y su tropa para los Dodgers a la hora de la verdad. Y no hay evidencia distinta a los resultados. La actuación que tuvieron frente a los Cachorros de Chicago en la ronda divisional, fue totalmente diferente a la que acaban de tener ante los Dodgers, en donde perdieron el entusiasmo, el espíritu luchador de la temporada y el impulso para remontar los momentos difíciles que tuvieron.
Simplemente, ¡se quedaron sin respuesta!
De regreso
Los Dodgers llegan por segunda ocasión consecutiva a la disputa de la Serie Mundial, que de ganarla, se convertiría en la primera novena en este siglo, en alcanzar el codiciado trofeo, y en la segunda, desde hace 24 años, que no lo consigue de manera seguida, como lo hicieron los Yanquis de Nueva York, en los años 1998, 1999 y 2000.
Dave Roberts, el estratega de los Dodgers, se preocupó, y mucho, a mediados de la campaña, cuando el equipo estuvo tambaleando con tantas lesiones y con una sensible baja a la ofensiva.
Pero en octubre, todo ha sido diferente, especialmente en la serie por el título de la liga. Con el bate, 250 de promedio —32 indiscutibles en 128 turnos —; sumando 7 dobles, 1 triple y 6 jonrones; 15 carreras producidas, 17 bases por bolas y 37 ponches.
En la ronda del comodín, porque los Cerveceros y los Filis de Filadelfia se clasificaron directamente para jugar las divisionales, los ‘Esquivadores’ vencieron a los Rojos de Cincinnati, con 2 triunfos sin derrotas; en la vuelta divisional, derrotaron con jerarquía a los poderosos Filis, con 3 victorias y 1 derrota; y crecieron en la jornada por el campeonato, al ‘’barrer’’ a los Cerveceros de Milwaukee, en los 4 primeros desafíos de la cita, cuando los pronósticos indicaban que por lo menos, la ronda tendría 5 partidos.
Contabilizan 9 victorias hasta el momento en la postemporada y un solo revés; pero para ganar la Serie Mundial, necesitan otros 4 triunfos, frente a un rival por el momento sin decidir, entre los Azulejos de Toronto y los Marineros de Seattle, los dos equipos que discuten el título de la Liga Americana.
‘’Aún cuando estemos acabando con el béisbol, como muchos agoreros pregonan, los Dodgers estamos en camino hacia la grandeza, con este puñado de jugadores que quieren hacer cada día lo mejor por el equipo’’, es la sentencia de Dave Roberts, el dirigente de los ‘Esquivadores’.
Un fenómeno
Shohei Ohtani sigue demostrando lo que es él para el mejor béisbol del mundo. No tiene que probar nada. Sencillamente, jugar y esperar que las cosas se puedan dar.
En el cuarto juego por la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, en la noche del pasado viernes 17 de octubre, el astro japonés exhibió el dechado de virtudes, talento y calidad, que brota por todos sus poros.
Después de aparecer en la loma como abridor y ceder una base por bolas, Shohei abanicó a los 3 siguientes bateadores, de los 10 que finalmente ponchó en 6 largos episodios de labor.
Pero, seguidamente, salió a consumir su primer turno al bate, en calidad de designado, en el juego frente a los Cerveceros, y una oferta en slider del zurdo colombiano, José Quintana, con el conteo en 3 y 2, que venía a 79.2MPH, pegada y abajo, la despedazó, para enviar la esférica con un batazo de 446 pies de distancia, al bosque derecho, para su primer tablazo de la gloriosa noche para Shohei y para los Dodgers.
Y otros dos cuadrangulares, uno en el cuarto, ante un lanzamiento en recta cortada a 89.3MPH enviada por Chad Patrick, en cuenta de 3-1, un descomunal tablazo que cayó a 469 pies de distancia, entre el bosque derecho y el central; y otro más en el séptimo, contra Trevor Megill, quien le envió una recta de 4 costuras que la depositó a los 427 pies del bosque central, en la cuenta de 1 y 2, para contribuir con 3 de las 5 carreras del equipo, que finalmente ‘barrió’ a los Cerveceros en la serie.
Todos los jonrones fueron solitarios, pero llegó a 5 tablazos de circuito completo, superando al registro que tuvo hace un año, en su primera aparición en el mes de octubre de las Grandes Ligas, cuando en 16 partidos conectó 3 cuadrangulares, contra 5 en los primeros 10 juegos de esta postemporada.
Más Valioso
Respetado y querido por sus compañeros, Shohei es, sin duda alguna, el pelotero que juega divirtiéndose con el béisbol, y con su manera de ser, sencilla, entre seria y jocosa, con un profundo respeto para con lo suyos y los rivales, el astro japonés tenía asegurado el trofeo de ‘Jugador Más Valioso’ de la Serie por el Campeonato de la Liga Nacional.
Lo que presenciaron los 52.883 aficionados sentados en el ‘Dodgers Stadium’, en la noche de este viernes 17 de octubre de este 2025, fue una noche histórica con uno de los más grandes jugadores de béisbol de todos los tiempos.
Superando un ‘ligero bache’ ofensivo, en los primeros juegos de esta postemporada, Ohtani se las ingenió para exhibir una vez más la clase de jugador que es para el juego y para su equipo, y por algo se dice que es uno de los fenómenos que tiene en la actualidad el deporte profesional en el mundo, y que hace gala en el Rey de los Deportes.
Cualquier cosa que se diga con adjetivos que bien merece el astro japonés, es poco para lo que representa en la realidad para el béisbol.
Es la majestad del béisbol, es la clase que se impone limpiamente, es la forma de hacer del juego un espectáculo inolvidable, y como muchos dicen, es un ‘extra-terrestre’ que vino a los diamantes a dejar una estela de grandeza que será difícil de superar, con el transcurrir de las temporadas del béisbol de las Grandes Ligas y del propio juego.
Los Dodgers están de regreso a la Serie Mundial, y acaparan por el momento, un 10 a 3 como favoritos para conseguir la corona del clásico, y la tropa que comanda Dave Roberts, sabe que necesitan con ansias, las 4 victorias que rubricarán la excelsa calidad de una novena que está diseñada para ganar, aun cuando no sea imbatible.