Alfonso López, el visionario

En medio de la crisis de los partidos en Colombia y del orden liberal internacional, me viene a la memoria la figura de un líder que dejó huella en el país a pesar de los escándalos que tuvo que afrontar, no solamente en vida de su padre, sino durante su gobierno, y me refiero al Expresidente Alfonso López Michelsen.

López es un personaje de la vida nacional que cuando hablaba ponía a pensar al país, aunque para él era hacer recordar principios o valores. Con su característico humor negro que algunos catalogaban, decía sus verdades a quien fuera.

El creador del movimiento MRL se caracterizó por ser un verdadero demócrata, participó en la aprobación de la ley que otorgaba derechos patrimoniales a las parejas homosexuales, algo que para la época era toda una revolución; también se destacó por el respeto por la institucionalidad y en tal sentido interpuso acciones contra el ejecutivo por abuso de poder.

Así mismo defendió la economía nacional y estaba en contra de la concentración de la riqueza, el ingreso, la tierra y el poder puesto que esto llevaba al país al atraso, mostrando así no solamente sus ideas de un verdadero liberal, sino su preocupación por Colombia, pues su sueño fue hacer de esta nación el Japón de Suramérica.

Alfonso López Michelsen. (Imagen: archivo particular – VBM).

A pesar de su condición de delfín, fue un luchador contra la clase política por no gobernar en favor de los más necesitados. Criticó el poder que detentó la clase dominante en el gobierno y las repercusiones negativas que esto trajo en algunos aspectos, lo que plasmó en su novela llamada “Los elegidos”.

Fue un gran crítico del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos debido a que considero que existió un procedimiento irregular en su tramitación.

Autor de varios libros. Su pasión fue el Derecho Constitucional; fue un gran visionario de los que hoy no existen y que el país requiere.

López tenía un gran respeto por los derechos fundamentales por los que luchó, y pretendió que la Comisión que se instauró con posterioridad a la caída del mandato de Rojas Pinilla instituyera el recurso de amparo que es el antecedente de lo que hoy conocemos como la Tutela.

Fue el primer presidente que no formó parte del Frente Nacional, un sistema al que criticó porque excluía al poder constituyente y a la oposición, a la vez que solo favorecía a los cabecillas del bipartidismo, debilitando así la democracia.

A pesar de que no quiso ser candidato a la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, apoyó la creación de la Corte Constitucional y suscitó el establecimiento del derecho fundamental al acceso a los servicios públicos.

Fue partidario de la conciliación del conflicto armado para llegar a un buen término, un principio fundamental en el Derecho Internacional Público, así como el intercambio humanitario para lograr la liberación de los secuestrados, oponiéndose así a los rescates militares del gobierno Uribe.

Como gobernante y como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno Lleras Restrepo obtuvo importantes y numerosos logros, además de haber sido el primer gobernador del departamento del Cesar y el creador del Festival de la Leyenda Vallenata, un ritmo autóctono que es patrimonio inmaterial de la humanidad declarado por la Unesco.

Su gobierno conocido como el Mandato Claro controló la inflación, el PIB creció a 8.5%, y dejó un superávit fiscal de 5000 millones de pesos. Además, hizo que el país exportara carbón y petróleo, fomentó la agricultura campesina como un medio para que los agricultores no migraran a las ciudades y logro un aumento de la producción agrícola en un 16 por ciento.

Entre otros éxitos tenemos: el otorgamiento de 986 títulos y se firmaron 4.700 contratos de asignación de tierras y el crédito agropecuario ascendió a 21 mil millones de pesos y la creación del Instituto Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adecuación de Tierras (HIMAT).

Los sindicatos se fortalecieron ya que se les concedió la personería jurídica a 1100 sindicatos, aumento la capacidad de energía eléctrica, fortaleció y creo planes de vivienda, educación y salud, además de la realización de varias obras de infraestructura.

López representó los verdaderos valores liberales no solamente partidistas sino del orden liberal internacional, esos que hoy hemos perdido y que debemos rescatar para que exista una paz duradera.

En resumen, se requiere un líder como López para acabar con el contagio de las dictaduras en el mundo y en particular para reducir las brechas y la injusticia social que es el caldo de cultivo para muchos males, además del fortalecimiento del campo que es la base para el desarrollo de un país.

—————————————————————

Clara Inés Chaves RomeroExdiplomática y escritora. Comunicadora con amplia experiencia en columnas de opinión, en análisis de la política nacional e internacional. Escritora del libro Justicia Transicional, del laberinto a la esperanza catalogado de consulta y del libro Crónicas de Juegos y maquinaciones políticas. Columnista de la revista “Realidades y Perspectivas” universidad de Chile Columnista. “revista Ola Política”, febrero 2019- actualmente.

Sobre Clara Inés Chaves

Comentar