Quinto título de ensueño

Por: Rufino Acosta Rodríguez

Sasha Djordjevic

Fue apenas una ilusión que no pasó de los cinco minutos, pero  Serbia sintió, y sin duda le queda como recuerdo imborrable, el impacto de estar por encima de Estados Unidos, con su moderno y revitalizado equipo de ensueño, en la final del campeonato mundial de baloncesto masculino de España 2014. Un poco de despiste, o el empuje de los hombres de Sasha Djordjevic, alcanzó a poner contra las cuerdas a la poderosa divisa orientada por Mike “Coach-K” Kryzewski 10-5, para deleite de unos y desconcierto de otros. Pero el aterrizaje no se hizo esperar y las aguas volvieron a su cauce. Kyrie Irving, elegido el Jugador Más Valioso del torneo, tomó la batuta y restableció el orden, que a la postre, tras un partido de buenos momentos, se resolvió 129-92 a favor de los genios de la NBA. Serbia, desde luego, puede reclamar y tiene derecho, el honor de haberlo intentado y caer sin sentirse derrotado. Solo una aplanadora como la estadounidense podía dar un golpe semejante, porque los balcánicos siempre trataron de crearle problemas.

Kyrie Irving

Es el quinto galardón tras 16 citas universales, que comenzaron en 1950, y con ello se sitúa al lado de la antigua  Yugoslavia, hoy repartida en varias repúblicas, Serbia entre otras, que fue la primera en llegar al pentacampeonato.  Ya se había impuesto en Brasil 1954, España 1986, Canadá 1994 y Turquía 2010. Estados Unidos nunca perdió el control después de la temporal patinada del comienzo, y se encargó de mantener la dinámica adecuada para no permitir que su contendor pudiera acercarse. Al cabo del tercer período ya tenía liquidado el pleito con diferencia de 38 puntos (105-67) y solo unos ligeros retozos, por variación de líneas, explicaron que apenas  convirtiera otros 24 en el remate, contra los 25 de su oponente. La pesadilla de los serbios estuvo por cuenta de Kyrie Irving (26 puntos) y James Harden (23), pero también hicieron su aporte Kenneth “Manimal” Faried (12), Klay Thompson (12), DeMarcus Cousins (11), Rudy Gay (11), Stephen Curry (10) y DeMar DeRozan (10). Por los europeos orientales sobresalió la llave de Nemanja Bjelica y Nikola Kalinic, 18 cada uno, apoyada por Bogdan Bogdanovic, quien anotó 15, según lo confirman las estadísticas de la FIBA. En el cuadro ideal, premiado con finos relojes, fueron elegidos los estadounidenses Kyrie Irving (jugador MVP) y Kenneth Faried, el español Pau Gasol, el francés Nicolás Batum y el serbio Milos Teodosic. Al revisar el recorrido de los monarcas en España 2014, se destaca que la menor diferencia se la sacó a Turquía (21 puntos) en la rueda de clasificación. La ruta hacia el podio comenzó ante Finlandia (114-55), y de ahí siguieron Turquía (98-77), Nueva Zelanda (98-71), República Dominicana (106-71) y Ucrania (95-71, en la primera fase. Por los octavos superó a México (86-63), en cuartos a Eslovenia (119-76) y en semifinales a Lituania (96-68). En total, tras el 129-92 sobre Serbia, hizo marca perfecta de nueve-nueve. La próxima entrega será dentro de cuatro años y una vez más habrá que reiterar la pregunta de cómo frenar al siempre renovado equipo de ensueño, o «dream team», tal cual repiten los anglófilos. Habrá otros nombres, pero la magia seguirá invariable, o quizá con talante superior. ¿Le surgirá un rival capaz de frenarlo? El cuadro de honor lo completaron Francia (bronce) y Lituania. El equipo galo, comandado por Nicolás Batum, salió airoso ante los lituanos, 95-93, en el clásico por el tercer lugar. Un abrebocas estupendo para la bajada de telón, con rey a bordo, que se cumplió en Madrid. Un florido final de fiesta.