¡Sálvese quien pueda!

La atípica temporada del béisbol de las Grandes Ligas de este 2020, va a dejar más dudas que certezas, y cualquier pronóstico que atrevidamente se pueda hacer, serán pocos los que podrán acertar.

(Imagen: NITU.mx)

El grito de ¡sálvese quien pueda!, no es un mito, es una realidad.

Los favoritos de los expertos, antes de empezar a disputarse esta atípica temporada del béisbol de las Grandes Ligas 2020, fueron dados a conocer teniendo sobre la mesa, el papel con la nómina de las 30 novenas. Pero lo que nadie podía adivinar era que en la mitad del recortado calendario, que se juega apenas con 60 partidos por novena, muchas de ellas, por el momento, están en el aire.

Eran los Yanquis de Nueva York, en la zona Este de la Liga Americana, los inmensos favoritos para cabalgar en la contienda; eran los Mellizos de Minnesota, en el sector Central, los que acaparaban los elogios para estar al mando del torneo; y eran los Astros de Houston los que se apoderaban de los pronósticos en el Oeste del circuito.

Sin embargo, en la Liga Nacional, parece que las conjeturas sobre las posibilidades de las novenas para ganar la campaña, se están dando con bastante acierto.

Los Bravos de Atlanta, siempre los Bravos, están encabezando la tabla del Este de la liga después de una buen comienzo de los Marlins de Miami; los Cachorros de Chicago, como se esperaba, están adueñados de la primera casilla de la zona Central del circuito; y los grandes favoritos para ir a la Serie Mundial, los Dodgers de Los Ángeles, aparecen como dueños absolutos en ganados y perdidos en la Gran Carpa, al concluir el mes de agosto, encaminándose a ser la novena a derrotar en la postemporada, a menos que ocurran hechos impredecibles en este mes que hace falta de contienda.

Muchos cambios

Los múltiples cambios que se dieron entre los equipos para lo que ahora se denomina la corta recta de la final del calendario regular de juegos, quedaron cerrados este pasado 31 de agosto. Y en ese mercado de peloteros, da la impresión, y parece que no es sólo impresión sino realidad, que los Padres de San Diego se dieron un banquete con el menú servido sobre la mesa.

Conseguir los servicios de Mitch Moreland, procedente de los Medias Rojas, y del lanzador de los Indios de Cleveland, Mike Clevinger, es una muestra evidente que la divisa de los ‘’frailes’’ está dispuesta a jugarse el todo por el todo, para lo que resta de la temporada, pese a que los Dodgers son los grandes favoritos de su zona, de la liga y de ir a la disputa de la Serie Mundial para ser postulados como serios ganadores.

Eso es lo que se dice hasta el momento. Nadie úpuede saber qué va a suceder de aquí al ultimo día de juego de este mes de septiembre.

La llegada del venezolano José ‘’Cafecito’’ Martínez y de Cameron Maybin a la nómina de los Cachorros de Chicago, proyectan al club orientado por el novato en estos quehaceres, David Ross, a la búsqueda de estar por lo menos en la final por el título de la Liga Nacional, algo nada imposible pero difícil de concretar, ante las condiciones que muestran, por el momento, los Bravos de Atlanta y, desde luego, los favoritos Dodgers de Los Ángeles.

Astros de Houston (Imagen: Marca)

¿Y qué se puede comentar sobre los Nacionales de Washington, los actuales campeones de la Serie Mundial del béisbol de las Grandes Ligas, cuando no aparece, por el momento, entre los posibles clasificados para la postemporada, y ocupa el último lugar en la tabla de posiciones de la división Este de la Liga Nacional?

Dave Martínez, el estratega boricua que comanda la tropa de los Nacionales, hizo una formidable actuación final pese al pésimo comienzo en el 2019, hasta llegar a la disputa del Clásico de Otoño, y llevarse el trofeo para la capital de los Estados Unidos. Pero por lo que se observa, eso no se repetirá este año.

La ausencia de pilares en su grupo de rotación entre los lanzadores y la de algunas piezas claves, que salieron de la nómina, le han dado por la cabeza al estratega y al equipo, y nadie apuesta por los Nacionales ni siquiera para llegar a la disputa de la ronda de la postemporada.

El brillo de los latinos

Cierto es que el derecho Shane Bieber, de los Indios de Cleveland, se está perfilando como el serpentinero de la temporada; pero también es cierto que Gerrit Cole, el derecho de los Yanquis de Nueva York, no ha mostrado, hasta la fecha, la fortaleza ni la profundidad que lo hizo acreedor a un fabuloso contrato con la novena del Bronx.

