El venezolano Omar Vizquel, el colombiano Orlando Cabrera y el curazaleño Andrelton Simmons, son los únicos tres peloteros con guantes de oro que los han conquistado en las dos ligas.
Por lo regular, siempre se hace énfasis en la ofensiva de los peloteros, especialmente en las Grandes Ligas, y muchas veces son ignoradas las tareas de los jugadores a la defensiva, tan valiosas como cualquier otra, que hacen parte del juego del béisbol.
Para ganar los partidos en el Rey de los Deportes, se necesita una buena combinación tanto a la ofensiva como a la defensiva, así como contar con una sólida rotación serpentinera, en cuanto se refiere a los abridores, y un grupo de relevistas lo suficientemente capaces para preservar la ventaja en cualquier momento del desafío.
En más de un siglo del béisbol de las Grandes Ligas, en una trayectoria que deja al descubierto hasta dónde es de exigente el deporte de los bates y las manillas, sólo tres peloteros han capturado Guantes de Oro, tanto en la Liga Nacional como en la Liga Americana.
Nos estamos refiriendo al venezolano Omar Vizquel, un candidato a ingresar al Salón de la Fama que todavía no ha contado con el número suficiente de papeletas a su favor para hacerse ciudadano de Cooperstown, y, aparentemente, en cada aparición en la nómina de elegibles le será más difícil de conseguir la votación necesaria para ocupar un nicho entre los inmortales; al colombiano Orlando Cabrera, quien dejó una estela de capacidad y gran calidad de juego en la Gran Carpa; y al todavía vigente jugador curazaleño, Andrelton SImmons, a quien según los expertos, le quedan algunos años más para seguir en la contienda en el mejor béisbol del mundo, son los únicos en haber podido conseguir tales distinciones.
Vizquel, Cabrera y Simmons son referentes en el mundo beisbolero cuando se trata de analizar lo bueno que es para un pelotero tener la suficiente excelencia de juego para ser grandes entre los grandes a la defensiva.
Con 24 temporadas
Omar Vizquel, el venezolano que durante 24 temporadas estuvo vigente en la Gran Carpa, a quien han consagrado como “hombre de las manos de seda” en el campo corto, conservó sus cualidades defensivas esencialmente en las paradas cortas, defendiendo los uniformes de los Marineros de Seattle, los Indios de Cleveland, los Gigantes de San Francisco, los Medias Blancas de Chicago y los Azulejos de Toronto.
Debutó a los 21 años con los Marineros, pero además de ser torpedero, Vizquel en su larga trayectoria defendió en algunas ocasiones el bosque derecho, la segunda base, la “esquina caliente”, el primer cojín, el bosque izquierdo y hasta ocupó el puesto número 10 en contadas ocasiones en la alineación, es decir, fue bateador designado en algunos compromisos.
El venezolano participó en 2.968 partidos, y en ese trayecto, apenas cometió 182 errores en los diamantes de juego, siendo su guarismo más alto con el guante en 1996, con el uniforme de los Indios, al cometer 20 pifias a la defensiva.
Acumuló 22.960 y dos tercios de entrada jugando en los estadios, con 11.974 lances en total, con 4.115 outs fabricados, 7.677 asistencias efectuadas y con sus 182 errores, compiló un promedio defensivo de 985 de por vida.
En ese prolongado recorrido, Vizquel capturó 11 guantes de oro, algo nada despreciable y valioso, 8 de ellos con los Indios de Cleveland (hoy Guardianes de Cleveland), en la Liga Americana; 2 con los Gigantes de San Francisco, en la Liga Nacional, y otro más con los Marineros, en el circuito de la Americana.
Queda para la reseña de la historia, en que es el primer pelotero en el béisbol de las Grandes Ligas, en más de un siglo de competencia, en conseguir Guantes de Oro tanto en la Liga Nacional como en la Liga Americana.
Con toda esa brillante e indiscutible trayectoria, Omar Vizquel nunca obtuvo un anillo de Serie Mundial, pues en las novenas con las cuales participó, no pudieron conquistar la Cita de Otoño, y cuán difícil también le ha sido también ser ungido para el Salón de la Fama.
El colombiano
Con 15 campañas en las Grandes Ligas, dejando huellas de un torpedero con la clase que se necesita para estar vigente en el mejor béisbol del mundo, el colombiano Orlando Cabrera se convirtió en el segundo pelotero en alcanzar Guantes de Oro tanto en la Liga Nacional como en la Liga Americana.
Jugando para los desaparecidos Expos de Montreal, los Rojos de Cincinnati y los Gigantes de San Francisco, en la Liga Nacional; los Medias Rojas de Boston, los Angelinos de California, los Medias Blancas de Chicago, los Mellizos de Minnesota, los Atléticos de Oakland, los Indios de Cleveland, en la Liga Americana, Cabrera además de desempeñarse con lujo de competencia en el campo corto con sus equipos, en esporádicas ocasiones estuvo alineado como defensor de la segunda y la tercera base, así como de bateador designado.
