En la última fecha del calendario regular, el pasado 3 de octubre por la noche, por fin se conocieron los grandes finalistas de la campaña de las mayores, con varias sorpresas incluidas.-
La final de la campaña regular del béisbol de las Grandes Ligas de este 2012, dará para escribir más de un libro, con anécdotas, con marcas, con sorpresas incluidas, en fin, con todas esas cosas que hacen del béisbol el Rey de los Deportes. Cuando faltaban 72 horas para que se concluyeran las acciones de la temporada normal, no se conocían a seis de los diez finalistas de la campaña.
Nadie podía imaginarse en la primera semana de abril de este año, que los Filis de Filadelfia se quedaran por fuera de la final de la Liga Nacional; que los Medias Rojas de Boston desarrollaran una campaña por demás de alicaída, cuando se esperaba un repunte de la novena en la división Este de la Liga Americana; que los Atléticos de Oakland, con una estupenda temporada, desplazaran a los Rancheros de Texas por la corona de la división Oeste de la Liga Americana, en donde eran inmensos favoritos y mucho menos, que no clasificaran para la postemporada; que los Medias Blancas de Chicago hasta una semana antes de que concluyera el calendario regular, ofrecieran una feroz resistencia ante los Tigres de Detroit, por el título de la división Central del nuevo circuito y que los Bravos de Atlanta, una vez más, se quedaran por fuera de la postemporada, en el último día de competencia, al perder 6 carreras por 3, en un partido lleno de errores y de pifias mentales, frente a los Cardenales de San Luis, club al que los expertos, incluidos nosotros, no le dábamos muy buenos pronósticos para estar en la competencia por el título del viejo circuito, en el desafío extra para ganar el comodín de su liga, colándose una vez más, como ocurrió hace exactamente un año, para estar en la postemporada.
Controversial apreciación
Aquí hay que señalar que la controvertida decisión del árbitro de la línea del bosque izquierdo, Sam Holbrook , en el choque entre los Bravos y los Cardenales, al decretar un batazo elevado entre esa zona del diamante y el campo corto como out, pese a que la pelota cayó entre el paracortos y el jardinero izquierdo de los Cardenales, despachado por Adrelton Simmons, con dos compañeros en circulación al cierre de la octava entrada y un out colgado en la pizarra, dará mucho de qué hablar no solo por hoy, sino por muchos días más. Y los enfurecidos aficionados de Atlanta, llenaron el diamante de muchos objetos por ese lado del campo de juego, lo que obligó a que las acciones del compromiso se postergaran por algo más de 19 minutos.
Fue una decisión de apreciación, pero si nos atenemos a las reglas del béisbol, nos pareció exagerada que se aplicara el afamado ‘’batazo elevado dentro del campo interior’’, que no es otra cosa que decretar un out cuando hay dos corredores en circulación y menos de dos outs, para evitar que los guardabases dejen caer intencionalmente la pelota en juego, para fabricar una jugada de doble matanza, a expensas de que los corredores rivales se mantengan sobre las almohadillas, no arriesgándose a avanzar, precisamente por la regla de la jugada. Pero en la acción citada, se nos ocurre pensar en que a Holbrook se le fue la mano en la apreciación, pues la bola estaba más allá del campo corto y tal vez, a más distancia de la zona del campo interior, para que echara mano de la regla y desde luego, para decretar el out.
El héroe de Venezuela
Pero hablando de la temporada en sí, nadie puede dejar por fuera la espectacular temporada del venezolano Miguel Cabrera, el antesalista de los Tigres de Detroit, bañado en gloria, al momento de colgarse el último out de la última entrada del partido entre los Yanquis de Nueva York y los Medias Rojas de Boston, apenas el pasado 3 de octubre, al alcanzar después de 45 años, la Triple Corona del Béisbol de las Grandes Ligas, al ser el mejor jonronero, el mayor impulsador de carreras y el mejor bateador de la contienda en su liga. De esta hazaña, ya habrá tiempo para hablar a despacio.
Sin duda alguna, este 2012 fue un año lleno de emociones, de divisiones parejas en las dos ligas, pues con la excepción de los Nacionales de Washington, que se divirtieron ganando con holgura la división Este de la Liga Nacional, cuando nadie los tuvo en cuenta a comienzos de la jornada; y de los Rojos de Cincinnati, novena que siempre tuvo a su favor los pronósticos de los entendidos, abonaron a su favor una buena porción de una clase de béisbol que pocas veces se ha visto, para adjudicarse el título de la división Central de la Nacional.
En la postemporada
Cuando ustedes, amables lectores, empiecen a leer estas líneas, ya la postemporada de las dos ligas estará en pleno furor, con los primeros desafíos previstos en el camino de cada una de las novenas, por conquistar el merecido título de su respectivo circuito.
