Por: Antonio Andraus Burgos
Desde el punto de vista de las nóminas, hay seis favoritos para ir a la gran final. Pero en el camino, las cargas pueden variar muchísimo.
En la Liga Nacional, en la otra mirada que hay que hacerle al béisbol de las Grandes Ligas, la sensación que existe es que, sobre el papel, mirando simplemente las nóminas, hay seis equipos que parecen tener, desde ahora, los pronósticos a su favor para llegar a la gran final por el título del Viejo Circuito.
Pero es, como anotamos, simplemente sobre el escritorio. Quién sabe cuántas sorpresas podrá ofrecernos la campaña de este año 2014 en la Nacional, consentida por quienes consideran que es el béisbol auténtico, al carecer de la aplicación de la norma del bateador designado, y de conservar una línea de juego en donde, hasta los lanzadores, tienen que demostrar por qué están en donde están.
En el Este
Si todo se diera dentro de la normalidad, algo que con frecuencia no ocurre, hay que sentenciar que la división no está calificada, por el momento, como la división más difícil o competitiva. Pero durante el recorrido de la campaña, todo puede cambiar.
Los Bravos de Atlanta están destinados a conservar una línea de juego muy competitiva, a pesar de que en determinadas posiciones aparezcan nuevos peloteros. Sin embargo, en el fondo, la divisa tiene con qué responder a las exigencias de la campaña. Y Fredi González, el estratega cubano-americano de los Bravos, lo sabe.
Brian McCann ya no estará detrás de la receptoría y Tim Hudson no sumará con su experiencia entre los abridores. Empero, las ausencias ya confirmadas de dos de sus créditos en la rotación, como lo son Kris Medlen y Brandon Beachy, ambos sometidos a la operación Tommy John, que no es otra cosa que el cambio de los ligamentos en su codo del brazo de lanzar, si puede convertirse en bajas sensibles para la temporada.
Nosotros consideramos, sin embargo, que con la capacidad de juego del resto de la nómina, los Bravos deben ser una vez más, rivales de primera línea, en consideración a que su grupo de abridores, encabezados por el colombiano Julio Teherán, un muchacho que muestra solidez y capacidad desde la loma de los sustos, escoltado por Mike Minor, quien se encuentra en proceso de recuperación; del veterano dominicano Ervin Santana, de Alex Wood y del también veterano venezolano, Freddy Garcia, es suficiente material para estar en la línea de combate.
Entre tanto, los Filis de Filadelfia, bajo la batuta de Ryne Sandberg, ofrecen una nómina experimentada y por demás, camino a tener muchos años en sus espaldas, lo que en el fondo, deja un sabor agridulce entre sus seguidores, después de que la novena se erigiera en duros rivales hace apenas cuatro años.
Pero los Filis deben ser rivales de nivel dependiendo de la respuesta de sus abridores, afianzados en los estelares Cliff Lee, Cole Hamels, el recién adquirido A.J. Burnett, y Kyle Kendrick, y de la respuesta a la ofensiva que puedan desarrollar la línea central de sus mejores bateadores.
Los Marlins de Miami no ofrecen, sobre su planilla de juego, algo que pueda indicar que los pocos cambios que se han dado durante el receso, puedan hacer puntos de referencia para esperar que el club se convierta en la novena con serias aspiraciones por el título de la división.
No obstante, el equipo debe mejorar en todos los sentidos en este 2014, especialmente porque su cuerpo de lanzadores, con el novato cubano y ganador de ese premio en la Liga Nacional, el derecho José Fernández, Nathan Eovaldi, Henderson Álvarez y Jacob Turner, cuentan con los elementos suficientes para ofrecer un mejor espectáculo frente a todos sus rivales. Pero no hay muchas esperanzas en el equipo para esta nueva jornada, algo que aunque suene mal, tiene cierto sentido, y para eso está preparado su adiestrador general, Mike Redmont, confiando en que en el futuro las cosas puedan cambiar con el arribo de una buena cosecha de novatos, emergiendo de las divisiones inferiores.
