El lanzamiento del libro, «Historias Humanas de perros y gatos», realizado en el Gimnasio Moderno de Bogotá, fue excepcional por la cantidad e importancia de los personajes que asistieron a él ; el auditorio resultó insuficiente ya que siendo in usual, los invitados acudieron masivamente, quedándose muchos de ellos sin poder disfrutar del cálido y aplaudido conversatorio entre el autor del libro, Gustavo Castro Caycedo, el escritor y periodista Jorge Consuegra y el Editor, Alfonso Carvajal. El hecho más impactante de la reunión fue que, por primera vez en el mundo, (que se sepa), los invitados de honor fueron Flora, una  heroína y un gato, en representación de los felinos y caninos; cada uno de ellos tuvo una pequeña tarima especial a lado y lado de la mesa de diálogo, frente a los asistentes. El libro incluye 70 excepcionales, cálidas y amorosas historias,  protagonizadas por personalidades colombianas y extranjeras.

Esa podría ser la pregunta que se hace todo el mundo a raíz de sus declaraciones en contra de las bases militares en territorio indígena. Declaraciones por demás riesgosas e irresponsables en contra de una democracia como la nuestra, que tiene vicios, pero que es democracia. Como dijo el procurador: “Sus declaraciones son una instigación a la asonada”.

Que en septiembre de 1955, fue derrocado el presidente de La Argentina Juan DomingoPerón, durante su segundo periodo de gobierno. Había sido elegido para el periodo 1952-1956. Este golpe de estado lo encabezó el general Eduardo Leonardi, desde  la ciudad de Mendoza. Su llegada a Buenos Aires, en calidad de nuevo héroe, fue tan multitudinaria como cualquiera de Perón en su mejor época. A Perón su esposa Evita lo hizo llamar: El Presidente de los descamisados.

Los primeros periódicos políticos a manera de panfletos  aparecieron en 1822. Sus impresores para causar el impacto deseado, le colocaron nombres muy pintorescos: El Verdadero Defensor de Colombia. El Verdadero Censor de Colombia. Lo mejor, ó lo más curioso, es que estaban escritos en un lenguaje muy chabacano. Posteriormente aparecieron: El Patriota dirigido por  el general  Francisco de Paula Santander y los Toros de Fucha por Antonio Nariño. Con ellos se lanzaban improperios de uno y de otro lado.

Indigno y humillante resulta ver la manera como los indígenas de una zona del Cauca trataron al Ejército Colombiano, dueño y amo absoluto de la soberanía en cualquier parte del territorio colombiano, sin importar que este sea un resguardo, un territorio indígena o cualquier otro lugar.

Entre las altas ramas azules de los guaduales, las cigarras afilan el cuchillo uniforme de su can­to. Se oye, traído por el cálido viento de la noche tropical, el rumor claro del río, que se pierde luego, apagándose suavemente en un murmullo de oración. Hay en el ambiente un perfume de miel y de azahar: es que la brisa agita los brazos abiertos de los limoneros, regando por el suelo las corolas; y también que en alas de esa misma brisa, viene de más allá del cañamelar el vaho caliente de las pailas en donde hierve el dulce jugo de la caña.

Señor Presidente usted no se puede seguir engañando, y mucho menos tratar de cambiarle la óptica de lo que está sucediendo al país y a la ciudadanía. Tampoco escudarse con declaraciones de que son hechos mediáticos, o retenes show como los calificó su ministro de defensa, el mismo al que muchos llaman modelo Arturo Calle, pues en su reciente visita a Toribio en el Cauca, departamento que por demás esta incendiado por cuenta de las Farc, la inseguridad democrática estuvo a cuatro kilómetros de su persona.

En el agua es una verdadera sirena y en el estudio una reconocida modelo  Norteamérica que sin timidez, ni prejuicios, ha posado desnuda para varías publicaciones. Como deportista es de alto nivel pues ha sido medallista olímpica en  más de una ocasión, habiendo participado en las olimpiadas de Atenas, Atlanta, Sídney y Beijing donde deslumbró no solo por su belleza sino por sus cualidades como deportista. Podríamos decir muchas cosas más de ella, pero definitivamente, una imagen vale más que mil palabras.