Según la revista Semana,”Germán Vargas Lleras es el hombre del momento, lidera las formas más ambiciosas de los últimos tiempos”. Lo señala la opinión pública y lo reiteran las encuestas: “el país se siente bien y aprueba al nuevo Gobierno”, y en gran parte eso se le debe al ministro del Interior y de Justicia que ha sido el vital para que el gobierno sea acertado, respetado y autónomo…
Porque el destino es incontrolable, a Germán Vargas Lleras “no se le dio” la Presidencia de la República; no era su momento; pero está demostrando claramente que si hubiera ganado las elecciones, estaría siendo un gran Presidente. Hoy lo importante es que le está sirviendo a Colombia, como el mejor. En buena hora el Presidente Santos lo llevó a su gobierno; Vargas Lleras ha dicho repetidamente: “No tengo agenda propia. Estoy comprometido por completo con el buen suceso del Presidente y su Gobierno”
Habría que decir que, si resulta un honor ser el gerente encargado de una empresa, cómo lo será que a Vargas Lleras el Presidente lo haya designado repetidamente como ministro Delegatario, con Funciones Presidenciales. Juan Manuel Santos le encomendó al ministro Vargas Lleras la misión más importante de su gobierno, la cual representa el éxito de su administración. A mi manera de ver, el mayor acierto del Presidente fue nombrar a Germán Vargas Lleras, el ministro reformista, más decidido, capaz y ambicioso en materia institucional de los últimos gobiernos, con la misión de resolver problemas estructurales a los que nadie se había atrevido enfrentar. Por ejemplo, la inminente eliminación de la Comisión Nacional de Televisión (CNTV); y crear una autoridad de regulación que cumpla las funciones de la Comisión de Regulación de Comunicaciones y las de la CNTV. Germán Vargas Lleras implementa hoy el programa el Gobierno que expuso siendo candidato.
Por su trayectoria personal, su formación como Estadista, su sólido y juicioso programa de gobierno construido a conciencia; y sobre todo, por su claridad ética, el ministro Germán Vargas Lleras está demostrando que es un político serio al que le cabe el país en la cabeza, porque lo ha recorrido y estudiado durante muchos años, de la mano de su equipo programático, en cada problemática, y hoy se ven los frutos de su preparación como estadista.
Conoce los temas que maneja, sabe de jurisprudencia, economía y relaciones internacionales, tiene experiencia, energía y deseos sinceros de servirle a Colombia, es transparente y no busca prebendas; eso lo reconoce hoy el país. Germán Vargas cumplía con todas las exigencias para ser un buen Presidente, no lo fue, pero está siendo reconocido como el mejor ministro en muchos años.
Porque el destino es incontrolable, a Germán Vargas Lleras “no se le dio” la Presidencia de la República; no era su momento; pero está demostrando claramente que si hubiera ganado las elecciones, estaría siendo un gran Presidente. Hoy lo importante es que le está sirviendo a Colombia, como el mejor. En buena hora el Presidente Santos lo llevó a su gobierno; Vargas Lleras ha dicho repetidamente: “No tengo agenda propia. Estoy comprometido por completo con el buen suceso del Presidente y su Gobierno”.
Los resultados de la empresa investigadora Datexco, contratada por El Tiempo y la W, para medir a los ministros en los primeros 100 días del gobierno Santos, fueron contundentes sobre la gestión e imagen de Vargas Lleras. Datexco, preguntó: Al cumplirse los primeros 100 días del actual gobierno ¿Para usted cuál es el ministro que tiene mejor imagen?
Germán Vargas Lleras, ministro del Interior y de Justicia 24.7 %; Juan Camilo Restrepo, ministro de Agricultura, 14.3 %; Rodrigo Rivera, ministro de Defensa, 11.1 %; Mariana Garcés, ministra de Cultura, 2.8 %. Y los demás ministros, a enorme distancia de Vargas Lleras.
¿Para usted cuál es el ministro que ha realizado la mejor gestión en su cargo?