Los Mets de Nueva York, en cambio, lentamente están moviendo fichas con miras a un inmediato futuro más competitivo, que se puede apreciar con la contratación a largo plazo de Curtis Grandeson, por ejemplo, y con la aparente fortaleza de su grupo abridor desde el montículo.
Terry Collins, su estratega general, sabe que manejando con pinzas todas las circunstancias que se le presenten, puede convertir a los Mets en rivales de cuidado, aunque con pocas pretensiones, por lo menos para este 2014. Jon Niese, el veterano Bartolo Colon, Dillon Gee, Zack Wheeler y el japonés Daisuke Matsuzaka, en ese orden, tendrán las responsabilidades de la rotación y desde luego, de guiar por mejores senderos a la divisa del tradicional sector de Queens.
Finalmente, en este grupo de la zona Este, los Nacionales de Washington, que contarán con un nuevo guía estratégico, como lo es Matt Williams, quien llega a reemplazar al veterano Davey Johnson, debe ser un equipo de quilates y de competencia a lo largo y ancho de la temporada.
Mirando con frialdad la nómina, los Nacionales tienen con qué ser el equipo a derrotar, especialmente por su cuerpo de lanzadores que integran la rotación, con Stephen Strasburg, Gio González, Jordan Zimmermann y Doug Fister, a cual más, de primerísima línea y, por supuesto, si el resto del equipo responde a las exigencias del juego.
En el Centro
Otro gallo canta en la división Central de la Liga Nacional, en donde, por esas cosas del béisbol, hay un aparente equilibrio en por lo menos tres de los cinco equipos, por lo que la lucha se trenzará en duelos juego por juego, en cada una de las nóminas.
Los Cardenales de San Luis tienen el potencial que les ha permitido vivir con alegría sus últimas salidas en la competencia, con fortaleza en todos los frentes, algo que no es común en muchas novenas, porque su cuerpo de lanzadores tiene la profundidad que se necesita para una temporada tan larga como la de las Grandes Ligas; su defensiva, está en la media entre las mejores del circuito y su ofensiva, sin duda alguna, despierta inquietud entre los lanzadores rivales.
Mike Matheny sabe a ciencia y paciencia, que cuenta con un puñado de peloteros dispuestos una vez más a ser rivales dignos. Su grupo abridor en las serpentinas, con Adan Wainwright, Michael Wacha, Lance Lynn y Jaime García, cuentan con el suficiente combustible para volver a colocar a la novena entre las grandes favoritas de la contienda.
Los Cachorros de Chicago estrenan estratega, al quedar con las riendas en manos del mexicano Rick Rentería, quien viene a buscar fórmulas que le permitan cambiarle el panorama al equipo pero que, a nuestro poco leal saber y entender, no será para esta temporada sino para las venideras, porque con lo que hay disponible en los actuales momentos, difícilmente el equipo cambie de estadísticas en entre los juegos ganados y perdidos… obviamente con más perdidos que ganados.
Travis Wood, Edwin Jackson, Jeff Samardzija, Chris Rusin y Jake Arrieta tienen los componentes necesarios para brillar en otras nóminas, como miembros de la rotación abridora del equipo, pero con los Cachorros, sufrirán más derrotas que triunfos, dada la poca envergadura ofensiva del club y por supuesto, una defensiva que muestra poca cohesión para salir adelante.
Los Cerveceros de Milwaukee, por su lado, pueden ser contrincantes de primera línea si la novena, orientada por Ron Roenicke, establece los fundamentos necesarios para que su condición defensiva no haga agua en las oportunidades en que los partidos necesitan de ese indiscutible apoyo para esperar victorias.
La divisa decepcionó el pasado año al campo, al ocupar la casilla 28 entre las 30 novenas, superando apenas a los Medias Blancas, de Chicago, y a los Astros, de Houston, porque a la ofensiva, se entreveró en el grupo de la mitad de la tabla, con promedio de 252 a la ofensiva, ocupando el puesto 16 entre todas las divisas.
