Después de la pandemia del Covid 19 y del primer mandato de Trump se han ido acrecentando los regímenes autocráticos en el mundo y el deseo de algunos líderes de parecerse al expresidente estadounidense quien representa los antivalores de la democracia y del orden liberal internacional.
Lo que resulta incomprensible es que considerándose a los Estados Unidos como la superpotencia que lidera el orden antes mencionado y la democracia en el mundo, cómo es posible que una parte de sus ciudadanos se vean identificados por la figura de Donald Trump quien no solamente ha estado condenado en algunos tribunales de ese país, sino que su discurso es guerrerista, antimigratorio y nazista.
En un mundo en el que se está conformando dos bloques, uno liderado por Estados Unidos y Occidente, y el segundo por China y Rusia junto a sus aliados, la posible llegada de Trump de nuevo al gobierno de los Estados Unidos si llega a ganar las próximas elecciones, pone en peligro la estabilidad mundial.
Donald Trump- (Imagen: Getty Images – VBM).
Rusia, China, Corea del Norte por ejemplo estarían felices, mientras que los europeos, Ucrania, Corea del Sur y Taiwán estarían muy preocupados, debido a sus discursos incendiarios que amenazan con derramamiento de sangre si él no llega al poder, además del ascenso de la ultraderecha, de lo que sería su política exterior aislacionista y de sus inclinaciones autocráticas. Es decir, sería retroceder en la historia, y la victoria de Rusia y China, así como del nacismo con su teoría del poderío de la raza blanca.
Según medios internacionales de prensa, de ganar Trump, él acabaría con las organizaciones de acreditación educativa con el fin de terminar con lo que él denomina «maníacos y lunáticos marxistas”, tendría el control del Departamento de Justicia, acabaría con la independencia de los medios de comunicación, restablecería el “Programa F” que haría que miles de trabajadores federales fueran despedidos a capricho para ser reemplazados por sus seguidores, quienes además tendrían el control de todo el sistema para garantizar la perpetuidad de su líder.
Además, se menciona que Trump promete reservarse la autoridad de «incautar» fondos aprobados por el Congreso para proyectos a los que se opone.
En una América Latina inestable, la influencia de Trump consolidaría el autoritarismo y acabaría con las ideas liberales.
Lo que no deja de asombrar es la cantidad de jóvenes que le siguen. El mundo tiembla ante la sobra de Trump y los adelantos que ha logrado el Presidente Biden en el escenario internacional se verían votados a la basura.
Ante el desinterés de Trump por temas como el calentamiento climático, por la América Latina y el África; China y Rusia se consolidarían en la mayoría de los países de estás regiones, en particular en el continente africano, lo que pondría en aprietos a Europa, así como a la seguridad mundial.
Lo que sucede en Estados Unidos no es un buen ejemplo para el mundo. En un planeta en el que los conflictos armados y la guerra, así como la lucha por el poder, el control geopolítico y el sometimiento sin importar los valores y principios fundamentales del liberalismo, son el pan de cada día. Podríamos decirle adiós al Derecho Internacional, a los Derechos Humanos, y al Derecho Internacional Humanitario, entre otros. ¡Dios nos proteja!
—————————————————————
Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.