Dato a dato

“¡Socorro doctor Russi que me matan unos ladrones!” “Socorro me matan el doctor Russi y unos ladrones”, una de estas dos frases escuchó, a grito entero, en la madrugada del 25 de abril de 1851. ¿Cuál fue la verdadera?, eso jamás se sabrá. Lo cierto es que a oídos de la justicia primó la segunda, pues los vecinos testigos del llamado de auxilio dijeron haber escuchado una y otra, y el doctor Russi fue condenado a muerte.

En febrero de 1966, más exactamente el 15, dos días después de haberse unido al ELN, Ejército de Liberación Nacional, fue abatido por el Ejército Colombiano, el legendario padre Camilo Torres Restrepo, quien había oficiado como capellán de la Universidad Nacional y como el mayor exponente de la denominada Teología de la Liberación.

El 22 de marzo de 1887, parecía en la primera página del periodo EL Espectador el siguiente aviso publicitario:

Rafael Uribe U.

Abogado.

Especialista en el foro criminal.

Calle de Cundinamarca, una cuadra arriba de San Juan de Dios.

Un rey negro existió en Colombia y fue coronado en esta condición por sus súbditos. Su nombre era Domingo Bioho y fue esclavo hasta 1599 cuando escapó con otros negros a la ciénaga se Matuna donde se le unió un buen número de esclavos que lo coronaron rey para ellos. A Bioho lo combatieron los españoles durante catorce años sin éxito alguno porque no lo pudieron recapturar.

La Batalla de Ayacucho ocurrida el 9 de diciembre de 1924, significó el fin del poderío militar de España en América del Sur. El gran héroe de esta gesta libertadora fue el mariscal Antonio José de Sucre, a quien muchos, en su época, consideraban el sucesor indiscutible de las ideas políticas de Simón Bolívar. Lamentablemente Sucre murió durante un atentado en su contra en la montaña de Berruecos el 4 de junio de 1830, en hechos que ni la justicia de entonces ni la historia ha podido esclarecer.

El gestor de nuestra Policía Nacional fue el traductor de los Derechos del Hombre don Antonio Nariño. Fue él quien le presentó al Virrey Espeleta, en calidad de Regidor Alcalde Mayor de Bogotá, en 1791, el proyecto para la creación de una junta de policía encargada más de atender al público en caso de emergencia, calamidad o desastre; así como colaborar en el servicio de aguas, alumbrado público y eventualmente la captura de criminales, pues los delitos que se presentaban eran escasos ya que no pasaba de las acostumbradas riñas callejeras. Con base en este pedido, en mayo de ese mismo año el Virrey dio la orden de crear dicha junta.

Los primeros turistas que ingresaron a la mina de Sal Zipaquirá, en calidad de curiosos, por decirlo de alguna manera, lo hicieron en 1923, cuando el administrador de las salinas don Juan De Dios Bravo les abrió las puertas con este fin. Desde la época de la Colonia este era un privilegio permitido solamente para personajes destacados.

El primer ferrocarril que se construyó en Colombia fue el de Panamá, muy pocos años después de haberse construido el de Inglaterra que fue el primero de todos. Esta primera línea que se trazó en nuestro país se concluyó en 1855 y tenía una extensión de 77 kilómetros. Para ese mismo año los señores Ramón Santo domingo y Raúl Jimeno recibieron del Estado de Bolívar la concesión para la construcción de otro ferrocarril que iba desde Barranquilla hasta Sabanilla, luego del traspaso de la concesión, la obra fue concluida por una empresa alemana que la trazó hasta la actual Colombia. La primera locomotora se llamó “Bolívar”.