El presidente electo de Estados Unidos ha realizado nombramientos de personas que piensan y actúan como él y que al parecer son de su círculo de confianza.
Si ya el triunfo de Donald Trump representa una debilidad a los principios del Orden Liberal Internacional por lo que él mismo significa y por el discurso que él ha venido promoviendo; los nombramientos de su nuevo gabinete han generado muchas polémicas incluso dentro de algunos republicanos por lo que ha comenzado a tejer los hilos del poder para evitar que se los objete el Senado.
Trump intensificó sus demandas al Senado, sugiriendo que debería considerar los llamados nombramientos en receso de sus nominados, solicitud muy poco ortodoxa que básicamente pide al Senado que abandone su papel constitucional de asesoramiento y consentimiento y permita que sus nominados asuman su cargo sin votación.
Si bien la mayoría de los nombramientos suscitaron inquietud, los que prendieron la alarma fueron el de Robert F. Kennedy en la cartera de salud debido a que siempre fue un negacionista del Covid 19 y de las vacunas. Su lema es: ‘desmelenarse’ en cuestiones de alimentación, medicina y salud. “Hará América saludable de nuevo”, lo que significa que se reforzará el negacionismo y tiene una pelea cazada con algunos científicos en este sentido, lo que tiene injerencias negativas para el mundo ya que los malos ejemplos cunden, como pasó en el primer mandato de Trump sobre este tema. Además, ha difundido con frecuencia teorías de conspiración falsas sobre la seguridad y eficacia de las vacunas, lo que puede llegar en una eventual epidemia a generar caos en el mundo y desestabilización, poniendo en peligro la credibilidad de la Organización Mundial de la Salud, y la salud de toda la humanidad.
Por su parte la designación de Tulsi Gabbard como directora de Inteligencia Nacional genera preocupación debido a que esta posición es fundamental para la seguridad nacional, que de ser politizada, pondría en tela de juicio y en riesgo la integridad, la soberanía y ecuanimidad de las agencias de inteligencia estadounidenses, las que quedarían a merced de la influencia directa de Trump, además, hay que tener en cuenta que Gabbard es una admiradora y defensora de líderes autoritarios como Putin y Bashar al Asad entre otros., lo que nos conduce a preguntarnos en donde quedaría el principio de la defensa de la democracia y de las ideas liberales, si el país que dice defender estos principios tiene ideas autoritarias y un futuro presidente que se convertirá en un emperador.
Tulsi Gabbard. (Imagen: The Guardian-VBM).
El nombramiento de Gabbard como el de Pete Hegseth como secretario de Defensa, preocupa porque no tienen experiencia alguna y no han ocupado cargos importantes en gobiernos anteriores. Es decir, la inexperiencia es algo que al parecer se impone.
Para una posición como Secretario de Defensa se requiere de experticia y más aún si Estados Unidos es la superpotencia en el ámbito militar y el gendarme internacional, además de los retos que el mundo enfrenta ahora como la guerra de Rusia contra Ucrania, los riesgos de una posible escalada regional en el Medio Oriente, el tema de China al que el actual nominado considera como su gran preocupación, la paticipación de Corea del Norte en la guerra de Rusia contra Ucrania entre otros aspectos, lo cual generaría una inestabilidad aún mayor de la que ya se tiene.
Por su parte la elección de Gaets en la cartera de Justicia preocupa también debido a la reestructuración que pretende hacer, y algunos consideran que va a trabajar para lograr la impunidad para Trump, además tiene un antecedente negativo debido a una investigación que le realizó la Cámara por una supuesta conducta sexual inapropiada y consumo de drogas ilícitas.
Por su parte la elección de Marcos Rubio como secretario de Estado, preocupa a China debido a la sanción que le impuso, y por sus fuertes convicciones anticomunistas, lo que hará difícil el dialogo bilateral con este país, y frenará o al menos reducirá la creciente influencia que posee en América Latina.
No solamente es un mal ejemplo para el mundo y la consolidación de los antivalores y el aniquilamiento de la democracia y del Estado de Derecho, sino un mal mensaje de doble moral para la comunidad internacional que consolida las autocracias, y que podría poner en peligro la paz mundial debido a la inexperiencia de sus funcionarios y al discurso incendiario y mentiroso del presidente electo.
Como dicen las abuelas, que Dios nos coja confesados; pues ya se siente el impacto negativo de su triunfo sobre la economía mundial, aunque para el millonario Elon Musk ha sido benéfico ya que las acciones de su empresa aumentaron considerablemente su valor.
De otra parte, ante la falta de regulación internacional de los bitcóin, y el anuncio de Trump en desarrollarlos y tener una reserva en estas monedas, ha generado que los narcotraficantes estén mirando cómo hacer sus transacciones en esta criptodivisa, con lo cual la corrupción y el lavado de dinero se incrementarán.
Los grandes ganadores del triunfo de Trump en las elecciones fueron Tesla, bitcóin y las prisiones privadas. El bitcóin tocó los 89,982 dólares, lo que supone una ganancia de alrededor del 30% desde el 5 de noviembre.
Con lo anterior se evidencia que los grandes ganadores durante su gobierno y desde ya, serán los sectores más productivos y los más desarrollados, con lo cual se producirá un traslado masivo del capital y del trabajo hacia estos sectores, dejando de lado la redistribución de la riqueza entre otros grupos de población. Gran equivocación de los latinos y afros que votaron por Trump, no solamente porque su bolsillo no mejorará sino porque ya se están comenzando a verse amenazas contra los afroamericanos con un discurso esclavista, y además un sentimiento de venganza por parte de sus partidarios, que algunos analistas consideran que se liberará a los presos del capitolio.
¿Para dónde vamos? Con todos estos acontecimientos parecería que Trump está ayudando a Putin y a China a acabar con la democracia y a consolidar la impunidad. Absolutamente vergonzoso.
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Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.
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