Yovani Gallardo, Kyle Lohse, Matt Garza, Marco Estrada y Wily Peralta, en la nómina de los abridores, pueden ser decisivos para que los Cerveceros mejoren las estadísticas de hace un año, cuando sufrieron 88 derrotas contra 74 triunfos. Desde luego, la tarea no solo será de los abridores, sino de la novena de manera conjunta.
Si los Piratas de Pittsburgh mejoran un poco más a la ofensiva, si mantienen su línea de juego al campo, y si su cuerpo de lanzadores trabaja con la profundidad necesaria, el equipo volvería a brillar en la competencia de este año.
Clint Hurdle cumplió con su palabra en la campaña pasada, en el sentido de que tenía un grupo de jugadores con los cuales muchas cosas buenas se podían esperar. El estratega está nuevamente confiado en que sus pupilos volverán a darle rienda suelta a su talento y capacidad de juego, en la búsqueda de la corona de la Liga Nacional.
Con Francisco Liriano, Gerrit Cole, Charlie Morton, Jeff Locke y Wandy Rodriguez, los cinco ases de la rotación abridora, los Piratas pueden esperar un mejor panorama, pero igualmente, la ofensiva debe despertar con el bateo oportuno y su defensiva debe escalar posiciones, para que los partidos lleguen a feliz término.
Finalmente, los Rojos de Cincinnati, que tendrán para la temporada a un nuevo capataz general, Bryan Price, después de la salida de Dusty Baker, cuenta con un grupo compacto de peloteros que pueden hacer la gran diferencia en el sector.
Octavo a la ofensiva entre los mejores del Viejo Circuito, y terceros a la defensiva en la liga, los Rojos tienen con qué pensar en buenas proyecciones en este 2014. Johnny Cueto, Matt Latos, Homer Bailey, Mike Leake y Nick Cingrani, tendrán la enorme responsabilidad como abridores, en mejorar el registro de 90 triunfos del año pasado, a por lo menos esperar 96 este año, la única manera de soñar con algo grande en la campaña.
Y en el Oeste
Y en cuanto a la división Oeste, en la mirada final de la Liga Nacional, hay que anticiparnos a decir que es una zona en donde hay tres favoritos para cargar con la corona, pero en donde como es lógico, uno solo cargará con los honores y se perfila como la zona más discutida del circuito.
Los Cascabeles de Arizona conocen muy bien al grupo, y entienden, con las cartas sobre la mesa, que los contrincantes del sector son tan difíciles, que la paridad que obtuvieron en juegos ganados y perdidos de la campaña pasada, no puede ser el objetivo para este 2014.
Kirk Gibson, el capataz de la novena, ha detallado con tranquilidad la situación, y el trabajo que adelanta para que todo cambie este año, es que sus lanzadores mejoren en carreras limpias permitidas, que el año pasado quedó en 3.92 por juego; que su ofensiva rinda un tanto más, cuando hace una temporada concluyó en el undécimo lugar, para colocarse como hueso duro de roer para sus rivales; y que la defensiva conserve su línea de juego, con una cuarta posición muy disiente dentro de las Grandes Ligas.
Wade Miley, Trevor Cahill, el recientemente adquirido cubano y veterano, Bronson Arroyo, Brandon McCarthy y Archie Bradley, tienen la dosis necesaria para apuntalar a más de 81 victorias contra 81 derrotas del 2013. Y en eso, se la van a jugar los Cascabeles.
En cambio, para los Dodgers de los Ángeles, orientados por Don Mattingly, este puede ser el año de la gran conquista, si la novena, con sus jugadores regulares, se mantiene en salud y aleja del banco de juego, las tantas lesiones que le han restado capacidad de juego en muchas ocasiones.