Germán Vargas Lleras, 25.9 %, Juan Camilo Restrepo,13.0 %, Rodrigo Rivera, 9.4 %, Mariana Garcés 2.1 %, María Fernanda Camp, 2.0 %. El resto de ministros figuran con menos del 2 %
Ya el Sondeo de Opinión Gallup, de Octubre, había arrojado los siguientes resultados
1° Alvaro Uribe favorable 78, desfavorable 19
2° General Oscar Naranjo, Favorable 74, desfavorable 7
3° Germán Vargas Lleras Favorable 71, desfavorable 14, cinco puntos menos que Uribe.Vélez. Después, con mucha diferencia siguieron en el sondeo, todos los pesos pesados de la administración y de política.
La opinión favorable de Vargas marcó 71 y la desfavorable, solo 13. La de Alvaro Uribe, favorable 80, y 16 desfavorable, 3 puntos más que la de aquel.
Armonizó el trabajo entre ramas del poder público
El periódico el Tiempo, dijo: “Vargas es el artífice del acercamiento que derrotó la controversia generada por el gobierno anterior con la justicia. Y armonizó el trabajo entre ramas del poder público; puso la ley de víctimas cuyo propósito es atender a las personas que demuestren que fueron víctimas, sin importar quién fue el victimario; e incluye a los soldados y policías afectados.
Y la reforma agraria en el centro de la agenda nacional. La normalización política para atenuar los efectos más agudos de la violencia y el desplazamiento”. Desde cuando asumió como ministro, él ha desarrollado una seria, consciente y ardua labor, y no faltan quienes ataquen sus reformas, sin argumentos, pero él solo le da importancia a las prioridades de su misión.
Germán Vargas Lleras está dedicado a conseguir para el gobierno del Presidente Santos, para Colombia y para los colombianos, el más ambicioso y útil plan de gobierno, y las más importantes reformas que cambiarán su suerte, entre ellas: La reforma política; el estatuto anticorrupción; la ley de víctimas y de tierras; la reestructuración profunda de la justicia y la generación de una estructurada política criminal; la redistribución de las regalías. La mayoría se convertirán en leyes entre los días que quedan del 2010, y el año entrante. Tiene carácter y conoce lo que más afecta a los colombianos, pues lleva mucho tiempo preparándose para gobernar. Ha enfrentado con valor a delincuentes y violentos, por ello han atentado contra su vida.
Vargas Lleras se estrenó como ministro, presentando en cosa de días, una amplia lista de proyectos de ley y de reformas constitucionales, algunos no le simpatizan a ciertos congresistas; otros han sido postergados porque “lesionan” intereses de congresistas y políticos clientelistas; pero él avanza.
El proyecto de ley de orden público, se tramita ya en el Senado, así como la creación de los ministerios de Justicia, Vivienda y Trabajo; y la iniciativa de ordenamiento territorial. Los proyectos de víctimas y el capítulo de restitución de tierras avanzan acumulados, y la condición de víctima de agentes del Estado, parece ir por buen camino. La Reforma Política fue aprobada por la Comisión Primera. Hoy se discute la Reforma a la Salud; se radicó el Código de Policía, la reforma al Estatuto Penal y se tramita el Estatuto Anticorrupción.
El columnista de El Tiempo, León Valencia, escribió sobre Germán Vargas Lleras:”Destacado por los sondeos de opinión como el mejor de los ministros, merito mayor dada la gran calidad de la mayoría de los ministros. Leal con Álvaro Uribe Vélez, le sirvió mucho en su campaña, en Bogotá. Fue puntal clave de Uribe en el primero y el segundo mandato. Por eso me ha pareció muy injusta la dura campaña que desató el gobierno para dividir a Cambio Radical y para desprestigiar la candidatura de Vargas Lleras a la presidencia”. Sí, Germán Vargas fue leal con Uribe, lo acompañó en su Gobierno de manera decidida durante ocho años; votó por él en dos ocasiones, pero no para la segunda reelección porque merecía su oportunidad y eso es lo que le cobran.
A pesar de los obstáculos que le han puesto algunos congresistas a quienes solo les interesa lo suyo, el balance del Gobierno Santos es muy positivo. Y en ello tiene mucho que ver Germán Vargas Lleras quien en menos de una semana cambió la grave confrontación entre la Presidencia con los magistrados de las Cortes, abriéndole espacios a la reforma de la justicia y que con su manejo ha acercad a los poderes Ejecutivo y Judicial.
