Por: Germán Matamoros G.
Luego de una exitosa incursión en los Estados Unidos John Isaza, líder del Grupo Figaro, puso su mirada en Colombia con planes para el 2026 de aumentar el negocio de las barberías con franquicias, pasando de 30 a 60 puntos de atención. Esto significa la creación de 400 nuevos empleos y una inversión de más de $3 millones de dólares.
Jhon Isaza: fundador y CEO del Grupo Figaro. (Imagen – VBM).
La siguiente es una de las interesantes historias que se tejen en estos tiempos cuando se direccionan hacia objetivos y metas que tienen que ver con el progreso personal y profesional: el emprendimiento, palabra y tema de moda en estos tiempos de dificultades laborales y financieras. Para tener una idea, en este caso, se mueven cifras entre los 165 y 400 millones de pesos con buena rentabilidad en materia de inversiones, a través de franquicias.
El protagonista es Jhon Isaza, un visionario nacido en la ciudad de Pereira en el 1978, que tuvo su educación media, de familia paisa-caldense, y hoy en día es un exitoso propietario, junto con su esposa y socia Andrea Carolina Gómez, del Grupo Figaro, una empresa que se expande en la región con planes de duplicar su operación a través de franquicias flexibles y rentables a través del negocio de las barberías.
Cuenta Jhon, en diálogo con Ver Bien Magazín, que prestó servicio en la Escuela Militar en 1997, en donde se gradúo como oficial del ejército sirviendo al país durante 10 años, y por cuestiones de ideología y del momento del país se retiró y empezó a despertar con otra pasión: el tema comercial y empresarial. Así, se dejó guiar y se volvió consultor empresarial, muy orientado a temas de seguridad y riesgos, dando manejo al mismo tiempo a las relaciones internacionales y estudios políticos y de administrador.
De estas experiencias considera que todo está muy enlazado. “Cuando yo salgo del ejército me traje todo ese concepto de disciplina, trabajo duro, organización, método, planeación porque yo fui oficial. Entonces tenía un camino en el que podía organizar y establecer un método a través del cual podía trabajar de manera muy sencilla en el tema de la gestión de riesgos”, dice Isaza, exhibiendo con orgullo la camisa que lo distingue como el fundador y CEO de Grupo Figaro.
Lo cierto es que esa experiencia la trasladó al mundo corporativo con éxito. Estando en dicho proceso lo llamaron de las cadenas hoteleras y es donde encuentra lo que considera el otro complemento que es Figaro, con la cadena hotelera NH, en donde estuvo seis años como gestor de toda la dirección de riesgos. Poco después pasó a la corporación, y terminó como gestor de seguridad para Latinoamérica.
Nace la conexión con el negocio de las barberías
“Tuve una peritonitis, lo que me llevó a reflexionar mi vida y digo: oiga, si yo me muero todo se acaba, y tengo una hija y una esposa. Entonces me lancé a la aventura de crear un negocio de consumo masivo, que fuera escalable y que permitiera que el día de mañana mi familia estuviera, sin operarlo, pero que tuviera un negocio en marcha. Hicimos un estudio en Europa y Estados Unidos de conceptos diferentes, de comidas y bares. Y en esa época comencé a evocar mucho a mi padre que se había muerto, y yo me acordaba mucho de las experiencias de él, cuando él era barbero en el año 94-95; era el hombre noble, de bata blanca, con corbata, correa de cuero y cuchilla. Me acuerdo lo que era la afeitada, el menticol, la piedra pons, y yo en algún momento, como soy de cabello corto, dije a mi no me gusta como peluquean en la peluquerías tradicionales. Y en Estados Unidos encontré las barberías, que son espacios para hombres donde les hacen los cortes a su medida, de hecho el manejo de la barba es muy diferente de los barberos al de los estilistas. Y hablando con mi esposa le dije: mira tengo este concepto, miremos lo que está pasando en Europa, lo que está pasando en los Estados unidos y en Hispanoamérica. Fusionémoslo en un concepto y metámosle a eso veneno, con servicio al cliente como experiencia y el método empresarial. Y se fusionó todo eso y resultó ser una bomba. Se recobró el espacio para el hombre, se encontró el servicio al cliente de la mejor manera, donde lo atendían con una sonrisa llamándolo por su nombre, y también se encontró un método empresarial detrás de él. Formalizamos un oficio que era muy informal. Entonces lo cogimos, lo industrializamos, lo volvimos una empresa con todos estos componentes”.