No otra cosa se puede esperar del equipo que, con la suficiente capacidad de juego que exhibe en su plantilla, tiene para superar los obstáculos de la contienda, con peloteros de la talla del dominicano Hanley RamÍrez, el mexicano Adrián Gonzalez, el dominicano Juan Uribe, el novato cubano Yasiel Puig, Andre Ethier y Carl Crawford, entre otros, y con una nómina abridora que todos los clubes envidian, con su astro zurdo Clayton Kershaw, Zack Grienke, Hyun-Jin Ryu, Dan Haren y Paul Maholm.
Este año debe ser el año de los Dodgers. Los pronósticos están a su favor. Su grupo de peloteros lo merece. Y su afición también.
Los Gigantes de San Francisco, con Bruce Bochy en el mando general, tienen una vez más las apuestas a su favor, para estar en la cerrada contienda por la corona de la división. Y todo, porque el club se mantiene con los ribetes de ser ganador y una nómina bien equilibrada.
Todo dependerá de si puede conservar su línea ofensiva, fue octavo en el casillero de todas las mayores hace un año, con 260 puntos; de mejorar de manera sustancial a la defensiva, para salir de los últimos lugares, colocándose en el puesto 25 entre los 30 clubes; y en que sus lanzadores de rotación, muestren toda su capacidad de juego, para que los Gigantes sean, sencillamente, los rivales de jerarquía en esta nueva temporada.
Madison Bumgarner, Matt Cain, el veterano y nuevo en la plantilla, Tim Hudson, Tim Lincecum y Ryan Vogelsong, tienen de sobra calidad y experiencia, pero eso se tiene que traducir en ganancias indiscutibles para que la divisa de la bahía de San Francisco.
Cerrando la división Oeste, los Padres de San Diego, novena que debe mejorar a la ofensiva, para cambiar su propuesta de juego ante sus contrincantes, porque a la defensiva, tiene la fortaleza necesaria para equilibrar las cargas frente a los rivales, y en su cuerpo de lanzadores, con 76 victorias y 86 derrotas, y 3.98 carreras limpias por juego, ofrece poca resistencia por el momento, algo que puede cambiar en el inmediato futuro.
Bud Black, su gran timonel, tiene una buena dosis de confianza en el grupo de peloteros con que cuenta, quizás no para esta campaña, sino para las venideras, dado que de las divisiones inferiores, se espera la aparición de nuevas figuras de un momento a otro. Pero con Andrew Cashner, Josh Johnson, Tyson Ross, Ian Kennedy y Eric Stults, en el comando de la rotación abridora, los ´´frailes´´pueden dar más de un dolor de cabeza a sus contrincantes de zona y al resto de los competidores de la Liga Nacional. Pero nada más, por ahora.
Nominación de finalistas
Si las conjeturas que se hacen sobre las nóminas de los equipos y las posibilidades de cada temporada se dieran al pie de la letra, posiblemente quienes osamos en señalar algunas opciones para la gran final de las dos ligas, en el béisbol de las mayores, seguramente diéramos en el blanco en más de una oportunidad.
Pero la verdad verdadera es que, en el transcurso de la campaña, muchas cosas suceden, sin que nadie pueda tener control sobre las mismas, como las lesiones normales del juego, el decaimiento en momentos cruciales de bateadores y lanzadores, el perder por fracción de segundos, en desarrollar el juego de la mejor forma posible.
Por eso, cuando se hacen nominaciones para escoger a los posibles finalistas, más que aventura, es un atrevimiento. Pero como la ignorancia es atrevida, demos a conocer nuestras creencias para seis de los cinco finalistas que pueda tener este año la Liga Nacional.
Estos son, a nuestro modo de ver las cosas, los clubes que pueden llegar a las finales del Viejo Circuito. Los Bravos de Atlanta, los Cardenales de San Luis, los Dodgers de Los Ángeles, los Nacionales de Washington, los Rojos de Cincinnati y los Gigantes de San Francisco.
¡Vaya a usted saber si, como tantas veces ocurre, estamos sideralmente lejos de atinar en poderle pegar a la piñata!