Los Cardenales frente a los Gigantes, en la Liga Nacional; y los Yanquis ante los Tigres, en la Liga Americana, disputarán las dos coronas del béisbol de las Grandes Ligas de este 2012.
¡Quién lo creyera! Los dos mejores clubes del béisbol de las Grandes Ligas de este 2012, no llegan siquiera a la disputa del título de su circuito.
Los Nacionales de Washington se quedaron a mitad del camino para intentar ganar por primera vez la corona de la Liga Nacional. Todo porque los Cardenales de San Luis, que llegaron como invitados de última hora, primero vencieron a los Bravos de Atlanta, en el juego para definir ‘’en juego de infarto’’, el paso a la ronda divisional; y más adelante, al superar en cinco sensacionales desafíos, a los Nacionales, el mejor club del Viejo Circuito.
Los Nacionales y los Rojos fueron, por numeritos en juegos ganados y perdidos, los dos mejores equipos e la temporada. La representación de Washington acumuló 98 victorias, el máximo guarismo de triunfos; y los Rojos escoltaron al club capitalino norteamericano con 97 conquistas. Y ninguna de las dos representaciones pudieron clasificar para la disputa del título de la Liga Nacional, en estas finales que apenas comienzan. Eso demuestra una vez más que el béisbol es impredecible, y que cuando se llega al mes de octubre, todo es totalmente diferente.
Y los actuales campeones de la Serie Mundial, los Cardenales de San Luis, club al que poco se le daba opción para estar a estas alturas en la competencia por el título de su circuito, incluyéndonos nosotros, está una vez más en la carrera para defender su título del Clásico de Otoño.
En la Nacional
Para los Nacionales fue una extraordinaria experiencia en llevar la batuta ganadora en toda la campaña de su división y erigirse como el mejor club de la liga, pero su capacidad de juego fue superado por unos Cardenales, que nunca se entregaron y que hasta el último momento, se hicieron respetar.
Solamente analizando el último de los cinco partidos que jugaron frente a los Nacionales, los Cardenales exhibieron la clase de béisbol competitivo que hace de una novena respetada y respetable, en cualquier pasaje de la jornada. Perdían 7 por 5 en ocho entradas completas, pero abriendo el noveno, encabezados por el sensacional Carlos Beltrán, fabricaron racimo de cuatro rayitas para asegurar su paso a la final por el título del Viejo Circuito, en un parpadeo que dejó mucho que desear por parte del cuerpo de relevistas de los Nacionales.
Y los Cardenales se las verán con los Gigantes de San Francisco, el mismo equipo que perdiendo los dos primeros compromisos en su parque de pelota, lograron triunfar frente a los inmensos favoritos, los Rojos de Cincinnati en los tres partidos siguientes, para tener la opción de disputar el título de su liga.
Los Rojos, indiscutiblemente, tenían la crítica a su favor para por lo menos disputar el título de la Liga Nacional, pues fue el segundo mejor equipo de todo el béisbol de las Grandes Ligas. Pero al igual que los Nacionales, no alcanzaron siquiera a disputar el título de su propio circuito. Así es el béisbol.
Si las cosas resultan como se han visto hasta ahora, la final por la corona de la Liga Nacional se debe extender a siete partidos, y pensando en la capacidad serpentinera de los Gigantes, en contra de la opinión de los expertos que señalan favoritos a los Cardenales, creemos que la novena de San Francisco debe cargar con los honores de llegar a la disputa de la Serie Mundial de este año.
La final empieza con dos partidos en San Francisco, casa de los Gigantes; y los tres siguientes compromisos en San Luis, el hogar de los Cardenales. Si son necesarios los encuentros sexto y séptimo, las dos novenas regresarán a la bahía de San Francisco a disputarlos.
En la Americana
Cuando los Yanquis de Nueva York alcanzaron el título de la división Este de la Liga Americana, y los Orioles se clasificaron para disputar la casilla del ‘’comodín’’ extra frente a los Rancheros de Texas, señalamos que cualquier cosa que sucediera en el desafío ‘’de infarto’’ para ingresar a la ronda de los cuatro grandes del nuevo circuito, la novena de Baltimore vendería muy cara sus derrotas, si es que estas se producían, antes de despedirse por completo en la jornada del béisbol de las Grandes Ligas de este sensacional 2012.
Y en efecto, las cosas resultaron de ese tamaño. Los Orioles superaron en el juego ‘’de la muerte’’ a los Rancheros, 5 carreras por 1; y luego, ante los Yanquis, tras salir de su casa con una victoria y una derrota, se las ingeniaron para disputar, hasta el último out de la última entrada, para caer finalmente frente a los Yanquis en el quinto y decisivo choque de la ronda eliminatoria, 3 carreras por 1, en una jornada memorable ante el intransitable lanzador zurdo y estrella de Nueva York. C.C. Sabathia, y abandonar, definitivamente, la contienda de esta temporada.
Nosotros habíamos escogido a los Yanquis como favoritos para ir a la disputa del título de la Liga Americana, pero no contra los Tigres de Detroit, sino ante los sensacionales y mágicos Atléticos de Oakland.
Pero sobre el terreno de juego, las cosas no se dieron para los Atléticos, que cayeron en sus dos primeros compromisos en Detroit, cuando su ofensiva fue completamente silenciada; y luego de ganar los dos siguientes compromisos en su parque de pelota, finalmente cedieron terreno ante una espectacular actuación del Cy Young derecho de los Tigres, Justin Verlander, en otro sensacional juego de estas finales de campaña en las mayores.
Con esos resultados, ya estamos en la final por la corona de la Liga Americana, cuando los Yanquis de Nueva York, jugando en su nuevo y moderno parque de pelota de Nueva York, reciban en sus dos primeros compromisos de los siete previstos, a los Tigres, en una final por el título, que será, sin duda alguna, de alta calidad beisbolera. Los tres siguientes juegos se harán en Detroit, la sede de los Tigres. Y si llegan a ser necesarios los partidos sexto y séptimo, se regresará al Bronx para disputarlos.
Los Yanquis han perdido el rumbo a la ofensiva, incluyendo la decepcionante actuación de Alex Rodríguez, a quien el capataz de la novena, Joe Girardi, tuvo que enviar a la banca en el quinto y último juego frente a los Orioles; al tanto que los Tigres con el uno-dos de Miguel Cabrera-Prince Fielders, pueden hacer mucho daño a cualquier lanzador que labore desde la loma de los sustos.
Obviamente, todo el mundo espera que la artillería de los Yanquis vuelva por sus fueros naturales, en procura de que frente a los Tigres las cosas resulten menos agonizante a lo sucedido frente a los Orioles.
Los expertos consideran a los Tigres favoritos para imponerse, en cinco juegos frente a los Yanquis. Nosotros, sin embargo, pensando en que la ‘’pólvora’’ que encienda la mecha ofensiva de los Mulos no puede estar tan húmeda como se dice, consideramos a la novena de Nueva York para que se alce con el título de la Liga Americana.
Desde luego, y hay que advertirlo, estas conjeturas, en ambas finales, las basamos más que todo en el talento y la nómina de cada una de las cuatro novenas finalistas, algo que nada tiene que ver, a la hora de la verdad, de lo que ofrezcan la totalidad de los peloteros en acción sobre el diamante de juego.