Serán los Nacionales de Washington en plan de visitantes contra los Cardenales de San Luis; y los Rojos de Cincinnati frente a los Gigantes de San Francisco, que harán de equipo de casa, en la Liga Nacional; y los Atléticos de Oakland, visitando a Detroit, frente a los Tigres; y los Yanquis de Nueva York contra los Orioles de Baltimore, estos últimos, jugando en casa sus dos primeros compromisos, por la Liga Americana, en una durísima confrontación, si nos atenemos a la forma en que los de Baltimore encararon a los Mulos en toda la campaña de la finalizada temporada regular de este año, en donde dividieron honores pero en que los Orioles pocas veces pudieron superar en la primera casilla a los Yanquis en la división.
En este formato de la postemporada, al cual nos hemos acostumbrado en los últimos años, se puede apreciar, sin objeción alguna, que es tan impredecible el béisbol, que se convierte en un verdadero riesgo, quizás dando un salto al vacío, intentar escoger a los posibles finalistas de ambas ligas. Pero ese riesgo tenemos que correrlo. Creemos que los Yanquis y los Atléticos, por la Liga Americana, deben disputar la gran final; y los Nacionales frente a los Rojos, deben ser los contrincantes de la Liga Nacional, más que todo, por la calidad de juego que han exhibido esas divisas durante todo la campaña y por la plantilla de cada unas de las novenas.
El extra del comodín
Dígase lo que se quiera decir, el partido extra, de infarto, para definir al ganador del comodín de ambas ligas, deportivamente hablando, se erigió en otro acierto del alto Comisionado del Béisbol de las Grandes Ligas, Bud Selig. Lo decimos desde el punto estrictamente deportivo, y por lo tanto, habrá que esperar la reacción que tenga la afición en general de este nuevo sistema competitivo de la tarjeta de invitación en los dos circuitos.
Hubo lleno a reventar en Atlanta y otro tanto, en Texas. En los dos compromisos se observó que hubo esa presión que anímicamente hace parte del ser humano, cuando se está en un encuentro tan trascendental como el que se jugó en cada una de esas ciudades y por eso afloraron, con demasiada facilidad, tanto los errores mentales como los de campo, en ambos compromisos.
Por eso habrá una buena dosis de crítica en el caso de los Bravos. Pero no tanto en lo que concierne a los Rancheros. Y digamos por qué.
Los Bravos tenían asegurado su paso a la postemporada, dentro de lo normal, por sus actuaciones en la campaña regular, porque indiscutiblemente fue el mejor segundo equipo de todo el circuito. Llegaron a la final con seis partidos por encima de los Cardenales, que fue el tercer mejor equipo de la contienda, pero lejos en ganados y perdidos ante los Bravos. Y en el caso de los muchachos de Atlanta, el partido extra por el comodín, los perjudicó. Los Cardenales les ganaron el juego 6 carreras por 3, bateando apenas 6 raquíticos imparables contra 12 de los Bravos, pero hicieron mejor las cosas sobre el terreno de juego, pues la novena de Atlanta pifió en tres ocasiones, errores todos lamentables, a lo cual habría que agregarle par de errores mentales de sus jugadores.
En cambio, para los Rancheros fue una última opción, su última carta para no quedarse por fuera de la postemporada, frente a unos Orioles de Baltimore que lucharon a brazo partido por esa opción, llegando a la instancia final en busca de la tarjeta de invitación, igualados ambos equipos en ganados y perdidos, por lo que el juego era necesario, y ganaron el choque los de Baltimore, 5 carreras por 1, en un mano a mano que dejó satisfechos a los seguidores de ambas novenas.
Si bien ganaron los Orioles, los Rancheros deben estar más que satisfechos por la tarea adelantada. Igualmente los Rancheros, seguramente con más pesar, tienen que aceptar que fue una última oportunidad que no estaba ya en sus manos, cuando fueron desplazados en el último compromiso de la temporada regular del título de su división, por los sensacionales Atléticos de Oakland, después de caer en 9 de las últimas 13 presentaciones, y finalmente, perder en el juego extra por el comodín en su propio patio.
Nadie tiene la culpa de eso, porque así es el béisbol.
Y ahora… a esperar
Y a partir de este momento, solo tenemos que esperar que se decidan las dos semifinales de ambas ligas, ambas previstas para declarar a los finalistas de cada circuito, a las dos novenas que ganen tres de los cinco desafíos, bien de manera consecutiva, ora de manera alterna.
No hay más nada que hacer. Y en esta instancia, si se nos permite agregar algo más, los lanzadores abridores juegan papel fundamental, y de acuerdo con la decisión de cada estratega de las novenas en contienda, se verá con exactitud si se la jugaron con una rotación de tres serpentineros, o si se decidieron por mantener inalterable del sistema de los cinco abridores.
Nosotros creemos que habrá una buena parte con la rotación de apenas tres abridores, en por lo menos tres de las ocho novenas en competencia; pero que los otros cinco técnicos mantendrán su sistema inalterable de cinco abridores, como lo han hecho a través de la campaña regular que acaba de concluir.
¿Repetirán los Cardenales como campeones de la Serie Mundial? ¿Volverá el cetro de laureles de la Cita de Otoño a manos de una novena de la Liga Americana? ¿Qué club será el encargado de dar la gran sorpresa de este nuevo Clásico de Octubre? Y va la última pregunta: ¿Será que la ‘’sabermétrica’’ se impone en esta nueva controversia de la Serie Mundial?