Terrorífico y escalofriante el panorama que vive Méjico, que aunque parece calcado de nuestro viacrucis durante la época de Pablo Escobar, es un nuevo capítulo en la historia universal del terror.
Todo se inició, con el tráfico de la droga, de Suramérica, hacia los Estados Unidos, que desembocó en una guerra interna entre los dos principales carteles que se disputan ese lucrativo y escalofriante negocio: El del Golfo, con los Zetas y Sinaloa, con los Matazetas.
Se calcula que en cinco años, los asesinatos suman más de 40 mil. Sus prácticas son más tétricas, que las conocidas. En Veracruz arrojaron 40 víctimas en una céntrica y concurrida vía pública. En Ciudad de Méjico, aparecen cabezas de cadáveres en diferentes sitios.
A los macabros Zetas, les salió un grupo que dice protestar por la sevicia con que actúan. Con el mote de “los matazetas”, ha exhibido sus primeras actuaciones. Y han aparecido otros: los “caballeros templarios” y “la mano con ojos”, que actúan con prácticas más siniestras.
Los zetas, aparecen con camuflados y se dice que salieron de un cuerpo élite de la fuerza pública. Los matazetas son, según las autoridades, más discretos y visten riguroso negro, con pasamontañas, como ahora lo hacen paras y guerrilla en Colombia.
Dos son, los objetivos de estos carteles: disputarse los puertos mejicanos y apoderarse de la zona fronteriza con Estados Unidos. Texas y Arizona, son los Estados más golpeados. Han conformado grupos de pandilleros a ambos lados de la frontera, con menores de edad, nacionales de las dos repúblicas, que actúan como sicarios. Se considera que solo en San Antonio han cometido más de 200 secuestros, cuyos rehenes son llevados a suelo mejicano.
Todo está programándose para que, por primera vez, haya un conflicto bélico en territorio norteamericano. Estados Unidos ha descubierto policías corruptos, que como los mejicanos, se dejan sobornar por el narcotráfico. Este es el espeluznante panorama, que empieza a desvelar a mejicanos y norteamericanos; el mismo que desde hace años, nos quita el sueño a los colombianos.
BLANCO: El rumbo que ahora toma el TLC, pero, lástima que no se hubiera revisado durante este tiempo.
NEGRO: La pelota se les devuelve a Arizona, Alabama y Georgia, con las drásticas leyes contra los inmigrantes. Cierran negocios y se les pudren las cosechas, porque ya no tienen indocumentados que les trabajen.
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