El mundo y Argentina se conmocionaron con el fallecimiento este miércoles del astro del fútbol Diego Armando Maradona. Una complicación cardiorespiratoria cegó la vida del futbolista más querido, respetado y polémico de las últimas décadas.
La muerte le llegó en su residencia en el barrio San Andrés, en donde cumplía con un proceso médico. Alrededor de las 11 de la mañana se conoció la noticia que dejó en shock total al país. Maradona había dejado la Clínica Olivos el pasado miércoles 11 de noviembre, después de ser operado el martes 3 para extraerle un hematoma subdural.
Después de conocerse la noticia, al lugar llegaron el abogado de Maradona, Matías Morla, su exesposa Claudia Villafañe, además de sus hijas que viven a unas cuadras. Según medios argentinos, el primer médico que socorrió a Maradona fue un vecino y a los pocos minutos aparecieron patrullas de policía, ambulancias y cercaron el hogar del exjugador. Minutos después se confirmó la noticia.
El “Pelusa”, como cariñosamente le llamaban los analistas y la afición argentina, el que mantuvo la relevancia de llevar en la camiseta el número 10, será velado en la Casa Rosada y la ceremonia será en la capilla ardiente montada en el mismo lugar donde hace diez años fue velado el presidente Néstor Kirchner, según información suministrada por fuentes oficiales del gobierno y registrada por el diario El Clarín.
Campeón en el Mundial México 1986, figura en Argentinos Juniors, Boca, Barcelona y Nápoli y héroe eterno de la selección argentina, Maradona fue considerado como el mejor jugador del mundo de los últimos tiempos gracias a su extraordinario talento en el dominio del balón, a sus gambetas cortas, su rapidez mental dentro de la cancha y por supuesto a su prodigiosa zurda.
Su última aparición pública fue precisamente el día que cumplió 60 años: el pasado 30 de Octubre. Pese a su avanzada edad todavía tenía el deseo de retomar su rol de entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata.