Recientemente se llevó a cabo el debate presidencial entre Kamala Harris y el expresidente Donald Trump, saliendo ganadora la actual vicepresidenta de los Estados Unidos.
En este debate quedó evidenciado que el candidato republicano no tiene ningún programa de gobierno y que su plataforma como bien lo han venido señalando líderes internacionales, es él mismo.
El egocentrismo de Trump, su racismo y su deseo de aislar a Estados Unidos de los escenarios internacionales, ponen en peligro la paz mundial y permitirían a los rivales de Occidente como lo son China y Rusia el ascenso a ser el gendarme internacional y a avanzar en su neocolonialismo.
En este caso se aplicaría el refrán: que es mejor malo conocido que bueno por conocer.
El aborto, las armas, el plan para que los estadunidenses puedan acceder a la salud, la guerra de Rusia contra Ucrania, la OTAN refiriéndose a los aliados occidentales, el tema de Israel, la economía estadunidense, fueron los temas fundamentales de dicho debate.
Trump/Harris. (Imagen: BBC News – VBM).
Sobre las relaciones internacionales el cambio climático, el mal manejo que el gobierno de Trump hizo frente a temas como la pandemia, la inflación, la inmigración, el caso de los niños inmigrantes que fueron separados de sus padres y que no se saben en donde se encuentran, y los problemas penales que afronta actualmente el republicano fueron los talones de Aquiles que la candidata demócrata saco a relucir en este debate y que las noticias de prensa han venido señalando desde antes.
Sería funesto para el mundo el ascenso de Trump al poder ya que temas tan fundamentales como la paz, el cambio climático, los derechos de las minorías, la gobernabilidad y la propia institucionalidad democrática, es decir el Estado de Derecho, se verían llevados a cuidados intensivos.
Además, cuando en el orbe y en particular en nuestra región existen gobernantes y líderes anárquicos, populismos de derecha y de izquierda, ascenso de la ultraderecha en algunos países como Alemania por ejemplo, sería un mal mensaje para el mundo destruir los principios fundamentales y las libertades propias del sistema democrático, lo que significaría el caos y el fin de la institucionalidad, y pasaríamos a lo que Tomas Hobbes llamó El Leviatán, es decir, volveríamos a una especie de esclavitud y de adoctrinamiento, como sucede en Corea del Norte y China por ejemplo.
La seguridad internacional de los países se volvería aún más frágil de lo que ya es, puesto que si un presidente no puede denunciar un caso de seguridad nacional porque lo suspenden de la Asociación para el intercambio confidencial de información (UIAF) sobre lavado de dinero Egmont Group, por informar de la supuesta existencia de la compra del spyeare Pegasus y/o Software espía Pegasus, entonces nos preguntamos ¿cuál es el rol de un Jefe de Estado frente a la seguridad de su propio país?, a pesar de que nos encontramos dentro de un orden liberal internacional, imaginémonos en un orden anárquico internacional: no se podría gobernar porque tendríamos que seguir al pie de la letra como robots lo que el sistema anarquista quisiera imponernos.
Guardemos la esperanza de que la nación estadunidense sea lo suficientemente sensata para que escoja la mejor opción por el bien de un país que ha pregonado las banderas de la democracia, y que le den al mundo el mejor ejemplo eligiendo a la demócrata como una manera de acabar con la impunidad y el debilitamiento del Estado de Derecho tanto en ese país como para el mundo.
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Clara Inés Chaves Romero: Exdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.