Desde su campaña, el ministro Germán Vargas planteó la política de seguridad ciudadana para combatir a los delincuentes urbanos, fortaleciendo la vigilancia, generando políticas eficaces de prevención, para darle tranquilidad a los ciudadanos y fomentar la convivencia; política que para el gobernador Horacio Serpa: “es una propuesta seria, bien estudiada, coherente, integral, que busca frenar el crimen urbano, confrontar a la delincuencia organizada, prevenir la ilegalidad, formar mejor a la juventud, impulsar programas de cultura ciudadana y propiciar un clima de confianza entre los asociados”.
Vargas fue el “padre de la Seguridad Democrática”
El Plan de Seguridad Ciudadana presentado por Vargas es ambicioso. El, que fue el verdadero “padre de la Seguridad Democrática”, concibió un plan claro y sólido para enfrentar la criminalidad urbana. La Comisión Primera de la Cámara aprobó el 90 por ciento de los artículos del proyecto que le da facultades al Gobierno para crear los Ministerios de Justicia, de Trabajo, de Vivienda y la reestructuración del DAS, el Sena y el ICB F.
Y logró que en el Congreso aprobara el proyecto de ley 418, que extiende la vigencia de la ley de orden público para adelantar procesos de paz, pero prohibiendo que se establezcan zonas de distensión, utilizadas antes para realizar diálogos de paz con grupos armados. Y tiene que ver con la ley de tierras que busca restituir cerca de dos millones de hectáreas a los desplazados por la violencia, y adelantar procesos de expropiación para recuperar tierras en poder de testaferros o terratenientes.
Vargas Lleras ha denunciado “la forma violenta en que han sido despojados de sus tierras, campesinos, indígenas y negritudes. Y recuerda que la mayor distribución de tierras para los campesinos se hizo durante el gobierno de su abuelo, el expresidentes Carlos Lleras Restrepo.
Más de 500 políticos en Colombia han sido vinculados por la Corte Suprema y por la Fiscalía a investigaciones judiciales, hasta por tener alianzas con quienes han asesinado a colombianos inocentes, y las familias de las víctimas en muchos casos no tienen acceso a la justicia. Vargas asegura que, “en tres años se podrá darle funciones judiciales a funcionarios jurisdiccionales como abogados, magistrados y notarios, para que ayuden a tramitar los más de cuatro millones de casos que tiene la Rama en este momento”. De “su cosecha” son, la reforma institucional que restaurará el Ministerio de Justicia y que, “tendrá una unidad administrativa que aboque la defensa judicial de la Nación. Crear las jurisdicciones de extinción de dominio y de ejecutivos para descongestionar el sistema. Y eliminar el Consejo Superior de la Judicatura.
Igualmente, “Revisar la función electoral de los jueces, ampliar a doce años los periodos de los magistrados de las Altas Cortes y aumentar a veinte los años de experiencia que se requieren para acceder a la magistratura. Eliminar la tutela contra sentencias de las Altas Cortes. Profesionalizar a los jueces y a los funcionarios de la rama judicial. Y crear jueces de tiempo parcial.
Fortalecer los mecanismos alternativos de resolución de conflictos, eliminando los recursos que le permiten a la jurisdicción administrativa revisar de fondo los laudos de los tribunales de arbitramento.
“Promulgar el Código Único de Procedimiento que garantiza la oralidad en todo el sistema. Extender la función jurisdiccional a las notarías para que los más pobres puedan titular sus viviendas en notaria. Mejorar el sistema acusatorio fortaleciendo la policía judicial y promulgando la Ley de Pequeñas Causas, y eliminar la retroactividad de las sentencias de la Corte Constitucional”.
Su proyecto de Estatuto Anticorrupción es vital para acabar con este flagelo. Algunos políticos están de parte de ese cáncer que daña a nuestra sociedad, han tratado de bloquearlo, pero él que no transige con la corrupción en el manejo de la cosa pública, no da su brazo a torcer. El Estatuto, “endurece las penas a los delitos relativos los malos manejos e incluye unos nuevos, como el soborno empresarial y el fraude para recibir ayudas estatales. Elimina los beneficios judiciales para condenados, amplía el tiempo de la prescripción y contempla multas que de 50 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes”.