(Imagen: archivo particular – VBM).
De esta manera Jhon y Andrea Carolina se involucraron en la parte empresarial pisando el terreno de la estética y la buena imagen, pero diferenciando cada oficio: los barberos en la barbería, el profesional en su arte y su belleza, y los espososdedicados al desarrollo empresarial con un propósito esencial: poner la mira en las inversiones.
Actualmente cuentan con 16 tiendas en 10 ciudades de Estados Unidos y 140 puestos de trabajo, y proyectan abrir nuevos puntos de atención en 16 ciudades norteamericanas para el 2025, lo que permitirá la creación de 300 empleos adicionales.
Criticar es fácil pero dar soluciones es duro
Recuerda el empresario que la situación de Colombia en 2016 era muy difícil con la migración de venezolanos al país. “Era mucha gente en la calle, era caldo de cultivo para los grupos ilegales. Y pasó algo también, aparte de lo que se veía, y era que había muchos emprendedores que estaban en la economía y querían invertir pero no sabían que hacer, tenían un miedo terrible a invertir. Entonces ¿qué hicimos?: con mi esposa acogimos a esa población venezolana migrante que eran muy buenos, los que eran barberos, y tratamos de sacarlos de esa condición de necesidad, de pobreza, quitarles una pistola y cambiársela por una tijera y una barbera, y así recogimos 75 familias venezolanas que fue nuestra base en insumos para así tener la mano de obra para hacer una franquicia. Ahí entendí al inversionista, al chico que quería hacer su primer emprendimiento, y le dije mire: lo voy a llevar de la mano, lo voy a acompañar, lo voy a educar en ciertos aspectos y usted simplemente haga la inversión y esté pendiente de ella. Y en tres años llegamos a 30 puntos en Colombia”.
Fue precisamente en el 2016, el 14 de abril cuando Jhon montó en Colombia la primera barbería en la carrera séptima con calle 42, al frente de la Universidad Javeriana. Y la primera en los Estados Unidos la creó en abril de 2019 en la ciudad de Miami Lakes. Actualmente cuenta con 16 franquicias en EE.UU. y 30 en Colombia.
“Siempre me he definido como un patriota, pero no me gusta la crítica hacia lo que pasa en mi país. Me gusta aportar, porque criticar es muy fácil pero para dar soluciones es duro. Entonces tengo un modelo de negocio que es estable, que es reconocido, que es una marca internacional. Lo que estamos buscando es traer inversionistas para ampliar la capacidad de tiendas, pasar de 30 a 60 en dos años y queremos generar 400 empleos, en Bogotá y en las ciudades principales, y tenemos proyectado San Andrés. Y además, traemos modelos de inversión muy sencillos. Usted invierte con nosotros, le montamos el negocio, lo administramos y le entregamos un rendimiento fijo mensual que está por encima del mercado. Entonces, la gente que en este momento no sabe que hacer con el dinero, que lo tiene bajo el colchón, que tiene la incertidumbre de lo que está pasando en el país, invierta en un negocio estable y sabe lo que hace”.
“¿Qué es lo que estamos aportando?: primero, que generamos empleo, y segundo, que hay mucho pequeño empresario que se lanzó a la aventura de una barbería y está quebrado, no está pasando los dos años o el primer año, la economía no le está dando clientes y son chicos muy talentosos. Entonces, voy al rescate de ellos; les voy a decir: venga yo le compró la barbería dándole lo que usted invirtió, quédese aquí, manéjela, haga un equipo y maneje la marca Figaro bajo estos estándares profesionales”.
Los modelos de negocios bajo la batuta de Jhon y su esposa inician con aportes desde los 165 millones de pesos con una franquicia tradicional, pasando a la de 200 millones de pesos.Son franquicias que tienen una rentabilidad del 10 por ciento efectivo anual garantizados, con pagos mensuales. También está la de 350 millones de pesosy son franquicias que ya existen hace cinco años y dejan cuatro millones de pesos mensuales, 54 millones de pesos al año más o menos. Y la última es la de 400 millones con rentabilidades del 16 por ciento efectivo anual y del 5.3 por ciento mensual.
Así, a grandes rasgos, se describe este joven empresario, esposo y padre, que disfruta el éxito con el hecho de ser un hombre feliz al poder salir un fin de semana viendo a su hija con salud, con vida, abrazando a su esposa y poder darse una caminata con sus perros en Doral, Miami, donde reside.