Por: Rufino Acosta Rodríguez
Hay diversas maneras de medir la audiencia en televisión, los escuchas en la radio o los lectores en los diarios. Eso lo saben los especialistas. Lo complicado es establecer con grado de exactitud qué es lo que encierra alguna calidad. Se sabe que no siempre lo más visto es lo mejor ni popularidad es sinónimo de calidad. Todavía no parecen haberse inventado el sistema para resolver ese dilema. Cada quien tiene uno propio y lo usa a placer. El comentarista de medios Omar Rincón, ejemplo, dice en El Tiempo (23-06-14)que el espacio “De Zurda”, que se transmite por Telesur, es “el mejor programa de Brasil 2014”, con la presencia irreverente y desabrochada de Diego Armando Maradona, quien tiene licencia para decir cuánta barbaridad se le ocurra y hace de la diatriba contra FIFA uno de sus fuertes, y el locutor uruguayo Víctor Hugo Morales, a quien declara (Rincón) ni más ni menos que el mejor del mundo, sin agregar que alguien haya hecho una medición para confirmarlo. Es decir, como en las arbitrarias listas de libros, artistas y bellezas, porque si y punto. Para seguir en la tónica, digamos que a mí me ha gustado la narración que hace en Caracol radio John Jairo Agudelo, a quien le dicen Tolú, con el apoyo de Hernán Peláez en los comentarios. También me parece ameno el estilo de Carlos Alberto Morales en Blu y Caracol Tv, como no me atraen los gritos de William Vinasco en RCN Tv ni la euforia apasionada de argentinos y chilenos en Directv Sports. No veo debates en la Polémica del Mundial (Win y Caracol radio) y en Planeta Futbol Mundial (RCN) abusan del tablero (cansón) y desaprovechan a los técnicos Juan Carlos Osorio y Juan Manuel Lillo. Claro que hay para elegir o desechar. A muchos les agrada el estilo histriónico y delirante.Nada qué hacer. Son gustos, obvio, y en eso no hay disgustos. Con el debido respeto, el Mundial da para todo.