En sus 1.843 partidos que jugó, el colombiano cometió 188 errores en total, con su actuación menos favorable en el año 2002, con los Expos, cuando pifió 29 batazos sobre su territorio.
Con un gran total de 8.104 lances en los 15.794 y dos tercios de episodios jugando sobre los diamantes, Cabrera compiló 2.823 outs y 5.093 asistencias, para dejar un promedio de por vida a la defensiva con 977.
El colombiano tiene un anillo de Serie Mundial entre sus manos, al hacer parte como refuerzo en la segunda mitad de la campaña de 2004 con los Medias Rojas de Boston, año en el cual los “Pati-Rojos” rompieron el ayuno de 86 temporadas sin ganar el Clásico de Octubre, todo por una supuesta “Maldición del Bambino”, para referirse a la presunta expresión de Babe Ruth contra la novena cuando fue transferido a los Yanquis de Nueva York, algo que nadie ha podido comprobar hasta la fecha.
Cabrera fue uno de los más valiosos peloteros de los Medias Rojas en esa Serie Mundial de 2004, cuando los dirigidos por el entonces estratega Terry Francona, se envalentonaron para superar en la final por el título de la Liga Americana, cuando estaban abajo 0-3 frente a los Yanquis y ganaron la corona del circuito, para luego superar a los Cardenales de San Luis, de manera demoledora 4-0, en la gran final del Clásico de Otoño.
Orlando Cabrera ganó su Guante de Oro en la Liga Nacional con los Expos Montreal en el 2001 y en la Liga Americana lo conquistó con los Angelinos de California en el año 2007.
Con Simmons
Suma 10 campañas en la Gran Carpa, tiene por delante por lo menos 4 o 5 años más para estar vigente en el mejor béisbol del mundo, según los expertos, el hombre de Curazao Andrelton Simmons, es el tercer pelotero en la historia de las Grandes Ligas en conseguir Guantes de Oro en ambas ligas.
Hasta ahora, el curazaleño ha defendido los uniformes de los Bravos de Atlanta, en la Liga Nacional; y los Angelinos de California y los Mellizos de Minnesota, en la Liga Americana. En los actuales momentos, está en la Agencia Libre, esperando una oferta para seguir jugando en las Grandes Ligas. Y por lo que se sabe por estos días, tiene dos o tres opciones para definir su firma hacia el futuro en la Gran Carpa.
Con 1.188 partidos jugados, Simmons acumula 100 errores cometidos al campo, con tres temporadas de 14 pifias con su guante, en los años 2013 y 2014, con los Bravos; y 2017, con los Angelinos, en sus 10.234 episodios y un tercio en donde ha participado.
Ha sido un torpedero regular en todas las novenas y excepcionalmente ha sido utilizado como bateador designado en la Liga Americana.
Tiene un total 5.175 lances con 1.749 outs fabricados y 3.326 asistencias efectuadas, con promedio de 981 a la defensiva, lo que le representa hasta la fecha, un porcentaje favorable para mantenerse en el grupo de los mejores jugadores en la zona de las paradas cortas con el uso del guante.
En la Liga Nacional consiguió Guante de Oro, dos por cierto, con los Bravos de Atlanta, en los años de 2013 y 2014; y en la Liga Americana, los obtuvo con los Angelinos de California, también con dos galardones, en los años 2017 y 2018.
Al igual que el venezolano Omar Vizquel, y de tantos otros cientos de miles de excelsos peloteros que han pasado por las nóminas de la Gran Carpa, el curazaleño Simmons, no ha podido conquistar un anillo de Serie Mundial en sus 10 temporadas en las Grandes Ligas. Pero pese a ser tan raro y tan difícil el béisbol, a lo mejor antes de retirarse alcanza la codiciada sortija de un Clásico de Octubre.
Con el transcurrir de los años y dada las exigencias del béisbol moderno, cada día será más difícil conseguir esas distinciones en ambos circuitos, como lo registran históricamente hasta ahora el venezolano Omar Vizquel, el colombiano Orlando Cabrera y el curazaleño Andrelton Simmons, aun cuando por el intenso movimiento de peloteros hacia uno y otro equipo en ambas ligas, como está ocurriendo en la actualidad, las posibilidades pueden aumentar según las oportunidades y la permanencia que puedan tener algunos jugadores en las Grandes Ligas.
Y
saber que estos tres valiosos jugadores son foráneos para los efectos del
registro de las nacionalidades con relación a los Estados Unidos, y con la cada vez más creciente presencia de jugadores
internacionales en la crema y nata del béisbol, muchas sorpresas se pueden dar
en pocos años en el trasegar del Rey de los Deportes.