Shane Bieber (Imagen: Chronicle Telegram)

Que Cole esté ocupando el primer lugar en la tabla de los lanzadores con el mayor número de cuadrangulares permitidos, hasta este 31 de agosto, con una docena de ‘’bambinazos’’ aceptados, al lado de Ross Stripling, de los Dodgers de Los Ángeles, deja mucho que desear. Y pensando en el inmediato futuro, Gerrit apenas podrá esperar en que pueda ser utilizado en máximo 5 juegos más, por lo que el camino de los Yanquis, para la jornada de septiembre, no la tiene nada fácil.

Detrás de toda la complicación que ha dado esta campaña de las Grandes Ligas, hay varios peloteros latinos que están brillando con luz propia, y son, de manera indiscutible, las figuras en sus respectivas novenas.

El dúo dominicano Manny Machado y Fernando Tatis Jr., con los Padres de San Diego; el cubano José Abreu, de los Medias Blancas de Chicago; el dominicano Nelson Cruz, bateador designado de los Mellizos de Minnesota; la destacada actuación del jardinero dominicano de los Nacionales de Washington, Juan Soto; la valiosa campaña del veterano colombiano Donovan Solano, con los Gigantes de San Francisco; la del venezolano, Anthony Santander y la del dominicano, Pedro Severino, con los Orioles de Baltimore; la del cubano Yandy Díaz con los Rayas de Tampa; la del venezolano Ronald Acuña Jr., con los Bravos de Atlanta y la del colombiano de los Yanquis de Nueva York, Gio Urshela, una verdadera ‘’muralla’’ en la esquina caliente, deja un grato sabor entre los aficionados al béisbol de las Grandes Ligas.

El mano a mano

El promedio de 25 partidos por novena de aquí a cuando concluya el inusual calendario de esta campaña beisbolera, el mano a mano se puede dar entre los aspirantes a capturar una casilla para llegar con su pasaporte a la postemporada.

No hay ningún equipo descartado hasta la fecha, aun cuando en la Liga Americana ya se esté dando por descontando que los Angelinos de California, los Medias Rojas de Boston y los Reales de Kansas City, en ese orden, no estén en capacidad para pensar en que pueden ir a la vuelta de los ocho finalistas del circuito.

En cuanto a la Liga Nacional, los Piratas de Pittsburgh, los Nacionales de Washington y los Cascabeles de Arizona, que ocupan la última casilla en sus respectivas divisiones, tienen también un pie por fuera de lo que se ha denominado el grupo de los ocho grandes del circuito.

¿Pueden cambiar las cosas? A lo mejor sí puede ocurrir. Otra cosa es que esto no se convierta en realidad. Nadie daba por eliminado a los Nacionales cuando se pensó, de manera normal, sobre la temporada 2020, y hoy, la divisa de Washington, después de conquistar todos los honores del 2019, está ocupando un frio rincón de la Liga Nacional.

Más de la mitad

Donovan Solano (Imagen: El Colombiano)

Dadas las circunstancias de la campaña, muchos críticos han empezado a señalar que 16 equipos, 8 por la Liga Americana y otros 8, por la Liga Nacional, es un número elevado para la postemporada, porque es más ni menos, más de la mitad de los equipos que juegan la temporada regular.

Rob Manfred, el alto Comisionado de las Grandes Ligas, pensó, sin duda alguna, que el formato puede dar resultados no a corto pero sí a mediano plazo, y quizás por eso se arriesgó a diseñarlo aun en medio de las contingencias que se viven por el Covid-19, esperando que en los años venideros sea reconocido como bueno para desarrollarlo en la Gran Carpa.

Esa vuelta de los ocho clasificados por circuito, cuyos cupos los conquistan los ganadores de cada división, los tres segundos de cada zona, el mejor tercero y el mejor cuarto de la liga, en cierta forma permite que la competencia sea más cercana de lo que muchos creen.

Todo esto nos obliga a pensar que en este 2020, cualquier equipo que resulte ganador de la Serie Mundial, tendrá en sus manos el trofeo de una inesperada y atípica temporada, con tantos altibajos, que todo lo que suceda se tenga que recibir con la mirada puesta en que ninguno de los participantes pudo desarrollar, a fondo, sus capacidades de juego.

Una campaña con 250 turnos al bate cómo máximo, y menos de 15 partidos laborados por los lanzadores en la rotación de los abridores, deportivamente hablando, deja mucho que desear. Pero la parálisis del béisbol, de manera tajante hay que decirlo, tampoco hubiese sido de buen recibo.

Por eso, ¡el sálvese quien pueda! le cae como anillo al dedo a esta temporada que quedará en la historia como algo que no se debe repetir, porque sin lugar a equívocos, el juego del béisbol ha sido el gran perjudicado.

Sobre Antonio Andraus

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