¿Tú qué quieres hacer?

People attend a rally to demand authorities allow opposition candidates to run in the upcoming local election in Moscow, Russia August 10, 2019. REUTERS/Tatyana Makeyeva

Ante este mundo convulsionado que estamos viviendo.

Ante la influencia de la tecnología,  por cuenta de las redes.

Ante la gran distancia,  en la forma de pensar y actuar, entre las antiguas con las nuevas generaciones.

Ante la pérdida de principios y valores.

Ante la desaparición de los partidos políticos, con ideología, doctrina y programas.

Ante la indiferencia de unos y la apatía de otros, en  buscar rutas que nos lleven a la equidad.

Ante, ante, ante tantos interrogantes, que se nos presentan en el vivir cotidiano, la pregunta que nos asalta es: ¿Tú qué sugieres y quisieras hacer?

La verdad, muchos de nosotros estamos muy distantes, de lo que pensamos y realizamos. Encontramos en el cotidiano, personas con formación,  realizando actividades diametralmente diferentes y opuestas a lo estudiado. ¿El por qué no encontrar campo laboral en el área para el que se formó?

Ante todo lo enunciado, abonado a los excesos y falencias de gobernantes y dirigentes, que no les importa el medio, con tal de lograr el fin, para alcanzar frutos que no conllevan fines altruistas, es la razón que nos han llevado a la anarquía y pérdida de ruta que estamos padeciendo,  en gran parte del mundo y particularmente en nuestro país. Todo lo anterior, nos lleva a la reflexión del titular de este escrito.

Estoy cierto, que: Tú quieres construir,  no destruir.

¡Hagámoslo, juntos!

¡Los pro- positivos, somos más!

Para tener en cuenta:

-La tierra ofrece lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre: Mahatma  Gandhi

-Aboga, mi estimado compañero, por una cruzada contra la ignorancia; establece y mejora  la ley de educar a la gente común: Thomas Jefferson

-La confianza ha de darnos La Paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla, porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan: Simón Bolívar.

Post-elecciones

Una vez transcurrida la jornada electoral del pasado 27 de octubre, es procedente darle un vistazo al mapa político, del cómo, y el por qué, del resultado sorprendente en algunas regiones de gran influencia en el entorno nacional.

¡Una lección para la clase política, contundente!

¡O los partidos se reinventan o desaparecen!

Lo demostrado el domingo, es un mensaje diáfano, !qué tal !, el sinnúmero de candidatos con co-avales, de los más disímiles movimientos, (aspirantes del conservatismo acompañados y respaldados por el Polo – Verdes – Mais y casos inversos ). ¿Qué ideología programática representan?  ¿Cuál  y cómo se garantiza la gobernabilidad del electo mandatario?

Por otro lado! no es fácil entender, lo ocurrido en la elección del Gobernador de Antioquia y del Alcalde de su capital, Medellín. ¿Qué pasó con el electorado y con la dirigencia de los otrora invencibles e intocables?

Con este panorama tan disperso, la lección es contundente, “O cambiamos o nos cambian”, como hace unos años, pregonaba el dirigente conservador, Fabio Valencia Cossio.

Como estamos en los finales del campeonato del fútbol profesional, creo que podríamos hacer el símil, con el rendimiento de algunos equipos: con malos resultados, crisis en el plantel, cambio del técnico y de los jugadores no calificados. Para los partidos y para nuestra democracia e institucionalidad, lo podríamos aplicar.

Álvaro Gómez Hurtado, con la sabiduría, propia de su talante, afirmaba: “Hay que hacer política, donde no hay política”.

Y para los eternos: “Es mejor que lo añoren a que lo repudien”.

Para repensar:

-Cuando veas un hombre bueno, piensa en imitarlo; cuando veas uno malo, examina tu propio corazón: Confucio

-Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales posibilidades: Nelson Mandela

-A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos, si le faltara una gota: María Teresa de Calcuta

Sobre Hugo Artunduaga

A esta edad no hay hoja de vida, solo queda un recordatorio.

Comentar