La guerra a la corrupción
El ministro Vargas Lleras, trabaja con decisión en buscar la aprobación de las facultades extraordinarias necesarias para que el Ejecutivo pueda, por decreto, crear tres nuevos ministerios, los de Justicia, Medio Ambiente y Trabajo; reestructurar el DAS. Como todas sus iniciativas, el presidente Santos acogió su proyecto de la Ley de víctimas; y aceptó incluir la reparación a las víctimas de agentes del Estado e impulsar una restitución de tierras.
La guerra a la corrupción contempla .un ambicioso paquete de medidas jurídicas y procedimentales que buscan atacar las manifestaciones de corrupción, a todo nivel. El proyecto incluye más de 40 medidas como la prohibición de contratar con el Estado a quienes financien campañas políticas.; castigar a los corruptos que se apropian de los presupuestos oficiales, vigilar a los funcionarios públicos en materia de contratación con drásticas sanciones. Vargas propone nombrar jefes de control interno en las entidades del Estado”
Ha dicho: “La Constitución obliga a un Estatuto de oposición.”, y se ha reunido con los miembros del Polo Democrático y del partido Verde, dejando claro que hay temas que no comparte. Lo que sí tiene claro es que, “deben respetarse los derechos de la minoría, sin impedir que triunfe la voluntad del mayor número”. También ha dialogado con quienes integran la Unidad Nacional y logrado una verdadera paz política, solo perturbada por las trabas que algunos congresistas, aparentemente con intereses personales.
Hizo valientes denuncias sobre el pago de más de $7 mil millones, ordennado por el entonces ministro de Protección Social, Diego Palacio, a los asesores externos que elaboraron los decretos de la Emergencia Social, cuestionados contratos para enriquecer a empresas privadas que “estudiaron” la tristemente célebre,“Reforma a la Salud”; y sobre los vínculos entre la corrupción y el financiamiento de la política que “secuestran al Estado”, denunció que en la redacción de la Emergencia Social y de las medidas que introdujeron reformas a la salud, “participaron directivos de algunas EPS”. Y dijo: «Es increíble que hayan expedido estos decretos sin consultar al Congreso ni tener en cuenta a la opinión publica y a los cuerpos profesionales. Creo que quienes participaron en la reglamentación de esos decretos lo hicieron a través de un contrato de asesoría millonario con el ministerio. Tengo información de que ese contrato costó más de 700 millones de pesos. La corrupción administrativa nos ha llevado a los más graves vicios y saqueos de los dineros del pueblo”.
Una de sus primeras órdenes fue que todo lo que concierne al Concejo de Estupefacientes debía entrar a examen, y el ministro Vargas, de manera decidida y valiente, acaba de destapar la olla podrida en que se había convertido la Dirección Nacional de Estupefacientes. Ha ordenado que, “no se venderá un centímetro más de las tierras que se han incautado: todos los tenedores y depositarios provisionales de tierras entrarán a ser examinados”.
Sobre la Ley de Regalías, Vargas plantea que con esos recursos se financien los sectores de ciencia y tecnología, y crear el fondo de estabilización en el extranjero, “un ahorro para garantizar la sostenibilidad en las inversiones y contribuirá al tema cambiario. El 90 por ciento de las regiones se beneficiarán de ellas. La ley de bancadas ayudará a que los miembros de la Unidad Nacional voten de acuerdo con el gobierno, de ahí el éxito de las reformas.
Será difícil que aprueben todos sus proyectos pues privará el apetito burocrático de algunos congresistas, pero Germán no se dejará amedrentar, por algo es el ministro estrella a quien el Gobierno respalda sus iniciativas. No hay duda de que Germán Vargas Lleras estaría siendo hoy un gran presidente.
Una pregunta para Germán y para VER BIÉN:
¿están ustedes de acuerdo con la afirmación de Casas, de la W, en el sentido de que a la gente -leáse el entrevistado- hay que creerle?
¿Si él entrevistará a Pablo Escobar tendría que creerle? ¿Sí entrevistara al violador de niños más cruel, tendría que creerle? ¿Si entrevistara a ún paramilitar acusado de millares de homicidios tendría que creerle? ¿O su deber como periodísta ha de ser sólo escuchar al entrevistado,, sin tomar partido?
Es interesante abrir un debate sobre este delicado tema.